El 8 de junio de 1948, justamente hace 70 años, obtenía su permiso de circulación el Porsche 356 Roadster nº 1, y ayer para celebrarlo, la marca de Stuttgart nos desvelaba un prototipo inspirado en este mítico descapotable para conmemorar este aniversario: el Porsche 911 Speedster Concept, un prototipo perfectamente funcional, aunque sin planes -de momento- de que sea comercializado.

La tradición descapotable de la marca viene de lejos, concretamente desde 1952, cuando nació el Porsche 356 1500 America Roadster -todavía no se llamaba Speedster-. Con una carrocería de aluminio fabricada completamente a mano, lograba aligerar el peso del 356 Coupé en 60 kg. Se desarrolló en exclusiva para el mercado estadounidense y sólo se fabricaron 16 unidades. El 356 A 1500 GS Carrera GT Speedster de 1957 fue el que comenzó la saga “Speedster”, hasta que en 1988 llegó el primer 911 Speedster. Las 356 unidades del 911 Speedster producidas para la serie 997 en 2010, fueron las últimas versiones descapotables fabricadas hasta el momento. Hasta ese año, se han creado ocho series y modelos especiales diferentes con ese apellido en la trasera.

Volviendo al prototipo, la base de partida no ha podido ser mejor. Han tomado el motor y chasis de un 911 GT3, y la carrocería del 911 Carrera 4 Cabriolet, al que han realizado todos los cambios. La filosofía Speedster obliga a reducir al mínimo el peso del vehículo, así que se elimina cualquier pieza superflua. Comenzando por el techo, se elimina y no se pone ninguna capota. En su lugar se ofrece una cubierta de lona que se fija mediante unas cintas, para protegerlo de la lluvia, en caso de seamos tan desconsiderados de dejar semejante belleza a la intemperie. Lo siguiente que se eliminó fueron los sistemas de navegación, audio y climatización, totalmente prescindibles en un vehículo de estas características. Los asientos se han descargado de peso, siendo realizados en fibra de carbono, aunando rigidez y ligereza.

Cómo no, la carrocería debía aligerarse también. El marco del parabrisas es ahora más pequeño y más inclinado, lo que no ahorra mucho peso, pero queda más bonito, asemejándose más al 356 Roadster. Las aletas, el capó delantero y la cubierta trasera han sufrido un tratamiento de adelgazamiento a base de fibra de carbono, lo que le despoja de algún kilito más.

En la parte de diseño, encontramos muchos detalles con reminiscencias del pasado que podríamos calificar tal vez como neorretro. Para empezar, a los faros delanteros se les ha dado un tratamiento translúcido con forma de “X”, para recordar aquellos tiempos de competición en los que se encintaban los faros por si saltaba alguna piedra, y que así no se hiciesen añicos. La cubierta trasera que esconde la estructura antivuelco, es otro ejemplo, con esa característica doble cúpula. La tapa del depósito en el centro del capó, con las anillas de apertura, los retrovisores con forma de bala, la pintura tritono, con el frontal blanco, el arco y parabrisas en negro y el resto en gris, o las llantas Fuchs monotuerca de 21”. Son pequeños detalles que contribuyen a reforzar la fusión del pasado y el presente de Porsche en este modelo.

En cuanto a motor, qué decir del 6 cilindros bóxer del 911 GT3: 500 CV a 8.250 rpm, 460 Nm de par a 6.250 rpm, unido a una caja manual de 6 marchas y tracción trasera, espíritu RACER en estado puro.

Respecto a su comercialización, la marca ha dicho que tiene planeado tomar una decisión sobre su salida al mercado en los próximos meses, así que habría que esperar hasta 2019 para una posible presentación del modelo de producción. Si queréis ver en vivo este y otros modelos míticos de Porsche, la marca ha organizado una exposición muy especial en su museo, que se inauguró ayer, llamada “70 años de deportivos Porsche” y que se mantendrá hasta el 6 de enero de 2019. Una buena excusa para visitar Stuttgart.

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