Hace unos días, la marca del cavallino rampante nos mostró su nueva arma para las carreras de GT: el Ferrari 296 GT3. Debutará a principios del próximo año en las 24 horas de Daytona, una de las categorías que acogen a los bólidos construidos bajo esta normativa.
Y es que las reglas FIA GT3 se han convertido en dominadoras del panorama mundial de campeonatos de GT. Compiten desde hace algunas temporadas en el DTM y, además de poblar a partir de este año próximo las parrillas del IMSA al otro lado del Atlántico, cogerán el testigo desde 2024 de los actuales GTE en el Campeonato Mundial de Resistencia y su carrera principal: las 24 horas de Le Mans.
El coche que nos ocupa, el Ferrari 296 GT3, deriva como es obvio del Ferrari 296 GTB, que representa desde este año la opción berlinetta dentro del catálogo de la marca italiana. Cuando llegue a los circuitos, ya en 2023, se enfrentará al difícil reto de sustituir con éxito a su predecesor, el Ferrari 488 GT3, evolucionado en 2020 y que ha logrado en total casi quinientas victorias en las diferentes competiciones en que ha participado.
Una vuelta de tuerca para el circuito
Su aspecto es claramente reconocible como el de un Ferrari, pese a que su carrocería es completamente específica para la versión de competición. Construida en fibra de carbono, salvo el techo que es de aluminio, ofrece la posibilidad de desmontar con facilidad sus partes delantera o trasera. La marca ha prestado atención a este aspecto con el objetivo de reducir al mínimo el tiempo requerido para llevar a cabo cualquier operación durante las carreras.
Cuando quitas la carrocería delantera o trasera, solo hay un conector eléctrico, no muchos cables por todas partes. La facilidad para manejar el automóvil y la rapidez con la que se pueden cambiar los componentes es una parte clave del rendimiento”, Ferdinando Cannizzo, jefe de desarrollo de los vehículos GT de Ferrari
Su aspecto es imponente, con un splitter frontal muy marcado y una zaga delimitada por un gran alerón con anclajes por su parte superior, y un difusor con un diseño en tres dimensiones. Estos son algunos de los elementos aerodinámicos que añaden agresividad –deportiva– a la cuidada apariencia de la berlinetta de Ferrari.
Todo el trabajo aerodinámico, resultado de análisis CFD y numerosas horas en el túnel de viento, permite un incremento, según Ferrari, del 20 % en apoyo aerodinámico respecto del Ferrari 488 GT3. La distancia entre ejes aumenta en sesenta milímetros, el máximo permitido por el reglamento, hasta los 2.660 mm. También destacan que será menos sensible a los cambios de la altura libre al suelo, de lo que se deduce que será un coche menos crítico, más balanceado.
También incorpora un sistema de suspensión rediseñado para esta versión GT3, con la intención de mejorar tanto el comportamiento como el cuidado de los neumáticos, así como unas llantas forjadas, que corren a cargo de Rotiform. Tanto las pinzas de freno como los discos, que ascienden a 400 mm de diámetro en el eje delantero, también son de nuevo diseño para esta versión de competición y están firmados por Brembo.
El retorno del “pequeño V12” de Ferrari a las carreras
El Ferrari 296 GT3 supondrá el regreso de los motores de seis cilindros a los coches de competición de la marca italiana, lo cual significa un cambio importante respecto del Ferrari 488 GT3, que aún defiende los intereses de los de Maranello en diferentes campeonatos a lo largo y ancho del planeta con un V8 en sus entrañas.
El diseño del Ferrari 296 GTB, del que deriva la versión GT3, está inspirado precisamente en el Ferrari 250 LM, último ganador absoluto de las 24 horas de Le Mans en 1965. Será a partir de 2024 cuando este GT se adentre también en el circuito de La Sarthe para competir en la más importante carrera de resistencia del mundo
Respecto de la versión matriculable, el Ferrari 296 GT3 pierde la parte eléctrica de su grupo motopropulsor, tal y como exige la normativa. La parte de combustión se mantiene invariable: un V6 con las bancadas en un ángulo de 120º, de 2.992 cc, construido en aluminio y con dos turbos, colocados precisamente en el medio de la uve, aprovechando esta disposición tan abierta. En su presentación, Ferrari sitúa sus cifras en los 600 CV de potencia máxima a 7.200 rpm y 712 Nm de par máximo, 63 CV menos que en su configuración para la versión matriculable. Cabe recordar que la potencia del conjunto motor de combustión y parte eléctrica en el Ferrari 296 GTB del que deriva asciende a los 830 CV.
A la hora de enfrentar el desafío de sustituir al muy exitoso Ferrari 488 GT3, el nuevo modelo cuenta con ventajas en cuanto a ligereza y compacidad, que permiten mejorar la distribución de pesos del conjunto y bajar su centro de gravedad. En este sentido, el motor V6 que monta este nuevo Ferrari de competición es 50 mm más corto y 20 kg más ligero que el V8 del Ferrari 488 GT3.
Está unido a una caja de cambios de 6 marchas, específica de competición y fabricada por Xtrac, a través de un embrague monodisco de actuación electrónica. La disposición transversal de esta caja de cambios, al igual que en el actual GT3 de la marca italiana, abunda en la ligereza y compacidad de la que se enorgullece Ferrari al mostrarnos su nuevo coche de carreras.
Ferrari afirma que en su diseño se ha tenido en cuenta no solo a los futuros pilotos profesionales que se pondrán a sus mandos, sino también a los numerosos gentleman driver que se adentran en los circuitos con un enfoque más orientado a la diversión que al rendimiento
A principios del año que viene veremos de qué es capaz este proyecto cuyo desarrollo comenzó en el año 2020 y que ya está acumulando kilómetros de pruebas en los últimos meses. Para su ensamblaje, la marca italiana se apoya en ORECA, empresa francesa con un reconocido pedigrí en Le Mans, que ya está fabricando las primeras unidades en su planta de Signes.
David García
No conozco sensación mejor que la de un volante en las manos. Disfruto también con ellas sobre el teclado, escribiendo ahora para vosotros algo parecido a aquello que yo buscaba en los quioscos cuando era un guaje.COMENTARIOS