Pues aquí está, el nuevo Porsche 718 Cayman GT4 RS. Llevamos tiempo viendo fotos espía y vídeos de unidades de desarrollo rodando en Nürburgring y ahora, podemos ver el modelo completamente al descubierto. Y sí, es tan radical y racing como se esperaba, pero es más potente de lo que cabría esperar. Nada menos que 368 kW (500 CV) para dar vida a la carrocería del Cayman, un aumento considerable comparado con al Cayman GT4 y una cifra muy respetable para el tamaño y el peso del coche. Es todo un matagigantes.
Debuta en el Salón de los Los Ángeles presumiendo, además, de una vuelta récord en el famoso trazado alemán de Nürburgring y supone la primera vez que un modelo recibe las siglas RS, fuera de la gama del Porsche 911. Y ojo, porque dichas siglas ponen contra las cuerdas al propio 911, quedando a solo 7,35 kW (10 CV) del Porsche 911 GT3, algo que no está nada mal. Sobre todo teniendo en cuenta el peso declarado del nuevo Porsche 718 Cayman GT4 RS, que son 1.415 kilos frente a 1.493 kilos del 911 GT3. Y por si fuera poco, con el cambio PDK en lugar del manual.
Pero dejemos todo esto para más adelante, porque este nuevo GT4 RS, el más radical de todos los Cayman, esconde muchas cosas más, como una aerodinámica muy trabajada, nuevos materiales ligeros y una puesta a punto especialmente indicada para rodar en pista cerrada. Es una bestia pensada para aquellos que quieren disfrutar al volante pero que, seguramente, acabe siendo un objeto de especulación.
Una relación peso/potencia de 2,83 kg/CV
El apartado que más atención acaparará, con toda seguridad, es el prestacional. El nuevo Porsche Cayman GT4 RS es, como se dice vulgarmente, un pepino y las cifras así lo confirman. Es casi tan potente como un Porsche 911 GT3 y es capaz de plantar cara al Porsche 911 Turbo S, cuyo motor promete 478 kW (650 CV), que en línea recta es más rápido pero en carretera de curvas sudaría para quitarse al Cayman GT4 RS de su zaga.
La culpa, en parte, es del motor elegido para la ocasión, el mismo seis cilindros boxer que usa el Porsche 911 GT3 y el 911 GT3 Cup. Es un atmosférico capaz de girar a 9.000 revoluciones y sus 368 kW (500 CV) solo tienen que mover 1.415 kilos DIN (con depósito lleno pero sin conductor), dando como resultado una relación peso/potencia de 2,83 kg/CV. Es una cifra espectacular, que permite anunciar un sprint desde parado en 3,4 segundos y una velocidad máxima de 315 km/h. Comparado con el Porsche 718 Cayman GT4, son 80 CV adicionales, 13 km/h más de velocidad punta y 5 décimas menos en el sprint.
Una de las cosas que no gustará a los puristas, es la elección de la transmisión. El nuevo 718 Cayman GT4 RS solo estará disponible con el cambio automático PDK de siete relaciones con relaciones cortas. Al menos, el resto del coche se ha llevado al extremo para reducir el peso todo lo posible.
Por ejemplo, monta unas alfombrillas que son más ligeras de lo normal, una solución que ofrece una idea de la radicalidad del GT4 RS. A esa solución le acompaña una reducción de material aislante, así como capó y aletas delanteras fabricadas con CFRP (Carbon Fiber Reinforced Plastic, Plástico reforzado con fibra de carbono). La luneta trasera está realizada con un tipo de cristal más ligero y los paneles de las puertas se han reducido a la mínima expresión.
Aerodinámica y puesta a punto de carreras
Evidentemente, como todos los modelo con el apelativo “GT RS”, la aerodinámica está un paso más allá respecto al resto de hermanos de gama. Son coches pensados para rodar en circuito y ahí, la aerodinámica juega un papel especial. Sí, en carretera es un apartado importante, pero no tanto como en circuito.
No hace falta saber mucho del tema para darse cuenta que no es un Cayma normal, hay algo especial en este coche y, obviamente, tiene que ver con su aspecto general, provocado por el nuevo trabajo aerodinámico. Destaca por encima del resto de elementos el gran alerón trasero, un elemento fijo y sujeto a la carrocería por brazos en forma de “cuello de cisne” y soportes de aluminio. Su diseño deriva del alerón usado por el 911 GT3, que a su vez, representa la primera vez que se emplea un elemento procedente del 911 RSR en producción.
La carrocería está 30 milímetros más cerca del suelo, se han practicado unas rejillas de ventilación en los pasos de rueda delanteros y se han incorporado unos paneles en los bajos conectados con el difusor trasero. Delante también se ha montado un difusor y un nuevo labio con lamas laterales. Todo ello genera un 25% más de carga aerodinámica que el GT4 en modo Performance, cuyo uso está recomendado únicamente para circuito.
Al mismo tiempo, todo el tren de rodaje es específico, con una puesta a punto casi de carreras, típica, como dicen desde la marca, de los modelos RS: amortiguadores, barras estabilizadoras y muelles tienen una configuración más directa y radical.
Pero si todavía quieres más radicalidad, está el pack Weissack en opción. Con el paquete Weissack se amplía la presencia de fibra de carbono, los tubos de escape de titanio tienen un aspecto específico, similar al Porsche 935, monta una semijaula antivuelco fabricada con titanio, la parte superior del salpicadero está forrada de material Race-Tex y en la luneta trasera se integra el logotipo de Porsche de gran tamaño. En opción, solo para este paquete, hay unas llantas de 20 pulgadas fabricadas con magnesio forjado.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS