Saab es una de esas marcas que en muchas ocasiones parece no existir cuando hablas de coches-proyecto, pero en otros países tienen una legión de seguidores y sus motores turbo son fiables y admiten preparaciones que pueden hacer que más de uno se lleve un susto. Hoy vamos a centrar nuestra atención en el Saab 9000 Aero, un ejecutivo picante.
A pesar de ver la luz bajo la capa del grupo General Motors compartiendo plataforma con el Fiat Croma, el Lancia Thema y el Alfa 164, es todo lo contrario a un producto gemelo sin ningún tipo de carácter. El más potente de los Saab de la época escondía bajo su capó un 2,3 litros turbo que producía 228 CV y 340 Nm, pudiendo alcanzar los 250 km/h de velocidad máxima, algo impactante en la época. Con este modelo, los defensores de la época pre-GM fueron acallados, ya que al Saab 9000 Aero podían faltarle algunas cosas, pero ante todo demostraba ese carácter Saab que tanto añoraban.
Orientado a la comodidad con unos perfectamente ejecutados butacones de piel, el Saab 9000 Aero disponía de una patada del turbo sorprendente que le permitía moverse con gran soltura en terrenos revirados, solo ensombrecido por una suspensión con alguna concesión a la comodidad. Inalcanzable para muchos en la época por su precio, ¿por qué no adquirir uno y cumplir el sueño ahora? El ejecutivo puede volverse una máquina equilibrada con un buen juego de llantas y neumáticos acompañando una suspensión que lo acerque al suelo un buen puñado de centímetros.
Su interior te acogerá con toda su comodidad y calidez, y aunque su imagen no destacará entre el tráfico, puedes construirte con un puñado de piezas y una revisión en profundidad, un coche divertido a la vez que un buen compañero de viaje. Sí, de acuerdo, para muchos será decisivo saber que su potencia se transfiere a las ruedas delanteras, pero ¿y si te digo que si eliges la versión manual puedes instalarle un diferencial de deslizamiento limitado? De esta manera, la discreta berlina luchará por mantenerse en el interior de cada curva que tomes, y permitirá un deslizamiento controlado de la trasera si eliges el tarado de la suspensión adecuado.
Además de ese carácter deportivo, su caja de cambios permite cómodos cruceros con una rumorosidad baja en autovía, consiguiendo con facilidad ese equilibrio entre Dr Jekyll y Mr Hyde que muchas veces comprometemos buscando una mayor deportividad. Si eres de esos inconformistas, su motor te permitirá exprimir un buen puñado de caballos más, rozando los 300 CV con relativa facilidad manteniendo unos estándares altos de fiabilidad que convertirán este Saab en un sleeper perfecto.
Generalmente, se acaba adquiriendo coches-proyecto “fáciles” o más vistos, ¿pero acaso el objetivo de un coche así no es hacer algo único? Este Saab lo es, lo elijas para dejarlo tal y como salió del concesionario o para hacerle las mejoras que he mencionado, convirtiéndolo en algo un poco más radical, pero estarás de acuerdo conmigo en que ya no tienes la misma perspectiva del Saab 9000 Aero que en el momento en el que empezaste a leer este artículo.
Francisco Javier Rodriguez
En la época en la que pasaba el día dibujando coches, alguien me preguntó: ¿pero a ti te gusta más la mecánica o la carrocería de los coches? Esa misma semana leí el Manual del Automóvil de Arias Paz. Tenía 14 años, esa simple pregunta es la razón por la que estoy aquí, desde entonces no he parado de aprender sobre lo que se convirtió en mi pasión.COMENTARIOS