Hace unos días os hablamos acerca de un coche un tanto inusual. Inusual porque era la propia marca la que pedía ayuda públicamente al desconocer los detalles sobre este Ford Mustang construido como prototipo en 1966. A parte de la fecha de la toma de las fotografías y de la ubicación de dónde estaban hechas (Estudio Internacional de Dearborn, Michigan), no se conocían muchos más detalles de esta peculiar creación.
Lo que más ha desconcertado es el hecho de que este concept car se desarrolló a principios de 1966 utilizando lo que es la base de un Mustang de ese mismo año, lo que descartaba al Mach 2 fabricado con una plataforma de 1967. Las aletas posteriores del famoso pony car son obvios, pero falta el resto de la carrocería. Un frontal afilado y el parachoques cromado le otorgan una apariencia similar al Corvette, al igual que el propulsor de ocho cilindros en uve tras los asientos.
Gracias a un brillante trabajo de investigación por parte de Jason Torchinsky, redactor jefe de Jalopnik, uno de los documentalistas de Ford presentó información relevante. Según Ted Ryan, director del departamento Ford Archives y Heritage, las imágenes del Mustang de motor central que vimos la semana pasada es en realidad un “estilo negs” (abreviación de negativo). En otras palabras, fotos de diseños y proyectos en desarrollo que se almacenaban como negativos.
Desde principios de los 50, los diseñadores de Ford fotografiarían y clasificarían sus proyectos activos. Todos ellos se categorizaban con un número S-XXXX, siendo este Mustang el S-9955-1
Después de pasar las fotos a algunos exdiseñadores que trabajaron en la firma del óvalo azul en los 60, tanto ellos mismos como Ryan llegaron al consenso de que el misterioso Mustang, probablemente, esté relacionado con el concepto Mach 2 lanzado en 1967, pero de una forma un tanto distinta. De lo que se trata es de una maqueta iniciada en el departamento de ingeniería para determinar el embalaje de un posible Mustang de motor central, lo que derivaría en el Mach 2.
Ryan también mencionó que, a su documentalista de referencia, Jamie Myler, se le asignó el caso. De hecho, fue Myler quien sospechaba que era el Mach 2, a pesar de los sellos del potro americano aún evidentes en los costados y la zaga. Este se puso en contacto con Jim Farrell, un hombre que actualmente tiene acceso a la colección de fotos negativas de Ford. Estas imágenes se encargaban de documentar proyectos y trabajos en la casa desde la década los 50 hasta los 90.
Sin embargo, aunque las fotos sobreviven, el índice original de las mismas se destruyó en una inundación. Afortunadamente, Ryan ha explicado que, siempre que tengan una fecha, generalmente pueden identificar cualquier vehículo, ya que todas tienen números y estos son cronológicos, en este caso S-9955-1. Esto significa que la maqueta de motor central pertenece la primera serie de la colección de negativos S-9955, la cual tiene más de 350.000 imágenes.
Uno de los diseñadores, Bud Magaldi, le escribió a Ryan diciendo que, efectivamente, era el Mach 2. Y Magaldi es creíble porque él mismo estaba trabajando en el proyecto. Aparentemente en ese momento, era algo secreto que se realizaba en el sótano del estudio de diseño. “No estoy seguro de cuántas personas lo sabían, ya que estaba en mi segundo año del programa de capacitación y estaba trabajando horas extras en el proyecto haciendo trabajos detallados, letras, propuestas de ruedas, gráficos, etc.”, dijo Magaldi.
“El diseñador del proyecto fue Jerry Morrison, y el ingeniero del estudio fue Bob Huzzard, creo que fue el vicepresidente de diseño Gene Bordinait quien quería hacer este coche”. Si miramos atentamente a las fotos de el misterioso prototipo y del Mach 2, se aprecian varias similitudes: el parachoques en ambos casos es el de un Mustang de serie, así como los intermitentes. La toma de aire inferior también coincide, así como la arqueada sección frontal en su forma esencial.
Entonces, podemos llegar a la conclusión de que el –ya no– olvidado Mustang de motor central fue un estudio de ingeniería para lo que se acabaría convirtiendo en el prototipo Mach 2 de 1967. Una pena que jamás llegase a producción, porque luce un aspecto increíble. No lo imagines como un sustituto de lo que podría haber sido el Mustang, sino como un modelo complementario de la familia. Si ya tenemos un SUV eléctrico, ¿por qué no un deportivo de motor central?
Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.COMENTARIOS