Negar lo evidente es de necios. Los SUV, en su concepto, han acertado de lleno ofreciendo aquello que buscan los usuarios actuales y aunque a muchos no les guste, hay que reconocer que algunos modelos tienen sus argumentos interesantes. Por lo general, los SUV no gustan a los aficionados, o al menos a una gran parte de ellos, aunque personalmente, creo que es más por “cansinez” de ver estos coches por doquier, que por motivos algo más tangibles. El SUV, como concepto de coche, no está equivocado, pero no vamos a entrar en eso ahora.
De hecho, los SUV tienen tanto éxito que los coches más vendidos en Europa son SUV. En España, sin ir más lejos, el coche más vendido en 2021 fue el SEAT Arona, el B-SUV de la firma de Martorell, del que se matricularon un total de 21.946 unidades y que hemos tenido en el garaje durante una semana para poder comprobar si hay motivos para esa buena aceptación en nuestro país. Bueno, para saber los motivos y para ver que tal va el restyling del modelo, porque recordemos, el Arona se renovó hace muy poco y todavía no le había podido echar el guante.
SEAT llegó un poco tarde a esta fiesta de los SUV, pero desde que puso en circulación el Ateca, no ha parado de vender unidades hasta el punto de rozar, 12 años después, el millón de unidades. El Ateca fue uno de esos coches que lograron unas ventas, desde el primer momento, arrolladoras. Todavía lo recuerdo como si fuera ayer, se presentó en el año 2016 y se inspiraba claramente en el SEAT León, del que tomaba prestada plataforma y muchos elementos mecánicos, después de haber visto algunos adelantos como el SEAT IBX Concept.
El éxito del Ateca y el potencial que comenzaban a presentar los pequeños SUV urbanos, llevó a lanzar el SEAT Arona, que imitando a su hermano mayor, tomaba prestadas muchas cosas de su equivalente, el Ibiza, al que ha superado en ventas sin mucho esfuerzo. Y eso que es más caro y tampoco es mucho más grande que el utilitario. Aunque tampoco podemos decir que sea un coche pequeño, porque estos coches del segmento B, sobre todo lo SUV, superan en tamaño a muchos compactos de los años 90, como ya hemos comentado en alguna ocasión. Esto quiere decir, que se pueden usar perfectamente como único coche sin que se eche en falta mucho más. Y si además, es un SEAT Arona FR con el motor 1.5 TSI de 150 CV, las cosas juegan todavía más a favor del pequeño SUV de SEAT.
Por fuera los cambios apenas se notan, dentro es otro cantar
La renovación del Arona se dio a conocer a finales de 2021, apostando por no cambiar en exceso el modelo, pero adaptando a las nuevas tendencias otras cosas que ya empezaban a notarse “viejas”, como la pantalla integrada en el salpicadero. Obviamente, la marca también busca seguir con la senda que llevan con el coche, del que han vendido ya más de 430.000 unidades en todo el mundo desde que se puso a la venta por primera vez, una cifra respetable que demuestra nuevamente el acierto que han tenido con este coche.
Cuando se presentó el restyling del modelo, destacaba principalmente por el cambio que había dado el habitáculo, que cambiaba completamente, pero no tanto el exterior, con cambios mínimos. Una sensación que se mantiene cuando tienes el coche en vivo, sobre todo en esta versión que nos dejaron desde la marca, que prescinde de los nuevos antinieblas colocados en el paragolpes y que, personalmente, me gusta más que esta. Ofrece una mirada diferente que me llama mucho más la atención. Y eso que el Arona FR no es un coche feo, es más, aunque no es un coche que luzca un diseño rompedor, la gente te mira al pasar, lo que significa que las formas del coche funcionan.
Dejando a un lado algunos detalles de acabado típicos del segmento B (paneles de las puertas de plástico duro, falta de adornos y algunos detalles en las puertas traseras, crujidos en algunos lugares…), debo reconocer que me gusta mucho el tratamiento que han implementado en el panel superior del salpicadero, tanto por aspecto como por tacto. El Grupo Volkswagen siempre ha sabido cómo trabajar los plásticos interiores y SEAT se aprovecha de ello con muy buen tino. Sigue sin convencerme, por más que lo veo en infinidad de coches, la pantalla del equipo multimedia sin integrar en la consola central, parece un postizo que se ha puesto después de haber terminado el diseño. Al menos se conservan algunos mandos físicos, como el climatizador y algunos mandos a los lados del selector de cambio.
Todo lo demás se gestiona desde la pantalla, que cuenta con un funcionamiento rápido y relativamente sencillo, pero obliga a apartar la vista de la carretera para saber dónde estás poniendo el dedo. Sin embargo, y al contrario de lo que hacen otros fabricantes, en el SEAT Arona no hay que estar constantemente toqueteando para volver a poner la configuración que habían dejado cuando aparcaste el coche y eso es algo que me gusta mucho. Si aparcas el coche con el modo ECO, cuando lo pongas en marcha seguirá el modo ECO activado. ¡Gracias! De todas formas, para cambiar entre modos no hay que hacer nada sobre la pantalla si no queremos, basta con pulsar el botón que hay junto al selector del cambio identificado con la leyenda “MODE” hasta llegar al modo que queréis activar.
Otra de las cosas que me han gustado del SEAT Arona es la posición al volante y el tacto de los pedales. Te encuentras cómodo desde el primer momento, resulta súper sencillo encontrar la postura que más te guste y el coche genera confianza igual de rápido. Lo único que cambiaría, y no solo en este coche, sino en muchos otros, son las levas que lleva incorporadas el volante para manejar el cambio. Son pequeñas y están muy pegadas al volante. Prefiero que vayan colocadas en la caña de dirección, pero ya que se colocan en el volante, al menos hacerlas un pelo más grandes. Respecto a los pedales, la verdad es que se agradece encontrar un coche con un tacto que no sea pura mantequilla. Por lo general, todos los fabricantes tienen a poner pedales de accionamiento demasiado blando, pero el Arona, por el contrario, era tirando a firme y eso además de ofrecer una buena sensación de calidad, permite actuar sobre los pedales de forma más cómoda y más gradual. Es más sencillo graduar con eficacia un acelerador que esté tirando a duro, que uno que vaya por el camino contrario.
Mejor a punta de gas que pisando a fondo
La marca nos cedió un Arona FR 1.5 TSI con 150 CV, un motor que viene asociado al cambio DSG de siete relaciones y que ya hemos podido probar montado en un SEAT Ibiza FR (pre-restyling) y en el CUPRA Formentor, con muy buenas sensaciones en ambos casos. Eso hizo que las expectativas sobre el grupo motor-transmisión fueran muy buenas. Sin embargo, hay algo que cambia en el Arona o quizá, solo sea cosa de unidad probada, pero el motor y la caja de cambios no respondía igual de bien que en ocasiones anteriores. O mejor dicho, el cambio tenía una programación que no coincidía con el Ibiza FR 1.5 TSI DSG ni con el Formentor 1.5 TSI DSG. Sobre todo cuando se activaba el modo ECO.
El SEAT Arona FR 1.5 TSI ofrece cuatro modos de conducción: ECO, Normal, Sport y el que puedes personalizar a tu gusto. Cuando se activaba el modo ECO, el cambio no respondía con la suavidad esperada y además, lo hacía de forma mucho más lenta y perezosa. La programación del modo ECO busca ofrecer los mejores consumos y además incitar al conductor a no pisar mucho el acelerador, es así en todas las marcas y, cómo cabe esperar, tiene su lógica. Pero en este caso, además de tener que pisar más de la cuenta el acelerador, era imposible salir con suavidad y con cierta velocidad. Pisando el acelerador suavemente, el coche sale con una lentitud tal que llega a desesperar, haciendo que se pise un poco más el acelerador en busca de una mejoría en la aceleración, momento en el cual, el coche dan un tirón y gana velocidad de forma un poco brusca.
Otras ocasiones también resultaban molestas, aquellas en la que se hace una transición rápida entre frenar y acelerar. Por ejemplo, llegando a una rotonda, ver que no hay nadie y tras frenar ligeramente aceleras. Pues bien, el cambio en modo ECO resultaba exasperadamente lento, provocando que en ocasiones, como un cruce donde podrías pasar con soltura, el coche que viene por otra calle acabe echándose encima. Al final, el modo ECO quedó relegado a un icono en la pantalla de modos de conducción y usé todo el rato el Normal, salvo en autopista, que activaba el ECO porque en esas circunstancias no era tan molesto. Además, entre el modo ECO y el Normal, los consumos apenas se resienten y el funcionamiento en Normal era mucho mejor, lo que compensaba ese pequeño aumento de los consumos, que, repito, era muy pequeño, apenas unas décimas.
Si nos olvidamos de este detalle, que sigo pensando que es algo exclusivo de la unidad probada por experiencias anteriores, este grupo motor-cambio resulta una combinación realmente buena. Al menos así me lo parece, ofreciendo una respuesta muy agradable y moviendo el conjunto con mucha solvencia. El empuje es bueno en todo momento, ganando velocidad con facilidad, pero me gusta más cómo responde cuando se lleva a punta de gas, es decir, acelerando paulatinamente en lugar de pisar a fondo, ya que tiene una entrega de potencia mucho más suave pero al mismo tiempo se nota que hay par y que el turbo está trabajando. Se nota especialmente cuando se usa el cambio de forma manual, pues la programación tiende a cambiar de relación bastante pronto.
Por ciudad también es un coche especialmente agradable, con un buen diámetro de giro y un buen trabajo de las suspensiones. Incluso en pleno centro de Madrid (zona de Puerta del Sol, Arenal y Tirso de Molina) se puede circular con mucha soltura. Aquí se notaba especialmente el raro funcionamiento del modo ECO, siendo bastante molesto con tanto tráfico y gente cruzando por todos los lados y sí, mirando la pantalla del teléfono. Con el modo Normal, una vez más, se arreglaba todo y las sensaciones eran muy buenas.
Divertido de conducir, pero se mueve en asfalto roto
Obviamente, no podía pasar sin llevar el coche a una carretera de curvas, más aún siendo un FR, que en teoría, es el acabado más deportivo. Y como en otras ocasiones, como en el caso del SEAT León e-Hybrid FR y el SEAT Ibiza 1.5 TSI FR, queda claro que la denominación “Formula Racing” no es lo que era. No quiero decir que no sea un coche rápido o que no sea “dinámico” (que no deportivo), es más bien porque falta algo de carisma y poder encontrarte con un FR de 90 CV, pues la verdad, no es lo que uno se esperaría unos años atrás.
Aún así, no puedo negar que el SEAT Arona 1.5 TSI FR DSG va muy bien en todas circunstancias, a excepción de asfalto muy roto, situación en la que puedes encontrarte con momentos en los que el coche se mueve si vas rápido, sobre todo en frenadas fuertes. Si mantienes un ritmo normal, la suspensión no tiene problemas para contener la carrocería y hacerse cargo de los baches, pero aumentando el ritmo, hay que estar un poco más atento, pero estoy hablando de conducir en busca de diversión.
Con asfalto en buen estado, no hay problema para subir el ritmo hasta donde te atrevas, porque hay chasis más que de sobra para digerir la potencia y para divertirse. La carrocería apenas inclina, la dirección lleva el coche donde quieres y la suspensión permite un buen paso por curvas. Solo notarás que vas un poco más alto que en un Ibiza y la sensación de control no es tan elevada, pero el Arona no es un coche que le haga ascos a una conducción decidida, llevando el motor al corte y frenando en el último momento. No esperes sensaciones de infarto, ni tampoco un cambio que te deje bajar marchas “a saco”, pero puedes llegar a pasártelo bien a poco que se retuerza la carretera.
El Arona con acabado FR no es un coche barato
Si te gusta el SEAT Arona, te invito a que vayas a un concesionario y lo pruebes, porque seguramente saldrás totalmente convencido de llevártelo a casa. No obstante, encuentro en el precio una pega importante, como en todos los coches actuales. Con el acabado FR y el motor 1.5 TSI, el SEAT Arona tiene un precio que arranca en 26.942 euros según la web oficial de la marca. En nuestro caso, con las llantas “Performance Machined” de 18 pulgadas opcionales y el color Azul Saphire con techo negro, el precio sube a 27.930 euros. Precio, por cierto, que ya incluye descuentos y promociones.
Datos técnicos
FICHA TÉCNICA | SEAT Arona | |
---|---|---|
MODELO | 1.5 TSI DSG FR | |
MOTOR | Gasolina de 1.498 cc. 4 cilindros en línea en posición transversal. Con Start/Stop. | |
RENDIMIENTO | Potencia máxima | 110 kW (150 CV) entre 5.000 y 6.000 RPM |
Par máximo | 250 Nm entre 1.500 y 3.000 RPM | |
TRANSMISIÓN | Tracción delantera. Cambio automático de doble embrague y 7 relaciones más M.A. | |
SUSPENSIÓN | Delantera | Tipo McPherson, resorte helicoidal |
Trasera | Ruedas tiradas con barra de torsión, resorte helicoidal | |
DIMENSIONES Y PESOS | Largo por ancho por alto (mm) | 4.138 x 1.780 x 1.552 |
Batalla (mm) | 2.566 | |
Peso declarado | 1.268 | |
Neumáticos | 215/45 R18 | |
DATOS PRESTACIONALES | Aceleración de 0 a 100 km/h | 8,2 segundos |
Velocidad punta | 210 km/h | |
Relación peso potencia | 8,45 kg/CV | |
Consumo medio homologado (WLTP) | 6,1 | |
Consumo medio durante la prueba | 8,2 | |
PRECIO UNIDAD PROBADA | 27.930 euros (con descuentos y promociones incluidos) |
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS