¿Alguna vez os ha pasado que estabais buscando algo y lo tenías justo en casa? Lo normal es que sean unas llaves, un paquete de pañuelos o alguna cosa de índole similar. Pero al granjero estadounidense John Grafelman le pasó con algo un poco más importante, concretamente un Ford Mustang Boss 302 de 1969 que fue propiedad de Larry Shinoda, el creador de esta máquina.
Grafelman, residente en Peoria, Illinois, era propietario de este Mustang tan especial sin siquiera saberlo. El coche lo compró a un particular a través de un periódico local en 1976. El hombre mayor que se lo vendió le dijo que ese coche tenía algo de historia, pero sin entrar en detalles. Para muchos pasaría por alto como cualquier otro Boss 302, pero presenta algunos detalles que lo hacen un tanto más especial. Por ejemplo, los listones de la luneta posterior no son de serie.
Y es que, con el paso del tiempo, los Ford Mustang de primera generación han ido cotizándose, de la misma forma que la información sobre ellos. Grafelman siguió descubriendo características únicas en su pony car. El alerón montado en el maletero no se ajustaba al molde de una unidad de producción, siendo más ancho y grueso y con los pilares más juntos entre sí con un acabado cromado. Y luego estaba la suspensión, que mostraba un conjunto algo más bajo de lo normal.
La suspensión de este Mustang Boss 302 tan particular fue desarrollada por Kar Kraft, el taller de Ford encargado de la fabricación de coches de carreras profesionales, prototipos y modelos de alto rendimiento
Otro detalle que difería con el modelo que llegó a las calles eran las tomas de aire falsas situadas tras las puertas. En su Boss 302 esta característica no aparece; es un diseño más limpio. Las líneas negras decorativas eran otra incógnita. Parecen corresponder con el modelo de 1969, pero sin la demarcación “Boss 302” escrita. En uno de los libros consultados vio una imagen del prototipo junto con Shinoda. Las rayas eran las mismas, pero los cuartos traseros aún no se habían tocado.
Luego está la toma de aire del capó. Conocidas como “Shaker”, estas sobresalen por un hueco en la chapa, y era una opción en 1970; en su primer año en el mercado se comercializó con un capó liso. Dentro, el volante Momo de tres radios tampoco concordaba, y ponía “LB” en la bocina. En el volante del Corvette de 1963 de Shinoda aparecían las letras “LC”, lo que podría representar “Corvete’s Larry” (el Corvette de Larry). Entonces, “LB” podría significar “Larry’s Boss”.
Lawrence “Larry” Shinoda fue un destacado diseñador estadounidense, encargado de crear algunos coches icónicos como el Chevrolet Corvette Sting Ray de 1963 y el Ford Mustang Boss 302
Tras dos años de uso y algo más de 11.000 kilómetros, John lo guardó en uno de sus graneros. No era cómodo meter y sacar la sillita del bebé de los asientos traseros. Aunque Grafelman no conocía la historia detrás del automóvil, él y su familia siempre se refirieron al coche como “su edición especial Mustang”. Shinoda siempre se preguntó qué pasó con su antiguo prototipo. Vendió el coche a su sastre en Brighton, Michigan, entre 1970 y 1972, y eso fue lo último que supo de él.
Cuando Garafelman adquirió el Mustang, el anuncio lo describía como un “Cobra Jet de 1969”. Pensó que era un Mach 1 con un motor 428 Cobra Jet asociado a una transmisión automática. Tenía cerca de 110.000 km. Casualidades de la vida, hace 12 o 13 años, su hijo Jason visitó algunos lugares de venta especializados en California preguntando por el Mustang de su padre. El dueño de una de ellas tenía una foto de Boss 302 de Shinoda con sus dos hijas, Karen y Lisa.
El Ford Mustang nació en 1964, y ha conseguido el estatus de icono, siendo un habitual en el mundo del cine y de numerosas ediciones especiales, e incluso prototipos desconocidos
Grafelman inició entonces una investigación para determinar si era dueño o no del Ford Mustang Boss 302 de Shinoda, pero este falleció en 1997 sin saber que su prototipo aún seguía vivo. Su dueño actual planea mostrarlo tal y como está para que todos puedan ver las características que lo hacen ser tan especial. Después de varios eventos, será restaurado a su condición original. Si te interesa, la historia completa del caso se puede ver en la revista Automobile.
Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.COMENTARIOS