Si piensas en coches desde que te levantas hasta que te acuestas, si viciabas como yo al primer Gran Turismo… prepárate, porque Chevrolet te va a dar un alegrón con dos conceptos nuevos para el Corvette. A saber: el CX y el CX.R Vision Gran Turismo. No es un ejercicio de marketing, y ni de lejos un coche que vayamos a ver en el concesionario el próximo siglo porque son nada más que ideas, visión del futuro y músculo condensados en un proyecto virtual que deja claro que Corvette sigue siendo la referencia en diseños peculiares.
Estos dos concept cars se presentaron en The Quail, a Motorsports Gathering en Monterey, California para homenajear a los más de 70 años de historia del Corvette y explorar hacia dónde podría dirigirse la marca en el futuro.
La idea de Chevrolet no es solo enseñar un prototipo bonito, sino probar los límites del diseño y la tecnología sin las restricciones de la producción hoy en día mientras se da manga ancha a los diseñadores jugar con la aerodinámica activa, los sistemas de propulsión híbridos eléctricos y una interacción con el conductor que mezcla lo tangible con lo digital. El futuro de Corvette es rápido, eléctrico, técnico y, por supuesto, profundamente adictivo para cualquiera que sienta verdadera pasión por los coches.
Corvette CX: Futuro eléctrico, pero con raíces americanas
El CX es la versión futurista del Corvette que la marca sueña que podríamos tener en la calle dentro de unos años aunque de momento solo exista como concepto. Si miras la carrocería, lo primero que notas es que es un Corvette: tiene el morro adelantado, la línea horizontal que separa la parte superior de la inferior del coche y los característicos pilotos traseros dobles están ahí heredados de generaciones anteriores. Todo cambia cuando te acercas y ves el detalle que delata que esto no es un Corvette de los de siempre: el canopy tipo caza, los canales de aire integrados y los difusores activos que ajustan la carga aerodinámica en tiempo real lo delatan. Está todo pensado para que, en pista o carretera abierta, el CX tenga un agarre y estabilidad que ningún Corvette convencional podría soñar.

Bajo la carrocería cambian todavía más cosas porque El CX es un superdeportivo eléctrico con tracción total, cuatro motores independientes (uno por rueda) capaces de generar más de 2.000 caballos, y vectores de par individual que permiten jugar con la transferencia de fuerza en curva como si tuvieras magia en los dedos. La batería de 90 kWh va en el chasis para mantener el centro de gravedad bajo y repartir el peso de manera óptima entre ambos ejes. Es un ejercicio de ingeniería que combina brutalidad en línea recta con precisión quirúrgica en las curvas, y que además incorpora sistemas activos de aerodinámica para ajustar la presión aerodinámica sin que tengas que tocar nada.
Por dentro, el CX sigue la misma línea de tenerlo todo enfocado en el conductor. El canopy se abre automáticamente al acercarte, y dentro, los asientos tipo bucket en Inferno Red te sujetan mientras pasas por curvas a fuerzas g que te recuerdan que esto no es un GT normal. Los materiales premium como cuero de silicona, aluminio mecanizado y fibra de carbono de bajo brillo refuerzan la sensación de estar en un coche hecho para rendir al máximo. El parabrisas digital se transforma en un display envolvente que ofrece información de rendimiento en tiempo real, mientras que todos los controles importantes están integrados en el volante, para que tus manos nunca pierdan contacto con el tacto de la carretera.
El CX no es solo un prototipo eléctrico porque es la reinterpretación de lo que un Corvette puede ser en la era de la electrificación, sin perder ni un ápice de identidad americana y deportiva. Es un equilibrio entre tradición y tecnología que hace que te plantees si el futuro ya ha llegado, aunque todavía no puedas conducirlo fuera del concept show.
CX.R Vision Gran Turismo: De la pista al videojuego
Si el CX es el arte de la calle, el CX.R Vision Gran Turismo es el artista de la pista. Chevrolet ha cogido el diseño del CX y lo ha llevado al extremo para crear un coche de carreras que rinde homenaje a la saga Corvette Racing de los últimos 25 años y, de paso, lo hace accesible para millones de frikis del motor virtuales gracias a Gran Turismo 7. La carrocería es más baja, más agresiva, con aerodinámica activa ampliada y un esquema de colores amarillo y negro que remite directamente a los GT de competición históricos. Cada línea y cada apéndice aerodinámico tiene una función: maximizar carga aerodinámica, mejorar el paso por curva y reducir peso.

El interior refleja la filosofía más pura de la pista: los materiales ligeros, el carbono crudo, las inserciones de espuma recubiertas de gamuza para mejorar el agarre y un diseño pensado para resistir las fuerzas que el CX.R VGT puede generar. Los asientos tienen incorporados unos refuerzos extra en hombros y cabeza para recordarte que aquí no hablamos de comodidad para el día a día, sino de soportar aceleraciones y frenadas que pondrían a prueba a cualquier humano.
El sistema de propulsión es una locura que mezcla lo eléctrico con lo mecánico. Un V8 biturbo de 2.0 litros montado en posición central genera hasta 900 caballos y gira hasta las 15.000 rpm, mientras que tres motores eléctricos entregan torque instantáneo y empujan la potencia total hasta los 2.000 hp. Además, funciona con e-fuel renovable porque el futuro de Corvette también puede ser sostenible sin renunciar al ruido, las revoluciones y la sensación de un V8 (cosas que un eléctrico no te da, por más que se empeñen algunos en meter ruidos sintéticos. La transmisión es un doble embrague de 8 velocidades, que asegura cambios rapidísimos para aprovechar cada caballo disponible.
Este coche no es solo un espectáculo de diseño y potencia porque también es un laboratorio de ideas que los ingenieros de Chevrolet pueden probar de manera virtual antes de trasladarlas a futuros modelos reales. Cualquier fan del motor puede subirse a estos prototipos, experimentar cómo sería conducir un Corvette de última generación en circuito y sentir de primera mano la visión que la marca tiene para la próxima década gracias a la colaboración con Polyphony Digital y Gran Turismo 7.
Lo que significa para los aficionados y la industria
La combinación de tradición, innovación eléctrica y tecnologías de pista crea un mensaje especial: que la marca estadounidense quiere seguir siendo relevante en la era digital y eléctrica, pero sin perder su alma. Cada decisión de diseño, cada sistema de propulsión y cada pieza de aerodinámica activa refleja que el Corvette del futuro será más rápido, más técnico y más conectado que nunca.
Estos conceptos no son solo coches de exposición porque son inspiración pura y ejercicios de creatividad sin límites que muestran lo que podría llegar a ser la conducción deportiva en la próxima década. Para la industria, representan el desafío de combinar rendimiento extremo, electrificación y experiencia de usuario de manera que un coche siga siendo emocionalmente excitante, no solo tecnológicamente impresionante. La integración con videojuegos como Gran Turismo también subraya una tendencia creciente: los coches modernos viven tanto en la realidad como en lo virtual, y Corvette está decidido a dominar ambos mundos.
Jose Manuel Miana
Ando loco con los coches desde que era pequeño, y desde entonces acumulo datos en la cabeza. ¿Sabías que el naufragio del Andrea Doria guarda dentro el único prototipo del Chrysler Norseman? Ese tipo de cosas me pasan por la cabeza. Aparte de eso, lo típico: Estudié mecánica y trabajé unos años en talleres especializados en deportivos prémium.COMENTARIOS