Parece ser que las marcas prefieren recuperar viejas denominaciones, para modelos que poco o nada tienen que ver el antiguo uso del nombre. Lo hemos visto, por ejemplo, con el Mitsubishi Eclipse Cross, con el Ford Puma, con el Renault Espace y ahora, lo vemos con el Opel Frontera. La firma alemana ha presentado el nuevo Frontera, un coche que, como ya nos dijeron con antelación, militaría en un segmento totalmente diferente al anterior y nada tendría que ver con el “viejo” Frontera.

El nuevo Opel Frontera nada tiene que ver con el mundo del todoterreno, como la anterior generación, la cual lleva fuera de mercado un buen puñado de años, la nueva entrega de esta denominación lucirá en la trasera de un SUV urbano, es decir, un coche del segmento B, que no tiene más aspiraciones que ser un contendiente más en una de las parcelas de mercado más competidas a día de hoy. Reemplazará en el catálogo de la marca al Crossland y, por supuesto, contará con una versión con motor eléctrico.

Por el momento, la marca no ha publicado todos los datos del nuevo modelo, aunque tampoco hay que ser un lince para darse cuenta de que tampoco se trata de un modelo rompedor o que ofrezca algo realmente nuevo. Es un B SUV más, que adopta la línea de diseño actual de Opel y que llega para renovar el catálogo de productos de la marca sin arriesgarse lo más mínimo. Y esto, que quede claro, no es malo, ni mucho menos, una marca de coches es una empresa y los resultados a final de año son los que mandan. No se puede arriesgar así porque sí.

En realidad, el nuevo Opel Frontera es primo-hermano del nuevo Citroën C3; las formas del capó, las ventanillas, la línea de techo, las formas básicas del frontal, paneles laterales de la carrocería… puede que no lo parezcan, pero todo se comparte con el modelo francés, adornado con los rasgos de Opel. Se diferencia la luneta trasera, la formas del portón y paragolpes trasero y detalles similares, como el conjunto de calandra, faros y paragolpes delantero. La plataforma también es la misma del Citroën C3, aunque la marca no ha comunicado este dato y tampoco ha publicado las dimensiones del coche. No obstante, viendo los parecidos y que estamos ante un modelo del mismo segmento, no deberían ser muy diferentes –el ë-C3 mide de largo 4.015 milímetros, de ancho alcanza los 1.755 milímetros y de alto se va hasta los 1.567 milímetros, la batalla por su parte, es de 2.540 milímetros–.

Resulta curioso que la marca, en su comunicado, tilda al Opel Frontera como “divertido” y por supuesto, destaca su “diseño robusto” y las “soluciones inteligentes” que se encuentran en este nuevo Frontera. Soluciones que se basan en un equipo multimedia que permite conectar el teléfono mediante una aplicación y usarlo como “panel de control del sistema de información y entretenimiento”, así como poder gestionarlo desde los mandos del volante.

El diseño interior es muy similar al que se puede encontrar en el Opel Astra, con un salpicadero de formas rectas y dominado por una pantalla para el equipo multimedia y otra para la instrumentación, una contigua a la otra. Destaca un sistema de carga inalámbrica para el teléfono con ventilador para evitar que se caliente y hasta cuatro puertos USB –dos delante y dos detrás–.

Se tiene previsto que la fabricación comience en verano de 2024 y llegará al mercado con versiones con motor de combustión, semi híbridos a 48 voltios y como hemos comentado antes, con motor eléctrico.

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