Este es el Toyota Land Cruiser Namib, una pick-up basada en la incombustible Serie 70. Mientras que Mercedes-Benz ha renovado su Clase G, Jeep su icónico Wrangler, Suzuki el pequeño Jimny y Land Rover el Defender, Toyota parece que aún no está dispuesta a dar el paso. Y sé que a más de uno no le importaría hacerse con uno.
El Toyota Land Cruiser Namib es una versión hecha camioneta (pick-up) particularmente resistente del modelo homónimo 79 S-Cab. Eso se traduce en un todoterreno que, básicamente, ha estado en producción desde comienzos de los 80 de una forma u otra. Está propulsado por un bloque V8 turbodiésel de 4,5 litros capaz de generar 208 CV de potencia y 430 Nm de par motor entre las 1.200 y 3.200 RPM. De todas formas, la versiones no Namib se pueden pedir con un V8 de gasolina. Allí las normativas anticontaminación son otra cosa.
El 4.5D no será el motor más eficiente, pues promete una velocidad máxima de 140 km/h y un consumo de combustible homologado de 11,3 l/100 km, y emite 300 g/km de CO2. Lo tendría difícil para circular por Madrid Central. La energía del propulsor llega a las cuatro ruedas a través de una transmisión manual de cinco velocidades. Las llantas, de 16 pulgadas, están envueltas en neumáticos 265/75 Cooper Discoverer S / T Maxx de 32” con las letras pintadas en blanco.
El Toyota Land Cruisier Series 70 es un veterano caballo de batalla todoterreno aún en servicio en gran parte del mundo, excepto en Europa y América del Norte
A pesar de sus numerosos años en el mercado, el Toyota Land Cruiser Namib tiene un sistema de infoentretenimiento con pantalla táctil de siete pulgadas con función de navegación y bluetooth, elevalunas eléctricos, columna de dirección telescópica ajustable en altura, cierre centralizado remoto, toma de corriente frontal, ABS y dos airbags frontales. También se ofrece con una garantía de tres años o 100.000 kilómetros, lo que ocurra primero.
Inspirado en el desierto de Namib, uno de los más grandes y antiguos del mundo, este “nuevo” modelo integra algunas mejoras exteriores que incluyen un nuevo diseño de malla para la parrilla delantera con letras de la compañía, un parachoques delantero de acero de alta resistencia, enganche para remolque, un protector para los faros y numerosas insignias Namib. Los colores disponibles son Sand Beige e Ivory White.
En el interior, los asientos han sido envueltos en tela gris a medida, con el logotipo de Namib bordado, y los bordes cuentan con placas antidesgaste que evitan la degradación con el paso del tiempo. El Toyota Land Cruiser Namib también tiene una guantera refrigerada, un techo específico con luces LED, un gancho para el cable de micrófono, y múltiples espacios de almacenamiento.
Para ser completamente honestos, nombre íntegro del vehículo es “Land Cruiser 79 4.5D V8 D / C Namib”, y la firma nipona pide por él 893.600 rands sudafricanos, lo que equivale a unos 55.000 euros al cambio actual. No es precisamente una ganga, teniendo en cuenta que el Land Cruiser 2018 de cinco puertas se vende en nuestro país desde 40.500 euros, mucho más moderno y tecnológico. Si quieres uno, lo tendrás que pedir de importación, y suerte cuando quieras homologarlo.
Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.Ay, si Toyota quisiera partir de estos Serie 70 que fabrica en Portugal y ponerles el 2.4 td del Hilux con 150 cv y 400 Nm… A fin de cuentas hay mercados donde se ofrece el “pequeño” 1HZ (4.2 L6) que sólo entrega 130 cv y 280 Nm. Aunque fuese con unidades limitadas, unas 1.000 al año. Por 45.000 € las venden todas y queda gente sin atender. Clientes selectos y que tienen muy claro lo que quieren y hacen ese desembolso porque saben que ese coche durará toda la vida. Lástima que el de batalla corta, el 71, ya… Leer más »
Me temo que no es tan fácil. Cumplir la Euro 6d implica mucha pasta, y tendría que repartir los costes en esas 1.000 unidades. Esos coches tienen sentido en el mundo subdesarrollado, no en la Europa urbanizada. El mercado japonés es otro tema aparte, ahí los sacan con motores gasolina gordos y no pasa nada. No se los compra ningún loco, mantener esos coches es un buen dolor en el país nipón.
Bueno, la idea es partir de un motor que ya cumpla Euro 6D, como el citado 2.4, a ver si así es menos complicado. Igual hay que añadir un depósito de 20 litros de adblue que requiera ser llenado cada 5.000 km. Luego habria que mirar la idea de homolgarlo como vehículo comercial/industrial, que me suena que andan con límites algo menos estrictos y hasta que punto eso es compatible con la venta al público en general o si ya quedaría limitado a compradores profesionales (que también ahí tendría su mercado). Pero diga lo que diga, no lo van a… Leer más »