Las alarmas recientes de Turín han llegado en forma de LMUV. Lo sé, pasa el tiempo y los segmentos van presentando nominaciones cada vez más sofisticadas. Lifestyle Multipurpose Utility Vehicle o un vehículo utilitario multipropósito de estilo de vida, es la forma correcta de encuadrar lo nuevo de Pininfarina.
Apunto a lo profundo de esta familia de vehículos y encuentro propuestas como el Audi Urbansphere y el Cadillac Socialspace –con toda su arrogancia futurista– ofreciendo al Model D una calurosa bienvenida. Redefiniciones del espacio interior, esa es la cuestión.
Como por estas horas ocurre con el Model D, si hay una virtud a destacar en Pininfarina, esa es su notable y precisa capacidad de comunicación. Difícil que sus presentaciones pasen desapercibidas, como si el atractivo radicase en su acto ilusionista de ir dejando entregas a cuentagotas.
Es que, en cada una, pareciera detenerse el tiempo. Da igual si es un estreno, un reestreno o el recuerdo de un trabajo de tiempos pasados. Obsérvese el caso del Honda HP-X. Cómo, en el contexto de su 40° aniversario, esa sensacional silueta reapareció y fue, por algunos días, prioridad total en la agenda del estudio italiano.
De una marca distintiva no salen más que creaciones distintivas. Pininfarina no es un mundo de gamas, sino de coches. Con cientos de diseños para conceptos y modelos de producción, su extenso historial así lo dicta. Pero quisiera establecer en su historial un recorte hacia lo más avanzado. ¿Me acompañan al portfolio de su obra más reciente?
5- H2 Speed
Producto de la sociedad con la desarrolladora de tecnologías de propulsión sostenibles GreenGT, el H2 Speed saltaba a escena –primero como concepto premiado y luego como edición limitada a 12 unidades– para preguntarle a la ingeniería japonesa si allí ya habían construido un coche de carreras con pila de combustible.
Para un sistema de tan altas capacidades como el Full Power Hydrogen, una carrocería de proporciones aerodinámicas que estuviera a la altura. En la zaga, su aleta por demás identitaria y su alerón para el flujo y la distribución de la potencia y el par del motor eléctrico al suelo. Al frente, dos grandes radiadores para refrigerar el sistema de pila de combustible. Sus molduras laterales negras en contraste merecen ser destacadas. La histórica influencia de la aeronáutica en los coches y la aerodinámica no es novedad, pero el H2 Speed la expone con elocuencia en las líneas de caída del techo al sector delantero.
4- Apricale
Este último concepto vive en la esencia del Apricale. Aquí no hablamos de un automóvil de carreras de hidrógeno, sino de un hipercar cero emisiones híbrido, ya que a la pila de combustible agrega una batería de iones de litio. El diseño, precisamente, se alinea con el arquetipo de hiperdeportivos de la talla del Aston Martin Valkyrie. Aquí, la aleta vertical hacia la zaga es mucho más sutil y no hay alerón con endplates. Probablemente, el faldón en elevación hacia el eje trasero sea lo más atractivo, aunque no termina de convencerme el diseño trasero de panel de abejas.
3- Sergio
Reconozco que la revelación del Model D no fue el motivo absoluto que me condujo a este ranking de cinco. En parte, una descarada excusa para recordar al Sergio, una de mis barchettas favoritas. Como tales, estos coches llevan la atemporalidad desde el momento en que son concebidos, pero el Pininfarina Sergio ha ido un poco más allá.
Sus líneas evocan los abultados pasos y los prolongados frontales de íconos de Ferrari como el Testa Rossa y el 365 GTB4 “Daytona”. Dos aspectos que hacen de este concepto un diseño contundente: su arco antivuelco en forma de alerón y todo su agregado aerodinámico y de entrada de aire en negro, un concepto en sí mismo por la disposición que adopta, apropiándose de la carrocería desde el spoiler delantero, pasando por las aberturas laterales y retornando al frente en el capó.
2- Teorema
Hablemos de arrogancia futurista… Un exponente ineludible es el Teorema y su acceso al habitáculo para nada convencional. ¿Puertas laterales? Aquí, el sector trasero es la entrada a lo que este concepto digital representa, y es lo que, en definitiva, da al coche una de las mejores líneas de diseño de Pininfarina. El techo se despliega hacia arriba y se revela el Sistema Eléctrico Benteler (BEDS), su chasis de skateboard eléctrico, los cimientos de su espaciosa cabina.
Recuerdo que, al momento de su presentación –no estaría mal que se materialice– desde Pininfarina compararon al Teorema con una sala de estar. Lo cierto es que razón no les falta. Obsérvese cómo el concepto de parabrisas se reinterpreta hacia lo que parece más un techo de cristal.
1- Enigma GT
De las últimas entregas de Pininfarina, otro experimento que llama la atención por el acceso que propone al habitáculo. Aunque sean válidas las similitudes con las puertas de apertura de tijeras, aquí lo que se eleva es todo el conjunto superior: paneles laterales, panel delantero y el multifacético y panorámico cristal, gran responsable del estilo junto a la continuidad hacia la zaga, que inicia con un techo limitado, la sección de la carrocería que cubre los reposacabezas.
Voladizos cortos, un frontal optimizado en dimensiones dada la incorporación del motor de combustión en la posición central –contra la lógica de los motores delanteros en vehículos de configuración 2+2–, un concepto de diseño que, más allá de sus particularidades, no resulta exagerado, toda una virtud.
Mauro Blanco
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