Alfa Romeo. Hasta el nombre suena bien, quizá, una de las denominaciones comerciales más personales y conocidas del mundo. Sin embargo, por desgracia, Alfa Romeo tiene una mancha que les acompaña desde hace décadas y que parece que no pueden quitarse, ni siquiera lanzando al mercado coches como el Alfa Romeo 156, que fue un cochazo con todas las letras, o poniendo en circulación coches como el Alfa Romeo 4C, uno de los coches más especiales y pasionales creados por la marca en las últimas décadas.
El Alfa romeo 4C fue el primer automóvil realmente pasional de la marca en décadas, un coche totalmente centrado en el conductor y en el disfrute a los mandos, empleando algunas soluciones que todavía hoy, cuatro años después de su cese de producción, sigue siendo plenamente vigentes. Podrías pensar que en cuatro años las cosas no cambian tanto, pero el Alfa 4C se presentó como prototipo en el salón de Ginebra de 2011 y pasó a producción en el año 2013. Son casi 10 años los transcurridos desde su puesta de largo, no cuatro, y eso sí, es tiempo suficiente para que las cosas cambien notablemente. Sirva de ejemplo que si hubiera sido un modelo lanzado al mercado ahora, sería un híbrido con toda seguridad, aunque seguramente ni siquiera se habrían planteado el lanzamiento de un coche así.
Alfa Romeo necesita vender coches, vender muchos coches. Por eso, ahora están centrados en el inicio de comercialización del Alfa Romeo Tonale, un coche en el que se han puesto muchas esperanzas y el primer modelo de Alfa en equipar un grupo motor híbrido. Los coches como el 4C, aunque sean los que más se acerquen a la verdadera esencia de la marca, ya no interesan porque no se vende. Además, hoy día la esencia y la historia de las empresas no parecen tener ningún interés. Por eso, el Alfa Romeo 4C será un coche deseado para siempre, un modelo casi único en la historia de la marca, pero que, como cabe esperar, no estuvo exento de problemas.
El deportivo italiano era un coche muy especial, con un chasis fabricado con fibra de carbono (con un peso de solo 65 kilos), con dos subchasis delante y detrás fabricados con aluminio, para dar soporte a diferentes elementos como el motor o las suspensiones. La carrocería se fabricó con resina compuesta a excepción de los paragolpes y las aletas delanteras, que pasaban a ser fabricadas con material plástico. Las ventanillas eran un 10% más delgadas que las convencionales y el parabrisas tenía un espesor de 4 milímetros. Todo ello en busca de un peso lo más ligero posible, que se completaba con la ausencia, por ejemplo, de dirección asistida, y las dimensiones eran bastante contenidas (3,99 metros de largo, 1,86 metros de ancho, 1,18 metros de alto y una batalla de 2,38 metros) para lograr 995 kilos homologados. Es decir, uno de los coches más ligeros del mercado en aquellos años.
Colocado en posición trasera central, había un cuatro cilindros con muy poco cubicaje, aunque estaba sobrealimentado por un turbo Worg Warner. Concretamente, alcanzaba los 1.750 centímetros cúbicos, lo que también colaboraba en lograr un peso contenido. La alimentación, además de un turbo, contaba con inyección directa con inyectores de siete orificios y capaces de alcanzar un máximo de 200 bares de presión. La distribución era variable y el turbo soplaba a 2,5 bares de presión, que resulta una cifra bastante alta, aunque contaba con tres sistemas de refrigeración: aceite, líquido y aire. Como curiosidad, cuando se para el motor, una bomba eléctrica entra en funcionamiento durante 600 segundos (siempre dependiendo de la temperatura y la carga de la batería) para que la refrigeración se mantenga y el turbo no sufra averías. El cambio era de doble embrague.
Alfa anunciaba 240 CV a 6.000 revoluciones y 350 Nm de par entre 2.200 y 4.250 revoluciones, más que suficientes para mover con soltura sus menos de 1.000 kilos, pudiendo completar el sprint hasta los 100 km/h desde parado en 4,5 segundos y de alcanzar los 258 km/h.
Sin embargo, aunque no era lento, el Alfa Romeo 4C era un coche pensado para conducir, para disfrutar. Las suspensiones eran de paralelogramo deformable en el eje delantero y McPherson en el trasero y se podía regular coas como la convergencia de las ruedas delanteras, como la convergencia y la caída de las ruedas traseras. De serie se ofrecía con llantas de 17 pulgadas delante y 18 detrás, pero opcionalmente se podían solicitar llantas con una pulgada más de diámetro en cada eje. Tras estas llantas, se podían ver los frenos, que contaba con pinzas delanteras Brembo con cuatro pistones, y pinzas traseras flotantes TRW.
Destacar también la inclusión del ya típico mando para los modos de conducción, algo que en Alfa llaman “DNA” (en realidad es ADN, pero en inglés sus siglas no se colocan igual). Los modos disponibles eran Dynamic, Natural y All Weather, más uno exclusivo para el Alfa Romeo 4C llamado Race, que como se podría imaginar, estaba pensado para una conducción en circuito, con todos los asistentes electrónicos apagados.
El Alfa Romeo 4C llegó al mercado dentro de una estrategia muy concreta: la firma buscaba recuperar su deportividad, su histórica personalidad y además, se quería retornar al mercado norteamericano con un coche halo, de hecho, en un primer momento, los Alfa Romeo 4C yankees se vendían en concesionarios de Maserati. De hecho, el propio coche se fabricaba en las instalaciones donde se montaban los Maserati GranTurismo y GranCabrio, en Módena.
Fue un éxito de crítica, aunque cosas como los faros de la primera serie fueron rechazados unánimemente por todo el mundo. También recibió malas críticas por la calidad de los materiales del habitáculo y porque para algunos conductores era un coche extremadamente radical. Conductores que, obviamente, se habían equivocado de coche al comprar un 4C. Sin embargo, aunque fue un éxito de crítica, no fue un éxito de ventas. No se buscaba volumen, el Alfa 4C era un coche muy especial que buscaba mejorar la imagen deportiva de la marca, que vender muchas unidades, pero nunca se lograron los objetivos marcados y en 2019, el coche se retiró del mercado.
Los rumores apuntan a que Alfa Romeo volverá a ofrecer coches así en poco tiempo, aunque son rumores que llevan mucho tiempo circulando y al final, nunca llegan a convertirse en realidad. Ahí está el regreso del Alfa Romeo GTV… es posible que no volvamos a ver coches así con el sello de Alfa Romeo y si lo vemos, muy posiblemente sea eléctrico.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS