Ford nos cuenta que las gamas de vehículos comerciales y turismos con transmisión automática han tenido una tendencia alcista en sus ventas durante los últimos cuatro años, desde 2017. Las conclusiones del estudio han sido claras: una de cada tres ventas de Ford en Europa se trata de un vehículo con caja automática de cambios, aunque la mayoría de los compradores todavía suelen preferir la caja manual.
En concreto, los turismos de Ford con transmisión automática han crecido hasta alcanzar el 31,6 % de sus matriculaciones, frente a un 8,6 % en 2017. En España la cifra era de un 4,6 %, y en 2019 llegó al 18,3 %. Los comerciales crecieron del 13,4 % en 2017 al 31 % a principios de 2020; en España el dato siempre ha sido bastante mediocre, del 7,2 % al 10,5 %. A pesar de todo, tanto los turismos como los comerciales rondan el 70 % de ventas en transmisiones manuales este año si tenemos en cuenta el total.
Los cinco grandes mercados europeos en los que se vendieron más Ford con transmisión automática fueron, por orden de mayor a menor: Alemania, Francia, Reino Unido, España e Italia (en volumen total el 1º, 3º, 2º, 5º y 4º, respectivamente)
Desde Ford aseguran que los tiempos del vehículo de transmisión automática han evolucionado mucho en su faceta tecnológica. En los 50 surgió el Ford-O-Matic, el primer sistema de transmisión automática de la marca, que solo ofrecía tres marchas, pero que tuvo un gran éxito entre Volvo o Jaguar (con las que más tarde integraron la Premier Automotive Group), mientras seguía evolucionando y cambiando de nombre (Cruise-O-Matic). En 1964 se sustituyó por el sistema C4, también de tres velocidades, pero pensado para vehículos más pequeños y potentes.
Una de las transmisiones automáticas más importantes que utiliza Ford es el Powershift, utilizada en modelos como el Focus (primero en tenerla integrada, en 2008), que han sido un 30,9 % de las ventas de vehículos de Ford con el sistema de transmisión automático. El Fiesta (2010), el Ecosport (2012) y el Edge (2016) también fueron modelos que prosiguieron con el sistema Powershift en su interior. Os contamos cómo iba en el Mondeo familiar en 2017.
Ford Powershift es un sistema de doble embrague robotizado, como DSG, TCT, DCT… Está pensado principalmente para disminuir el consumo de combustible (sobre todo en modelos como el Fiesta y el Puma, cuyas últimas generaciones ahorran hasta un 15 % respecto a las anteriores) y la emisión de gases contaminantes, pero además es más compacto que los sistemas convencionales, lo que ahorra hasta un 70 % de peso.
Los ruidos son el principal problema que tiene este sistema, sobre todo en los acoplamientos y desacoplamientos de las velocidades, que han tenido que revisarse y ponerse a punto con el tiempo. En Europa no han tenido problemas con los sistemas Powershift. Al contrario: se ha cuidado mucho ese aspecto, mientras que en EEUU, Canadá o Australia han tenido bastantes casos de ejemplares defectuosos de fábrica.
Ahora, Ford ya ha integrado en el mercado nuevas transmisiones automáticas de ocho o hasta 10 velocidades (solo válidas para modelos de tracción delantera), como por ejemplo en la nueva generación de Ford Focus que se presentó en 2018, en los renovados modelos Galaxy o el Mondeo (ambos de 2019). El Ford Transit ha sido el primer modelo de su segmento comercial en incorporar la transición automática de 10 velocidades heredado del Ranger o el F-150, que está asociada al motor diésel 2.0 EcoBlue HDT de 170 CV.
Ford ha dicho que estas transmisiones modernas reducen el ruido y utilizan el Control de Crucero Adaptativo para arrancar el coche o aparcar con un botón. En algunos modelos también está integrada la aplicación para móvil llamada FordPass, que permite arrancar el motor a distancia con el objetivo de controlar la temperatura del coche antes de su utilización.
Además, la aplicación puede abrir puertas y maletero, recibir alertas por robo de vehículo u otra emergencia, así como comprobar la presión de los neumáticos, la cantidad de combustible o su localización.
La tecnología va a seguir siendo una constante en torno a la conducción de vehículos (movilidad), mientras que el mercado del automóvil mercado se va a especializar en la electrificación y la conducción autónoma, ambas estrechamente relacionadas y puestas a prueba en modelos como el Mustang Mach-E. Este Ford, un SUV 100% eléctrico, pretende reinventar el concepto original del Mustang de las primeras generaciones, dando la posibilidad de ser conducido con un solo pedal y un frenado regenerativo que casi desestima el pedal del freno (pero que seguirá ahí).
En cuanto a lo que se refiere a las ventas, es indiscutible que las transmisiones automáticas se hacen un hueco en el mercado. Sin embargo, al igual que la implementación de la conducción autónoma (que se estratifica por niveles) o de electrificaciones, lo hacen poco a poco, según la tecnología es capaz de adaptarse a las condiciones de seguridad y al contexto socioeconómico.
Una cosa parece clara, los cambios automáticos han dejado de ser para gente que “no le gusta conducir”, o que lleva un modelo caro o potente, o que cuenta con alguna discapacidad. Los clientes que prefieren pasar de la palanca convencional y el pedal de embrague continúa aumentando, aunque también hay que recordar que cuando la opción manual es minoritaria los fabricantes dejan de desarrollarla y no se sigue vendiendo, lo que contribuye a tirar hacia arriba la cuota de automáticos.
Enrique Delgado
Terminando la carrera de audiovisuales y empezando en el mundo del periodismo con el espíritu de aprender sobre motor. Siempre tengo un ojo para lo que ocurre en el mundo y otro en absorber todo el conocimiento que pueda sobre él para escribir literatura, mi hobby personal.COMENTARIOS