AMG son tres siglas que, a través de los ojos de cualquier aficionado, ponen los pelos de punta. Representan las versiones más deportivas de Mercedes y cada día que pasa se hacen más potentes, incluso hay quien los considera, o los consideraba, como los Muscle Car europeos. Eso se debe a sus motores V8 con grandes dosis de par y un sonido atronador. Los Mercedes-AMG pueden ser realmente macarras.

Sin embargo, una de sus máximas locuras ha sido llevar a producción un automóvil casi sideral, animado por el motor V6 turbo de un Fórmula 1, un proyecto exclusivamente de AMG, que cuando llegue a las calles será uno de los coches más espectaculares y radicales de cuantos se han puesto en circulación. Competirá directamente con modelos como el Aston Martin Valkyrie, un coche que también es extremadamente radical, aunque en su caso no hay un propulsor de Fórmula 1, aunque sí un V12 con la firma de Cosworth capaz de chillar a más de 10.000 revoluciones.

Para que nos hagamos a la idea de lo radical y fuera de lugar que puede resultar un coche como el Mercedes-AMG One, el director ejecutivo de la propia Mercedes-Benz, Ola Källenius, ha reconocido que el consejo de supervisión de la empresa debía haber estado borracho cuando dio luz verde al AMG One de producción. Así al menos lo dijo cuando la revista Autocar pudo hablar con él.

“El equipo en AMG y la rama High Performance Powertrain de F1 vinieron hace 4 años y nos dijeron: ‘tenemos una gran idea. Pongamos un motor de F1 en un coche de calle’. Tengo que revisar el acta de la reunión, pero estoy seguro de que estábamos borrachos cuando dijimos que sí” – Ola Källenius en declaraciones a Autocar

También podemos echar un vistazo a la historia del modelo, para comprender todavía más, porque resulta un coche realmente loco. Se presentó como prototipo en el Salón de Frankfurt de 2017 y acaparó muchas noticias por su diseño y por emplear el propulsor V6 turbo procedente de la Fórmula 1 y algunos detalles adicionales como el turbo eléctrico, dos motores eléctricos en el eje delantero. Desde entonces, el coche ha sufrido reiterados retrasos por lo complicado que está resultado poner a punto el conjunto. El principal escollo fue cumplir con la normativa WLTP, que obliga al uso de un filtro de partículas para motores de gasolina.

¿Cuándo llegará finalmente el Mercedes-AMG One? Pues no lo sabemos. Según el propio Ola Källenius, Mercedes tiene noticias sobre el AMG One que serán publicadas en un par de semanas y la jefa de marketing, Bettina Fetzer, comentó que Mercedes compartirá un “documental muy honesto” sobre el progreso del proyecto.

Solo se van a fabricar 275 unidades del Mercedes-AMG One, cada uno a razón de 2,27 millones de euros.