Que Koenigsegg es una firma especial no se le escapa a nadie. Es un fabricante pequeño, muy pequeño, pero con un propietario obsesionado con la potencia y la velocidad, que tiene también la capacidad de idear locuras con la fortaleza suficiente para dejar mordiendo el polvo a constructores mucho más grandes y con mayor experiencia en esto de diseñar, desarrollar y fabricar automóviles absurdamente rápidos y sí, geniales.
Koenigsegg es, con todo el derecho del mundo, uno de los fabricantes de coches deportivos más prestigiosos y capaces del mundo. Sus coches son tan respetados como temidos y deseados y gracias a un diseño muy característico, también son reconocidos en medio mundo con un simple golpe de vista. Aunque, sobre todo, los Koenigsegg son coches espectacularmente rápidos incluso cuando se trata de coches híbridos.
Y la mejor muestra de ello son las cifras de potencia y par que anuncian para sus motores, así como las prestaciones homologadas. Koenigsegg tiene en su haber, hasta el día de hoy, uno de los coches deportivos de producción más rápidos del mundo y uno de los coches más interesantes y curiosos del planeta: el Koenigsegg Regera. Hablamos, como seguro que ya sabrás, de un hiperdeportivo con un propulsor de 1.500 CV y 2.000 Nm de par, obtenidos mediante la combinación de un V8 5.0 biturbo y tres motores eléctricos, que mandan su potencia a las ruedas traseras de forma directa, sin caja de cambios.
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La ausencia de la caja de cambios es una de las características más llamativas del Regera, pero no merma ni un ápice las prestaciones de este apartado. Sin ir más lejos, el Koenigsegg Regera es el automóvil de producción más rápido acelerando hasta los 400 km/h desde parado y volviendo a frenar hasta estar detenido por completo, ejercicio que logra completar en 31,49 segundos.
Otra de las particularidades del Koenigsegg Regera, es que todas y cada una de las unidades fabricadas, alcanzan los 300 km/h desde parado antes de ser entregadas a sus respectivos dueños. Una operación que se realiza por los pilotos de pruebas de Koenigsegg, pilotos profesionales que realizan un 0-300 km/h para comprobar que todo está correctamente y que la unidad rinde a pleno plumón. No es mucho el trabajo que deben llevar a cabo, pues solo existirán 80 unidades del Regera, pero es una muestra del cuidado por los detalles de la marca.
Durante unas de esas pruebas de aceleración de 0 a 300 km/h, una de las unidades del Regera ha alcanzado los 300 km/h en 11,65 segundos. Una aceleración brutal, que demuestra que esa “transmisión directa” de Koenigsegg trabaja a la perfección con el grupo propulsor híbrido del coche, aunque la magia de esta aceleración la suministra Rimac en forma de motores eléctricos. No obstante, la firma dice que se trata de una unidad de desarrollo.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS