Aviar crea el R67, un Ford Mustang por fuera sobre la base del Tesla Model S y toda su tecnología en su interior. Es lo más parecido que existe a un Mustang eléctrico aparte del intento de la propia Ford con el Mustang Mach-E y que no tiene nada que ver con el clásico dos puertas.
Esta fusión en el Aviar R67 monta dos motores eléctricos para dar una potencia de casi 852 CV. Cuenta con el All Wheel Drive System, un sistema que, gracias a que los motores están en cada eje de este coupé, es capaz de regular el control de tracción y torsión en cada rueda en todas las condiciones meteorológicas.
Este biplaza capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en tan solo 2,2 segundos y tiene una velocidad máxima de 250 km/h. Estos motores cuentan con un sonido predefinido simulando el sonido de un motor V8 para dar el pego aún siendo eléctrico. Lleva una batería de 100 kWh para una autonomía de 507 kilómetros en la parte baja del vehículo para la distribución del peso.
Cuenta con suspensión adaptativa por aire. Este sistema mejora la aerodinámica y el manejo a altas velocidades. La altura del cuerpo en fibra de carbono y aluminio del Aviar R67 puede variar entre los 119 mm y los 192 mm según el modo de conducción.
Incluye el acceso sin llave. Los tiradores para abrir las puertas se despliegan y quedan visibles cuando el vehículo nota que hay una llave cerca. También lleva llantas de aleación de aluminio forjado de 20 pulgadas.
En cuanto a la aerodinámica, el Aviar R67 está rediseñado según las últimas tendencias. Cuenta con un alerón trasero que se despliega al alcanzar los 120 km/h, y vuelve a su posición inicial una vez la velocidad haya bajado hasta los 80 km/h. También se despliega si se utiliza el modo Race en vez del Sport.
La mayoría de su interior viene inspirada por el Tesla Model S, especialmente la pantalla vertical en el centro del habitáculo, mientras que las salidas de aire del climatizador están inspiradas en los Mercedes-Benz. El Aviar R67 lleva control por voz, climatizador, las luces en LED, Wi-Fi, conexión telefónica y llamada en manos libres mediante Bluetooth. También incluye las ayudas a la conducción semi autónoma de Tesla.
Laura Salas
Quise ser periodista porque campeona del mundo de motociclismo ya no podía. De pequeña jugaba con los cochecitos de los huevos de chocolate y con cualquier coche que mi padre dejara desprotegido y a la vista. Le rompí la puerta a su miniatura de un Ferrari. Nunca volvió a ser el mismo (el Ferrari). Siempre intento aprender algo nuevo todos los días. Soy curiosa por naturaleza, qué se le va a hacer.COMENTARIOS