Aquella subasta histórica en Stuttgart, donde un Alas de Gaviota Uhlenhaut se vendió al mejor postor tras una oferta final de 142 millones de euros, destronó al que ostentaba el primer lugar en la lista de los coches más valiosos: un Ferrari 250 GTO. Luego de aquel evento de mayo de 2022 en la casa matriz de Mercedes-Benz, se dio una serie de subastas millonarias con el Cavallino Rampante involucrado. A saber: un 410 Sport Spider 1955 en 22 millones de dólares y un 250 GTO 1962 en 51,7 millones.
Todos clásicos. Ese es el común denominador de esos casos. Por eso adquiere una notoriedad especial el antecedente más inmediato, localizado, como no podía ser de otra manera, en la Semana del Automóvil de Monterey. Tan impresionante como la cifra es la condición de este ejemplar que ha quebrado la norma, porque las ocho cifras que se pagaron no se fundamentan en el ser clásico que genera la revalorización a medida que va pasando el tiempo y, por su historial, se va volviendo cada vez más único.
No hay manera de que por un Ferrari se pague más de 25 millones y no sea un clásico como los mencionados, a menos que el coche en cuestión sea un Daytona SP3 irrepetible. Aquí no hay historial que sustente tamaño monto, sino un propósito específico para un destino marcado desde el momento de su creación. Un trabajo realizado por el departamento de personalización de la marca italiana, Tailor Made, para obtener como resultado el Ferrari Daytona SP3 599+1, el que jamás estuvo en los planes de producción en serie, sino que fue fabricado para interrumpir la lógica en el mundo de las subastas.

Se trata del Ferrari nuevo más caro en la historia de las subastas, ni más ni menos. Vendido en 26 millones de dólares unos –22,3 millones de euros al tipo de cambio actual–, este Ferrari inédito es ahora el 13° ejemplar más valioso en el ranking de subastas de automóviles, posicionándose detrás de los 12 clásicos que lo preceden. No siempre ofertas por un coche, ganas la subasta y recibes la documentación de un vehículo cero kilómetro como si se tratase de una compra en concesionaria. Este es uno de esos peculiares episodios.
Como si todo esto fuera poco, tres datos más engrandecen su hito consumado. Por un lado, este Daytona acabó siendo diez veces más costoso que lo que salió el modelo de serie, vendido en su momento por 2,25 millones de dólares. Lo notable –acaso el dato que lo deja mejor parado– radica en que su valoración inicial era de apenas 3,5 millones. Quien lo adquirió, evidentemente se ha cansado de pujar, como lo demuestra el vídeo oficial, pero finalmente ha ganado una verdadera batalla. Por último, podría haberse convertido en el 12° más valioso de las subasta, ya que la diferencia con el duodécimo, un Ferrari 275 GTB/C Speciale 1964 vendido hace 11 años –sí, en el mismo evento californiano–, es de solo 400.000 dólares.
Su placa identificatoria es para este Ferrari inédito el sello de originalidad que confirma la serie de especificaciones especiales: una tela hecha con neumáticos reciclados y la fibra de carbono que la escudería aplica en su coche de Fórmula 1 SF-25, en este caso para el salpicadero y la columna de dirección, destacan por sobre todas las modificaciones, a las que se agrega una carrocería en bitono negro y amarillo de carbono expuesto y el emblema en Giallo Modena.
Mauro Blanco
Veo arte en los coches y en sus diseños una potencia que va más allá de las cifras. Ex conductor de Renault 12 rojo modelo 1995 de épicos e imprevisibles episodios, al que recuerdo por la hostilidad de su volante, pero, sobre todo, por nunca haberme dejado en el camino.COMENTARIOS