El Ford Escort RS Cosworth, uno de los coches más espectaculares que ha puesto en circulación la división europea de la firma norteamericana, se ha convertido en algo más que un coche mítico, aunque en realidad fue un fracaso en competición. El Escort Cosworth, gracias a su imagen –bastante radical– y a sus prestaciones, fácilmente mejorables, es hoy día un coche de culto y un objeto de deseo, cuyos precios no han parado de subir.
Durante los últimos años, los precios del Ford Escort Cosworth se han multiplicado casi por dos. Mientras que hace apenas unos 10 años, se podían encontrar unidades por unos 20.000 euros, actualmente es complicado que haya ejemplares por debajo de los 40.000 euros, al tiempo que, si se trata de coches en muy buen estado y de estricta serie, algo bastante complicado, pueden superar los 60.000, al menos en Reino Unido. Se puede decir que, como vehículo clásico y de colección, ha madurado y es mucho más apreciado que antes.
Hablar del Escort Cosworth es hablar de su enorme alerón trasero, todo un icono de los años 90, es hablar de su carrocería ensanchada, de su tracción total y de su motor turbo con casi 230 CV en las versiones “gordas”, la primera serie, conocida como T35 –por el código del turbo–. Elementos, como el motor, la tracción total o, directamente, la plataforma del coche, procedentes del Ford Sierra Cosworth al que sustituía.
Este mito de los rallies nació para homologar la versión de competición, destinada al Mundial de Rallies del Grupo A, la máxima categoría después de que la FIA eliminara la locura del Grupo B. El cambio fue notable, por limitación en cuanto a preparación de los coches, número de unidades necesarias para la homologación y por supuesto, en cuanto a prestaciones, pero por suerte, el espectáculo se mantuvo en gran medida porque aumentó considerablemente la competitividad. El Escort RS Cosworth fue uno de los protagonistas de aquel Grupo A en manos de Carlos Sainz, aunque, como se ha comentado antes, nunca logró triunfar.
De la primera serie del Ford Escort RS Cosworth se fabricaron 2.500 unidades y, aunque tengamos esa imagen del coche con su icónico alerón, en realidad, era un elemento opcional, no venía de serie y además, no se ofreció en países como Suiza por sus regulaciones. De allí procede la unidad que aparece en las fotos, la cual, estará en el catálogo de la próxima subasta de Oldtimer Galerie Toffen, en Gstaad –Suiza–, que se celebrará el 29 de diciembre de 2023.
Aunque se trata de una unidad suiza, monta el famoso alerón, pero no salió así de fábrica, en realidad se lo añadió su segundo propietario, quien lo adquirió en 2015 y se hizo con un alerón Eggenberger-Motorsport –es decir, tampoco es original del Escort–, y por eso, se pueden apreciar unas peculiares ranuras de ventilación que en el alerón original no existen.
Si exceptuamos ese detalle, el coche está en un estado inmejorable y por supuesto, de estricta serie –salvo el alerón trasero… –. Solo marca menos 20.000 kilómetros en el marcador y luce un reconocible Mallard Green original. El precio, y esto dejará a muchos con la boca abierta, se estima entre 105.000 y 115.000 CHF –francos suizos–, unos 111.113 y 121.695 euros.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS