Prueba: Opel GrandLand X 1.5 CDTI

Prueba: Opel GrandLand X 1.5 CDTI

Un SUV muy equilibrado


Tiempo de lectura: 11 min.

El Opel GrandLand X ha sido la segunda incorporación de PSA a la firma germana, compartiendo plataforma con el Peugeot 3008, tras la aparición del CrossLand, otro modelo que comparte plataforma con el grupo francés. De este modo, Opel abría la puerta de los vehículos SUV y crossover, más allá del Mokka y las versiones aventureras del Karl y el Adam.

Posteriormente el Grupo PSA compró la mayor parte del accionariado de Opel, convirtiéndose esta en subsidiaria del grupo francés, hasta llegar a su integración actual, en la que únicamente los Insignia y Astra poseen plataformas propias de GM -el anterior propietario de la firma germana-. El Corsa será sustituido pronto, haciendo uso de la plataforma del nuevo Peugeot 208.

En medio de este follón, el GrandLand X incorpora todas las tecnologías de PSA, entre ellas sus propulsores. A las mencionadas tecnologías hay que sumar los beneficios de las últimas generaciones de Astra e Insignia, con faros inteligentes matriciales LED y un interior ergonómico y confortable.

Prueba Opel Grandland X 02

Diseño

El diseño del Opel GrandLand X no nos hace percibir que se construye con la misma base que el Peugeot 3008, su apariencia es fresca y actual, pero mucho más conservadora que el francés. Destacan en él unas proporciones muy compactas con el morro corto y un habitáculo que se extiende en los tres cuartos traseros del vehículo.

El frontal se encuentra dominado por una gran parrilla frontal, en la que se integra el logo de Opel y dos “alas” cromadas que le dan continuidad a los faros, situados muy en los extremos. Las ópticas incorporan luces de marcha diurna con forma de bumerán, marca lumínica de la firma alemana en sus últimos lanzamientos.

Por debajo, encontramos un paragolpes trabajado en volúmenes, con el objetivo de no generar oquedades o superficies por las que no pueda fluir correctamente el viento. Solo encontramos dos entradas decorativas, es decir falsas, en los extremos. Más cerca del suelo tenemos una nueva entrada de aire, esta vez de verdad, a través de la que llega el aire fresco a los radiadores del motor y el aire acondicionado, se remata con un labio gris metalizado, en sus laterales han colocado los faros antiniebla.

Continuando por el capó, los diseñadores de Opel han aplicado la receta del trabajo con volumen. Destaca así, una arista central que enfatiza el logo de la parrilla y dos elevaciones laterales muy marcadas que se unen con el pilar A, aportando continuidad al diseño.

En el lateral, la línea de unión entre el capó y las aletas da comienzo a una cintura elevada que toma altura según llega a la trasera del vehículo. Más abajo, tenemos otra línea de tensión y una zona de volumen negativa que aporta dinamismo al conjunto. Alrededor de los bajos y los pasos de rueda se sitúan protecciones plásticas que le dan ese toque robusto al conjunto. El techo puede ser de un color distinto al de la carrocería, incorporando barras de aluminio y un perfil cromado en las ventanillas.

La zaga tiene una caída pronunciada -casi vertical- del techo, en la que se simula un ángulo menor con la incorporación de unas piezas de plástico brillante, creando el tan conocido techo flotante. Una luneta relativamente pequeña coronada por un pequeño alerón en la parte alta, y un labio en la carrocería dan al GrandLand X una gran sensación de vehículo bien realizado y fuerte. Desde la línea de cintura se descuelgan los faros con la característica forma de bumerán, estilizados y estrechos.

Por debajo de este, el trabajo en el portón no tiene complejidades llegando al paragolpes trasero formado por una parte plástica negra y un falso difusor gris metálico a modo de protección de bajos.

Prueba Opel Grandland X 18

Habitáculo

El habitáculo del GrandLand X hereda todos los beneficios y saber hacer de Opel, pero también sus puntos débiles. Por ejemplo, existe un conjunto de botones situado justo delante de la palanca de cambios, convirtiéndose estos en inaccesibles durante la marcha. Por lo demás, es confortable y todo queda a mano.

El salpicadero es exactamente igual al de los Astra e Insignia, con una gran pantalla central y aireadores centrales verticales. Se encuentra ligeramente orientado al conductor, lo que facilita su uso. Por debajo de la pantalla se mantienen los controles físicos de la climatización, algo que resulta mucho más intuitivo y fácil de utilizar, que el sistema de sus compañeros de grupo, a través de una pantalla táctil. Por último, un buen espacio para vaciarse los bolsillos, tras este una botonera, inmediatamente delante de la palanca de cambios.

En cuanto al espacio para sus ocupantes, es bueno para cuatro adultos de talla media-grande (1,85 metros), la plaza central trasera es la más pequeña -como ya es habitual. Comenzando por el espacio reservado al conductor, nos encontramos cómodos en un asiento que nos acoge de forma agradable y nos sostiene lateralmente pero no nos agobia. El espacio es amplio y los elementos de control caen sobre nuestras manos, aunque nunca nos hayamos subido en un Opel.

La única pega que le encuentro es el selector de las diferentes páginas de la pantalla de la instrumentación, está algo escondida en la palanca de la izquierda y, si no hemos cogido un Opel antes, puede ser lioso consultar el consumo instantáneo o algún parámetro del vehículo. Esta instrumentación es clara y sencilla, la misma que en el resto de la gama (Astra e Insignia).

Para el acompañante tenemos un asiento exacto al del conductor, pero algo más de espacio, lo que se agradece en viajes largos. Por su parte, la pantalla está bien ubicada para que la podamos manejar desde este lugar, teniendo la posibilidad de asistir al conductor si este lo precisara. En términos de visibilidad ambas plazas con excelentes, especialmente hacia el frente y los laterales.

La segunda fila de asientos de nuestro Opel GrandLand X nos permitirá dar cabida a dos adultos con comodidad y tres para recorridos cortos. Siempre se han pensado de este modo la mayor parte de coches que no son familiares o monovolúmenes puros, algo que lo delata es que si tenemos la segunda banqueta calefactada, sólo será en las plazas laterales. Del respaldo central sale un reposabrazos con portabebidas, práctico para viajar.

El espacio de carga es otro de los puntos a tener en cuenta cuando realizamos la compra de un vehículo con vocación familiar, como es el caso del GrandLand X, donde el espacio es de 514 litros con todos los asientos desplegados, 1.435 l si abatimos los traseros. Además, tiene unas formas muy regulares y aprovechables, por lo que no creo que echemos de menos espacio para nuestro equipaje. No dispone del sistema FlexFix -portabicicletas integrado-, pero se ofrecen como accesorios referencias específicas de Thule para él.

Prueba Opel Grandland X 13

Técnica

El GrandLand X que hemos tenido oportunidad de probar equipaba uno de los motores más vendidos del grupo PSA, el 1.5 diésel de 130 CV de potencia y caja de cambios manual de seis relaciones. Se trata de un propulsor tetracilíndrico que nos ha parecido francamente suave y agradable de conducir, con una curva de par bastante llena, el máximo de 300 Nm está disponible a 1.750 RPM, lo que nos permite prescindir de realizar muchos cambios.

Al mismo tiempo, es silencioso en el interior y la caja de cambios se entiende perfectamente con el mismo. Es decir, que sus relaciones me parecen muy adecuadas para lograr un uso confortable, cómodo, agradable y que logre mantener los consumos a raya, especialmente en carretera. No se trata de un motor explosivo ni muy contundente, más bien es un propulsor lineal y de fácil manejo que nos da lo mejor de sí en carretera.

La caja de cambios, por su parte, tiene un tacto algo mejorable, pero con las relaciones bien ajustadas para que podamos sacar jugo al propulsor. La palanca es algo tosca y sus recorridos largos. Las velocidades más largas tienen una relación de cambio muy amplia, que permite al motor girar a muy bajas revoluciones cuando circulamos por autovías y autopistas, mientras las marchas intermedias se ajustan bien para lograr empuje a la salida de curvas lentas.

Se trata de una de las últimas incorporaciones del grupo PSA a su gama de motores, por lo que incorpora las últimas tecnologías disponibles para reducir su consumo de carburante. De este modo, ha firmado unos buenos consumos de 5,6 litros de carburante necesarios para completar un recorrido de 100 kilómetros. Esto, unido a un depósito de 53 litros, nos permite una autonomía muy cercana a los 1.000 kilómetros con un único depósito.

Conducción

El Opel GrandLand X no es un adalid de las sensaciones, ni pretende serlo; es un vehículo confortable con un tarado de suspensión suave que permite circular en carreteras irregulares con cierto nivel de comodidad. A cambio, penaliza ligeramente en sus inclinaciones si nos decidimos por realizar conducción decidida. En cualquier caso, siempre transmite sensación de seguridad y aplomo.

Es la plataforma de un 3008 y efectivamente se nota, no es exactamente igual, pero nos recuerda al modelo francés en alguna de sus reacciones. El mejor terreno para el Opel GrandLand X es la autopista o las carreteras abiertas en las que podamos circular en quinta o sexta velocidad, dejando al coche ir, entonces nos brinda un elevado nivel de confort debido a su carácter tragamillas.

La dirección no es rápida, pero permite manejar con cierta agilidad al vehículo. El punto negativo es que no resulta nada informativa, nunca sabemos si estamos al borde del agarre del neumático por el volante. Se percibe cierto subviraje, que es fácilmente corregible ahuecando el acelerador, por lo demás se trata de un vehículo muy neutro pensado para llevar a la familia sin grandes alardes de deportividad, evitando sustos.

Tecnología

Tecnológicamente, el Opel GrandLand X no nos muestra ninguna novedad sobre sus rivales, ni el resto de la gama Opel. Se integra un sistema multimedia controlado a través de una pantalla táctil, fácil de utilizar, pero no tan sensible como la de otros rivales. Los menús son intuitivos y nos moveremos por ellos perfectamente con que le prestemos medio minuto de atención.

El sistema de sonido lo firma Denon, aportando un buen nivel de calidad al sonido. Nos permite disfrutar de nuestra música favorita a través de la conexión USB o las aplicaciones Android Auto y Apple CarPlay. Además, se integra un segundo puerto USB con conexión eléctrica en las plazas traseras, algo útil para mantener con baterías los dispositivos de los más pequeños.

En cuanto a tecnología de seguridad, en el GrandLand X es posible contar con frenada automática de emergencia, avisador de distancia con el vehículo que nos precede, control de carril… todas ellas tecnologías habituales en modelos semejantes, pero es muy destacable el trabajo realizado por los ingenieros de Opel en el sistema de iluminación de matricial LED. El sistema IntelliLUX de Opel siempre me ha parecido bueno, pero es que en el GrandLand X da lo mejor de sí, siempre tenemos luz y el direccionamiento del haz es realmente efectivo, a la altura de los que equipan marcas más caras como Volvo.

Prueba Opel Grandland X 21

Conclusiones

El Opel GrandLand X es uno de muchos SUV, se trata de un buen producto con una buena imagen, bien construido -sin ruidos, ni grillos- en el que podremos viajar con comodidad cuatro adultos y cubrir nuestros desplazamientos diarios con un buen nivel de confort. Si lo que buscas es emoción, el GrandLand X es clínico y pensado para familias tranquilas.

Es un buen coche para realizar desplazamientos ordinarios o viajes de vacaciones, su maletero nos invita a meter todo lo que queramos, aunque un doble fondo de serie no le vendría nada mal. Por el consumo de carburante tampoco debemos preocuparnos demasiado, razón por la que se me antoja un vehículo ideal para viajar.

Prueba Opel Grandland X 05
FICHA TÉCNICAOpel GrandLand
MODELOOpel GrandLand X 1.5 CDTI
MOTORdiesel. 4 cilindros en línea en posición transversal por detrás del eje delantero. Con Strat/Stop
RENDIMIENTOPotencia máxima131 CV a 3.750 RPM
Par máximo300 Nm a 1.750 RPM
TRANSMISIÓNTracción delantera, cambio manual de 6 relaciones. Diferencial libre
DIMENSIONES Y PESOSLargo por ancho por alto en milímetros4.477 x 1.856 x 1.609
Batalla2.675 mm
Vías del./tras.1.595 / 1.610 mm
Peso1.435 kg
DATOS PRESTACIONALESAceleración de 0 a 100 km/h11,3 segundos
Aceleración de 80 a 120 km/h7,7 segundos (en 3ª)
Velocidad punta195 km/h
Relación peso potencia11 kg por CV
CONSUMOSConsumo medio homologado (NEDC)4,2 l/100 km
Consumo medio durante la prueba5,6 /100 km
PRECIO UNIDAD PROBADA26.296 € (Design Line, sin extras)

Galería de fotos

Opel GrandLand X

37300
Opel GrandLand X
6.4

Comportamiento en carretera

7.0/10

Comportamiento en ciudad

8.0/10

Confort

9.5/10

Consumo

4.9/10

Habitabilidad

7.3/10

Infoentretenimiento

8.0/10

Prestaciones

1.8/10

Relación valor/precio

8.0/10

Seguridad

7.5/10

espíritu RACER

2.0/10

A favor

  • Confort de marcha
  • Habitáculo espacioso
  • Respuesta del motor

En contra

  • Tacto de la palanca de cambios
  • Ausencia de doble fondo en el maletero
  • dificultad en el manejo del ordenador de a bordo
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Sobre mí

Carlos Pascual

El olor a lubricantes y gasolina quemada han atraído a Carlos desde su niñez, por ello decide consagrar su vida a los coches: una forma de comunicarse, de disfrutar, de vivir.

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Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches desde que era un chaval. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Ahora embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

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Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".

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