No cabe duda de que el Ford Gran Torino “da bien en cámara”. Bueno, o eso o que a los chicos que manejan los audio visuales les encanta el coche, que también. En dos célebres ocasiones este modelo de Ford ha sido parte fundamental de una historia llevada a la pantalla: “Starsky y Hutch”, la afamada serie de televisión y “Gran Torino”, la película producida, protagonizada y dirigida por Clint Eastwood. La primera es fácil que la recuerden los aficionados que habían dejado de usar pañal en los 70. La segunda es mucho más reciente: 2008. Hay un refrito de “Starsky y Hutch” llevado al cine en 2004, irrelevante a efectos de esta entrada.
Mientras que en la serie de televisión el modelo protagonista es un Ford Gran Torino de 1974, en la cinta de Eastwood es el modelo de 1972. El papel desempeñado en cada caso es distinto: mientras que en“Starsky y Hutch” vimos una carrocería pintada de rojo brillante con una vistosa banda lateral blanca, en la película es el verde el color principal. En la serie disfrutamos de espectaculares y aparatosas persecuciones, protagonizadas por aquel monstruo de 6.6 litros y 400 CV. En la película de 2009 el papel del coche es mucho más sereno: un bello ejemplar objeto de deseo por los amantes de lo ajeno, que transporta de forma majestuosa a sus ocupantes.
Lo cierto es que a Ford le han hecho una publicidad impagable en ambos casos. El éxito del Ford Gran Torino en la década de los 70, gracias a la serie, fue tan grande que el fabricante ofreció una edición limitada, pintada igual: Gran Torino Starsky & Hutch, que ahora forma parte de esas rarezas complicadas de encontrar. El aporte de Eastwood llegó mucho después de que el coche se dejara de comercializar, pero resucitó el mito y lo elevó unos cuantos peldaños.
El Ford Torino es un coche fabricado para el mercado norteamericano entre 1968 y 1976, periodo en el que fue conocido por distintos nombres, evolucionó en sus formas, dispuso de varias carrocerías: cupé y descapotable de dos puertas, sedán y un familiar, de cuatro y cinco puertas respectivamente, así como de distintos motores de entre 300 y 427 CV. Además de actor en las obras referidas, la base de este coche ha supuesto para Ford una trayectoria de éxito en NASCAR.
Delco
Más que la Historia, me gustan las viejas historias que huelen a asfalto, carreras y gasolina.COMENTARIOS