Si lo tuyo son los superdeportivos ultra-mega-hiper exclusivos, has de saber que ahora hay un nuevo miembro. Se llama Spyros Panopoulos Project Chaos, viene de Grecia y anuncia que puede llegar a entregar más de 3.000 CV gracias a un motor V10 biturbo. La compañía que lleva el nombre de su fundador ha estado trabajando en la máquina desde el año pasado, y el diseño parece estar terminado.
Sin embargo, todavía tenemos que ser pacientes para ver el resultado final. De momento, nos tenemos que conformar con unas pocas imágenes a modo de presentación, y con algunos datos técnicos para ir abriendo el apetito. Estará propulsado por un V10 doblemente turboalimentado de 4.0 litros con árboles de levas de titanio, válvulas de Inconel y pistones y varillas impresas en 3D. La marca afirma que puede generar 2.028 CV y alcanzar las 11.000 RPM.
Por otro lado, si se equipan los pistones cerámicos, varillas de fibra de carbono, combustible E85 y alguna que otra modificación, podría generar hasta 3.042 CV, subir hasta las 12.000 RPM y acercarse a los 500 km/h. Eso es incluso más alentador que la línea roja del Aston Martin Valkyrie, situada a 11.100 RPM. Suena a gloria bendita venida desde el cielo. Toda esa fuerza se envía a las cuatro ruedas a través de una transmisión automática de doble embrague de ocho relaciones.
El motor V10 del Spyros Panopoulos Project Chaos cuenta con 20 inyectores, 40 válvulas, árbol de levas de titanio, válvulas de titanio/inconel y turbocompresores gemelos de carbono y titanio
Con esas premisas, la empresa dice que será capaz de alcanzar los 100 km/h desde parado en “menos de dos segundos”. En parte también es gracias a una relación potencia/peso cercana a los 2 CV/Kg, y que podrá experimentar aceleraciones de 3 G. Y si no suena lo suficientemente extremo, la joven empresa mostrará un segundo coche que está “10 años adelantado a su tiempo”. Resulta intrigante, pero esperemos que no sea humo, como muchas veces hemos visto.
La marca se basa en lo que ha patentado como un diseño generativo o evolutivo bautizado como “anadiaplasi”. New Atlas contactó como la compañía para obtener más información al respecto. En pocas palabras, es el que los componentes mecánicos se generan mediante un modelo CAD y se envían a un servicio de procesamiento en la nube donde se mutan aleatoriamente a lo largo de miles –o millones– de generaciones en un proceso diseñado para emular la selección natural.
Eso se puede traducir en que los diseños “más fuertes” se puedan multiplicar y evolucionar a la vez que los “más débiles” se extinguen. Gracias a este fenómeno, se obtienen formas complejas pero efectivas que jamás podrían haber sido diseñadas a mano. En teoría, tendría que ofrecer una gran resistencia, un peso ínfimo y unas formas peculiares de aspecto orgánico. Y esas piezas se emplearán desde los pistones y bielas hasta las pinzas de freno. Esto es otro nivel.
Para sostener el conjunto, el Project Chaos se sienta sobre unas llantas de titanio impresas en 3D, de 21 pulgadas en la parte delantera y de 22 en la zaga. Estas están conectadas a una suspensión de doble horquilla totalmente independiente y discos de freno carbocerámicos de 428 milímetros delante y 416 mm detrás, con pinzas de magnesio también creadas mediante impresión 3D. El interior promete espacio para dos y mejorar la experiencia con la realidad aumentada.
Panopaulos había probado con el motor de un Mitsubishi Evolution VIII de 1.8 litros subido hasta 2.175 CV y 12.800 RPM, y en 2017 tenía ese mismo coche con 2.920 CV y 14.100 RPM de tope, un récord mundial de CV/Litro. Ese sedán japonés marcó un récord de 7,9 segundos en el cuarto de milla en Abu Dabi el año pasado. En el mundo de las carreras, ha trabajado con los equipos de MotoGP, WRC, BTCC, Hill Climb, Dragster y Rally Cross, así como desarrollando sistemas electrónicos y de control para equipos de Fórmula 1. No es tan nuevo en el mundo de la automoción.
Pero muchos han intentado ingresar en el juego antes y fallaron. El Spyros Panopoulos Project Chaos se basa en un chasis monocasco, con paneles de fibra de carbono y Kevlar. La carrocería es también de fibra de carbono, rematada por tubos de escape cuádruples de titanio y luces traseras LED impresas en 3D. Se puede ver que la trasera ha sido muy trabajada, tanto en la estética como en aerodinámica. Lo que es seguro es que el conjunto no resultará nada discreto.
El chasis monocasco utiliza un material de polioxazol cristalino líquido termoestable que es 1,6 veces más fuerte que Kevlar, y también 10 veces más caro que la fibra de carbono
Mirando hacia el futuro, Spyros Panopoulos Automotive planea estrenar su nueva criatura en el Salón del Automóvil de Ginebra del próximo año, en marzo de 2021. Se producirá en cantidades limitadas y, dado que se materializará con materiales más extraños y avanzados que la Fórmula 1, la aeronáutica y la tecnología espacial tienen en su haber, no creemos que el precio de partida sea económico. Sin duda, será otro juguete de muchos ceros para los superricos.
Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.COMENTARIOS