Es muy habitual que en nuestro medio os hablemos de preparaciones muy exclusivas, realizadas sobre la base de diferentes modelos. Son muchos los preparadores que ofrecen elevar el nivel de distinción de determinados automóviles para compradores que buscan conducir vehículos especiales, pero pocos tan llamativos y únicos como el que protagoniza este vídeo de Top Gear, denominado F132.
En este caso, se trata de una creación elaborada sobre la base de un Ford Model A de 1930 que, pese a quizá no lo parezca, conserva muchos elementos de su carrocería inalterados respecto de los del modelo original. La idea para este hot rod partió inicialmente de un render aparecido en Instagram, diseñado por Aaron Beck. Aquella idea de Ford Model A con aspecto de monoplaza de Fórmula 1 de mediados de los noventa contemplaba la instalación de un V8 en posición central, arquitectura más habitual de este tipo de modificaciones.
Sin embargo, el automóvil que finalmente fue construido por James Schwartz opta por un propulsor diferente, concretamente procedente de un Honda S2000 AP1, que además se sitúa por delante del habitáculo. Este apenas cabe en su compartimento, y algunos elementos, como el electroventilador, han tenido que ser colocados en la zona trasera.
Todo partió de un render publicado en Instagram por Aaron Beck, que finalmente pudo llevarse a la realidad, aunque con algunos cambios, para goce y disfrute de su propietario actual, Ricky Boada, quien muestra sus deseos de convertirlo en su coche para el día a día
Del deportivo japonés también equipa la suspensión trasera, así como el subchasis posterior y la transmisión. Pese a que se trata de un vehículo puramente funcional, su dueño afirma que cuando lo recibió apenas era posible conducirlo alrededor de la manzana de su domicilio, debido a los numerosos ruidos y problemas relacionados con su puesta a punto. Como comenta en el vídeo, continúa a día de hoy perfeccionando el funcionamiento de algunos elementos, como su embrague o su sistema de frenos.
Tampoco en el habitáculo hay mucho espacio, puesto que durante la prueba de conducción podemos observar cómo Rob Dahm, el presentador de Top Gear que tuvo la suerte de probarlo, debe ir inclinado hacia adelante para poder acomodarse en él y que su cabeza no roce con el techo. También vemos que circulan sin cinturones de seguridad. Tal y como comenta su propietario, en Miami las exigencias a la hora de homologar este tipo de preparaciones son muy limitadas. Incluso afirma que los agentes encargados de velar por la seguridad vial en esta ciudad norteamericana tienden más a admirar este tipo de vehículos únicos que a analizar rigurosamente la legalidad de sus componentes.
Y es que en Miami, al parecer, conducir un Lamborghini o un Ferrari ya no es lo suficientemente exclusivo como para concitar miradas cuando se conducen por sus carreteras. Desde luego, este hot rod denominado F132 y con toques JDM no pasa en absoluto desapercibido mientras su propietario, Ricky Boada, y el presentador de Top Gear, Rob Dahm, se pasean a bordo de este automóvil por la ciudad estadounidense.
David García
No conozco sensación mejor que la de un volante en las manos. Disfruto también con ellas sobre el teclado, escribiendo ahora para vosotros algo parecido a aquello que yo buscaba en los quioscos cuando era un guaje.COMENTARIOS