En un mundo donde el turbo y la electrificación lo dominan todo, encontrar un motor atmosférico de elevado cubicaje y altas revoluciones, es casi un milagro. Pero haberlos haylos y además espectaculares. Motores como el que da vida al GMA T.50, un coche que ya de por sí es espectacular, pero que se convierte en algo especial gracias a su propulsor V12 desarrollado junto a Cosworth. Un motor atmosférico que, para más inri, está combinado con un cambio manual.
Gordon Murray quiso recuperar el concepto del McLaren F1, un superdeportivo sin concesiones, con la posición de conducción en el centro del habitáculo y con una configuración totalmente purista, con un conjunto que apuesta no solo por el motor atmosférico y el cambio manual, sino por la ligereza y la potencia. No hay nada similar en el mercado al T.50 y no lo habrá nunca más. Todos los deportivos que lleguen al mercado en el futuro, tendrán un grupo motor híbrido, cambio automático y mucho peso.
663 CV por tonelada, o dicho de otra forma, 1,49 kilos por caballo. ¡¡Y con cambio manual!!
El GMA T.50 pesa, únicamente, 986 kilos, una cifra espectacular que ni siquiera un utilitario puede igualar. El caso es, claramente, que en el desarrollo del GMA T.50 no se han puesto límites al presupuesto y eso permite auténticas virguerías, como un monocasco que pesa solo 100 kilos o un motor que pesa menos de 180 kilos y que, además, rinde 660 CV y puede alcanzar las 12.100 revoluciones en nada menos que 0,3 segundos.
Sensacional, tanto como su sonido, el cual, puedes disfrutar en este vídeo donde un GMA T.50 pilotado por Dario Franchitti, una leyenda de la IndyCar, recorre el circuito de Goodwood. Para muchos, música celestial, para otros, un sonido que nunca volverá y para otros, al definición de un sueño. No importa quien seas, porque seguro que disfrutarás del vídeo.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS