Cinco momentos en la vida del Volkswagen Polo, el compacto que festeja 50 años

Cinco momentos en la vida del Volkswagen Polo, el compacto que festeja 50 años

Un repaso por novedades que el popular hatchback nos ha dejado a lo largo de sus cinco décadas


Tiempo de lectura: 7 min.

“Gracias Polo”, leíamos meses atrás desde Pamplona. Los empleados de la planta de Navarra despedían así al compacto, marcando el fin de una era, de cuatro décadas ininterrumpidas traducidas en casi la mitad de la producción total. El fin de una era, pero no el fin de la leyenda, porque contra todo pronóstico y toda especulación generada a partir de dicha noticia, Kai Grünitz, jefe de Desarrollo de Volkswagen, poco tardó en salir a desestimar cualquier posibilidad de desaparición.

El Volkswagen Polo no se podía extinguir, habría sido injusto que se apagara su popularidad, más allá de cierta merma que se haya podido registrar. Afortunadamente para su supervivencia, la plataforma MQB continúa, las ventas de los eléctricos han bajado y las normativas de emisiones europeas se han estado mostrado algo más flexibles. Todo esto le ha significado un combo como para no sólo garantizar su continuidad, sino también para ir por más. Grünitz habló de “actualización extensa” de cara al 2026 y no podíamos esperar menos justo cuando el ícono festeja sus 50 años. No, no se podía extinguir justo en su 50° aniversario.

No nos abstraemos de la celebración del fabricante alemán, una celebración por partida doble, de acuerdo a todo lo dicho anteriormente. Digamos que, en un repaso por lo más importante de su historia, la noticia de la certeza de que habrá Polo para unos años más será vista en un futuro como uno de los momentos más importantes. Ya es, de hecho, un momento digno de anotarse en la línea temporal junto a estos cinco que he seleccionado y que lo preceden, que no necesariamente tienen que ver con cómo el hatchback ha ido evolucionando en materia de equipamiento y tecnología, aunque sí van ordenados cronológicamente.

Volkswagen Polo 1st (1)

1) El comienzo hacia un éxito inmediato

Compacto y rendidor. El primero Volkswagen Polo nació bajo los lineamientos de la época, tal como lo había hecho el Golf un año atrás. El amplio portón con su amplia luneta era también una característica de los modelos del segmento. De hecho, a la primera generación se la considera una alternativa al Audi 50, con un valor de 3.600 euros. La punta de lanza fue un motor inferior al litro –900 cc– que enviaba a las ruedas delanteras una máxima de 40 caballos. Siempre me han generado admiración estos pequeños de tres puertas. Eficientes y una hermosa sobriedad en diseño. El éxito se tradujo en cientos de miles de entregas hacia el millón de ventas registrado en los primeros años de la segunda generación.

Volkswagen Polo 2st

2) “Polomanía” a todo color

La entrada de la tercera generación significó la propuesta de uno de los diseños más sólidos y en Europa se vivió una suerte de polomanía por el estreno de la saga más colorida. La aparición de unos 20 ejemplares del Polo Harlekin suscitó una notable reacción de la demanda, que hizo que los alemanes iniciaran con una producción de mil unidades en 1995 y se extendieran a más de 3.800 hasta 1997.

Con el Polo III, Volkswagen materializó lo que había insinuado en publicidades de los años sesenta que daban difusión a su oferta de piezas intercambiables. Treinta años después de aquella campaña con el Beetle, el Arlequín se hizo real cuando el Polo salió al mercado con una combinación de cuatro colores adoptados de la configuración por bloques, cada uno de los cuales se identificaba con un color. Tomando de base el techo y el pilar trasero, se prepararon patrones por defecto y se distribuyeron los tonos Rojo Flash, Amarillo Ginster, Verde Pistacho y Azul Chagall, además de por la sección mencionada, por las puertas, la compuerta, los guardabarros y el capó.

 

Volkswagen Polo GT1 (1)

3) El primer Polo GTI

Tuvo su merecido tributo en 2023 con el lanzamiento del Edition 25 y aquí nuestro reconocimiento. Luego del antecedente del Polo GT G40 de 1987, las siglas más famosas del fabricante alemán se estrenaron en el Volkswagen Polo en 1998, con una tanda limitada en cantidad y en tipo de carrocería: disponible únicamente en hatchback de tres y cinco puertas, las 3.000 unidades no tardaron en agotarse.

No fue una versión de serie, sino, insisto, una edición limitada fabricada justo antes del lavado de cara. Motor 1.6 de 16 válvulas, potencia de 120 CV, llantas de aluminio de 15 pulgadas e intermitentes, blancos, algunas características que lo identificaban. Con el restyling para el 2000, el Polo GTI aumentó a 125 CV y pasó a ser, ahora sí, un acabado más dentro de la gama. Y hablando del restyling

Volkswagen Polo 3st restyling (3)

4) El lavado de cara de 1999

El 6N2 no podía faltar en este recorrido. La actualización para el nuevo milenio elevó la vara de la tercera generación considerablemente. El Polo que se desarrolló en 1999 fue mucho más completo. Una variedad de novedades recibió el modelo 2000, necesaria para mejorar la competencia frente rivales del segmento como el SEAT Ibiza y el Skoda Fabia.

En el frontal se optó por una asimetría entre los faros, la parrilla y el logotipo, y el paragolpes pasó a contar con tres aperturas en lugar de una sola. En la zaga se despejó el portón, se modernizaron los pilotos y hasta se cambió la insignia “POLO”, que, debo decir, me gustaba más cómo le quedaba antes del restyling.

La vía delantera se ensanchó y los que contaban con potencias superiores a 75 CV recibieron frenos de disco en las cuatro ruedas. Se aumentó la rigidez y se reforzó la suspensión con nuevos soportes de amortiguación. Pero fue en dos apartados donde dio un importante salto. Por un lado, el interior pasó a tener una cabina notablemente modificada, mejorada en calidad de materiales, en la distribución de comandos y en la renovación de los instrumentos. Por el otro, la seguridad: con el modelo 2000, el Volkswagen Polo introdujo las bolsas de aire y los frenos ABS de manera estándar y pasó de tres a cuatro estrellas en la prueba del Euro NCAP.

Volkswagen Polo R WRC (3)

5) Campeón del Mundial de Rally cuatro veces y en fila

El francés Sébastien Ojier, el piloto estrella de la marca alemana, es el segundo máximo ganador del WRC con ocho títulos, de los cuales cuatro los obtuvo con el Volkswagen Polo. El Rally de Montecarlo de enero del 2013 fue el comienzo de la época más gloriosa del compacto en el deporte de motor. Basado precisamente en el modelo de calle de la quinta generación, este camino lo recorrió con un motor 1.6 unido a una caja secuencial de seis velocidades mediante la cual enviaba 315 CV a sus cuatro ruedas. Un campeón de las carreras, pero también de la carretera, porque el Volkswagen Polo R WRC también se lanzó para el cliente. Fue la versión conocida como Polo R WRC Street, que contaba con motor TSI 2.0 de 220 CV.

A esta selección deliberada, se pueden sumar muchos más momentos, como la diversidad de ediciones que fue presentando a lo largo de sus 50 años y la digitalización introducida con creces a partir de la quinta generación. ¿Qué otros recuerdos y sucesos del Polo se les vienen a la mente?

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Mauro Blanco

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cacho_perro
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cacho_perro

Recuerdo el Polo de 1ª generación, fue muy popular por mi zona… y por cierto, teníamos la frase de “está más tieso que un Polo”, pues esos primeros Polos eran realmente espartanos en equipamiento, prácticamente no podían equipar casi de nada (ni dirección asistida siquiera, mucho menos aire acondicionado…). Eso sí, la versión con compressor (G40) era todo un “juguete”…

Javi Martín
Editor

El que más recuerdo yo es el Polo Classic. Mi tío –y padrino– tuvo uno de color blanco y recuerdo perfectamente un día –aunque no recuerdo que edad tendría– que quise quitar el freno de mano en lugar de dejar que lo hiciera mi tío. Obviamente, no tuve la fuerza para hacerlo, así que mi tío decidió hacerlo él, pero con sin que yo quitara la mano. Me dolió horrores el dedo gordo durante un rato lol


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