Alfa Romeo es una marca especial, tiene algo que les hace destacar y a pesar de la época oscura que tuvieron, ver uno por la calle es algo que atrae. Es un Alfa, todo el mundo mira cuando pasa un Alfa y eso se debe, obviamente, por su diseño y por un aura que desprenden sus coches que todavía no ha sido igualada ni tampoco apagada. Jean-Philippe Imparato se ha propuesto mantener esa esencia intacta, echando la mirada atrás en el tiempo para inspirarse, para buscar esa imagen que tiene que ofrecer todo Alfa Romeo. Nosotros esperamos que se fije y bien fijado, en el Alfa Romeo Spider, uno de los modelos de la firma italiana más carismáticos y longevos de su historia.
El Alfa Romeo Spider se fabricó entre 1966 y 1993, sin que apenas sufriera cambios en su diseño y durante una temporada, se le conoció como Alfa Romeo Duetto. Esta denominación tiene una curiosa historia. Alfa Romeo llevó a cabo un concurso animando a los seguidores de la marca, para que eligieran nombre para el coche (una acción que muchas marcas siguen haciendo, incluso la propia Alfa con el Mito, por ejemplo). Se recibieron más de 100.000 cartas, pues entonces los e-mails eran cosa de ciencia ficción, y entre los nombres más destacados estaban el de Pinin, Pininfarina y Duetto. Alfa escogió el tercero y acabó fabricando un total de 200 unidades, hasta que una empresa de bollería (hoy desaparecida), denunció a la marca por emplear una denominación registrada, una denuncia que ganó y obligó a Alfa Romeo a no volver a usar dicha denominación. Así, el Duetto pasó a ser el Spider.
Tomaba su base de otro mítico modelo de la firma italiana, el Alfa Romeo Giulia, otro coche que también pasará a la historia de la Anonima Lombarda. Por supuesto, de su diseño se encargó Pininfarina y contó con algunas versiones muy apreciadas actualmente entre los fanáticos de la marca, como el Alfa Romeo Spider 1750 Veloce, que disponía de un motor con 118 CV, todo un juguete en aquellos años. No podemos olvidar el Spider 1300 Junior, con el motor de 1.290 centímetros cúbicos con 89 CV.
Fue en 1970 cuando apareció la cola “Kammtail”, con un diseño menos refinado y elegante que la original diseñada por Pinifarina en 1966, pero tantos seguidores como detractores. Aun así, mantuvo su encanto intacto. Esa cola recortada se vio acompañada, tiempo después, por el lanzamiento del Alfa Romeo Spider Veloce 2000, con un nuevo propulsor de 1.932 centímetros cúbicos y 132 CV, la variante más prestacional del modelo, que se aderezó, en 1988, con el mítico trébol de cuatro hojas, cuya presencia indicaba una configuración más deportiva del chasis y un diseño más dinámico y, por así decirlo, agresivo, pues en realidad, el Alfa Romeo Spider nunca fue un coche de diseño agresivo. Era puramente italiano, con un estilo inimitable y sumamente equilibrado, pero desprendiendo esa deportividad, esa esencia que solo los coches italianos tienen.
Ni siquiera en los años 80, cuando adoptó los paragolpes del plástico y esa pieza en la trasera, que era un spoiler de color negro y material plástico, muy ochentero, perdió esa imagen tan característica y con tanto seguidores. Y eso que fue un cambio muy criticado en su momento.
Como se ha comentado, de su diseño se encargó Pininfarina, pero no el estudio de diseño, sino el propio Battista Pininfarina (recordemos que Battista, apodado Pinin, cambió su apellido para que, de Farina, pasara a ser Pininfarina). Este coche, el Alfa Romeo Spider de 1966, tiene el honor de haber sido el último coche que diseñara Battista, ya que falleció unas semanas después. Así, por tanto, no solo tiene el encanto de ser un auténtico Alfa Romeo, también fue el último automóvil que diseñó Battista Pininfarina.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS