El Renault Arkana se presentó hace algún tiempo como un SUV de estilo coupé, destinado al mercado ruso, donde se comercializa sobre la plataforma del Dacia Duster, que a su vez se vende en muchos mercados con el logo de Renault y no con el de Dacia. Cuando lo presentaron, pronto se comenzó a comentar su posible llegada a Europa dado el éxito que tienen este tipo de carrocerías en el Viejo Continente, mientras se ponía a la venta en Corea bajo el sello de Samsung.
Lo que no sabíamos era que llegaría con mecánicas electrificadas, empleando la tecnología E-Tech estrenada por su primo hermano el Renault Captur (enchufable) y usada después en el Renault Clio (no enchufable). De hecho, el B-SUV francés tiene mucho en común con la versión europea del Renault Arkana, aunque el nuevo Arkana sea ligeramente más largo que el Renault Kadjar.
El Renault Arkana para Europa se fabricará en la planta de Busan, en Corea del Sur, y lo hará con cambios muy importantes, ya que para Europa no empleará la plataforma B0+ que usa el Dacia Duster, sino que se articula sobre la plataforma CMF-B, la misma que usan el Renault Clio y el Captur. Se trata de un cambio obligado al ser un coche que contará con varias opciones de electrificación, además de la tecnología E-Tech, además, también hablamos de una plataforma más evolucionada y acorde con las aspiraciones del Arkana europeo.Más largo que un Kadjar, pero más corto que un Koleos
Los cambios en el Renault Arkana europeo van más allá que la plataforma o los motores, si es que eso no es suficientemente importante, también tiene detalles de diseño específicos y un habitáculo completamente diferente, procedente en su totalidad del Renault Captur. El frontal, por ejemplo, aunque tiene las mismas formas básicas, luce algunos detalles que la versión rusa no tiene, como un marco inferior cromado para la calandra y un paragolpes de nuevo diseño que tiene una entrada de aire más grande y que elimina los antiniebla de los laterales sustituyéndolos por tapas que imitan una rejilla. Al menos, en lo que respecto a las versiones con acabado R-Line, la que aparece en las imágenes facilitadas por la marca.
Atrás también hay cambios, aunque un poco más sutiles. El paragolpes también es nuevo y las versiones RS Line contarán con dos salidas de escape trapezoidales que no sabemos si son auténticas o siguen las modas actuales y son meros adornos (no se aprecia en las fotos). No obstante, como se decía antes, lo que más cambia es el habitáculo. En la versión rusa cuenta con un salpicadero similar al del Dacia Duster, pero en el europeo se decanta por el salpicadero del Captur, que a su vez es muy parecido al del Renault Clio. Esto incluye la pantalla central colocada en vertical para las versiones más equipadas, al igual que la instrumentación digital.
Por tamaño, se coloca entre el Renault Kadjar (4.489 milímetros) y entre el Renault Koleos (4.672 milímetros). Las medidas del nuevo Arkana son 4.568 milímetros de largo, 2.034 milímetros de ancho y 1.571 milímetros de alto, aunque la marca lo denomina como un complemento a la gama compacta. La distancia entre ejes 2.720 milímetros y el maletero alcanza los 513 litros, que se quedan en 438 litros en las versiones híbridas. La altura respecto al suelo es de 186 milímetros, pero las ruedas son asfálticas 100 % con llantas de 17 pulgadas de serie (18 pulgadas en opción) y neumáticos de perfil bajo.
Apuesta por la electrificación y nada de diésel por el momento
La llegada del Renault Arkana a Europa significa la aparición en la gama de Renault de un nuevo modelo electrificado. Contará con los motores TCe 140 y TCe 160, ambos con hibridación suave con sistema eléctrico de 12 voltios, pero el motor más importante de la gama será el E-Tech de 140 CV, el mismo motor que equipa el Renault Clio E-Tech. Un grupo propulsor que presume de poder circular con electricidad el 80 % de las ocasiones, pudiendo reducir el consumo y las emisiones hasta un 40 %. Por lo tanto, no se enchufa.
El grupo motor E-Tech, aunque conocido del Renault Clio, merece que se le preste un poco de atención. Su desarrollo ha necesitado más de 150 patentes y se compone de un bloque de gasolina 1.6 asistido por dos motores eléctricos, uno para mover el coche y otro que hace las veces de generador de arranque de alta tensión. La transmisión no tiene embrague, resulta bastante innovadora. No es un híbrido enchufable, es un híbrido convencional, el enchufable es el motor que tiene el Renault Captur con 160 CV, pero el Arkana ya dispone de un motor con esa potencia y con hibridación suave, así que posiblemente no llegue a la gama.
Respecto al motor mencionado, es el TCe 160, una versión del cuatro cilindros 1.33 desarrollado junto a Daimler, que también se podrá elegir con 140 CV. Además de la hibridación suave de 12 voltios (cuya batería está colocada bajo el asiento del copiloto), también se incluye sistema de parada y arranque, recuperación de energía en deceleraciones y la posibilidad de combinarse con la caja de cambios EDC de doble embrague. No habrá opción diésel, al menos por el momento. Todos los motores se podrán seleccionar para el acabado RS-Line.
Equipamiento y tecnología en la media del segmento
Como cabe esperar, la conectividad y los sistemas electrónicos de seguridad son muchos. La lista es muy completa y no falta nada reseñable, ofreciendo un equipamiento mínimo exigible en un coche moderno. Desde servicios adicionales vía nube hasta cartografía actualizada, personalización de ajustes y detalles como luz ambiental de varios colores.
El nuevo Renault Arkana contará con el ecosistema Renault Easy Connect con servicios accesibles desde la aplicación MY Renault. También tendrá disponible el nuevo sistema Renault Easy Link con conectividad 4G, servicios adicionales de Google y TomTom, información de tráfico en tiempo real, envío de datos de navegación al vehículo desde un dispositivo móvil… según versión, la pantalla tendrá 7 o 9,3 pulgadas.
Para completar el apartado de equipamiento, hay que destacar un sistema más: el Multi-Sense de Renault, que permite personalizar la experiencia de conducción según el estado de ánimo y afectan a la cartografía del motor, la dirección, la iluminación ambiente y la configuración de la instrumentación digital. Hay tres modos seleccionables: ECO, Confort y MySense, que es el modo por defecto. Los últimos modelos de Renault vienen con este sistema de personalización.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".Viendo la foto de perfil me viene a la mente que solo hace falta que bajen la altura al suelo y tachan! tenemos un coche como los de hace 20 años.
Es curioso como está evolucionando esto de los SUV, primero había que parecerse a un todoterreno y ahora quieren parecerse a un coche normal, va a ser cierto eso de que las modas son cíclicas
Esperemos que no ocurra como en EEUU, con la guerra de altura del morro de las camionetas/pick-ups. Desde luego, cuantos mas SUV veo, más me gustan las carrocerías familiares.