Ahora mismo, en Estados Unidos hay un buen número de fanáticos de los coches japoneses haciendo cuentas para tratar de juntar varias decenas de miles de dólares sin atentar contra su salud financiera y hacerse con este Acura NSX en color blanco y con apenas 71.000 km en su odómetro que está siendo subastado. Quién podría culparles ante una unidad así. Por desgracia, hay otro grupo más numeroso de igualmente apasionados de los deportivos procedentes del país del sol naciente que están lamentando no poder ni siquiera empezar a contar dólares para optar a adquirirlo.

Así funcionan los deportivos nipones, mueven a multitudes que ensalzan sus cualidades distintivas desde mucho antes de que aparecieran muy modernos productos cinematográficos. Si bien en ocasiones podemos llegar a pensar que están excesivamente bien considerados —y sobrepreciados—, en el caso del Acura NSX —Honda NSX en nuestros lares— no parece que haya lugar a la discusión. Su lanzamiento en el año 1990 supuso un antes y un después no solo para Honda, sino también para otros fabricantes de deportivos que de repente descubrieron que los productos japoneses amenazaban su hasta entonces inalcanzable estatus desde el ángulo muerto del retrovisor. Estaban más cerca de lo que en el espejo retrovisor creían ver, como siempre sucede.

Esta unidad, subastada a través de bringatrailer.com, fue fabricada en 1992 y está pintada en un color blanco denominado Grand Prix White en el catálogo de la marca. Quien lo adquiera podrá contar con un Acura NSX a juego con el color de los calcetines que llevaba Ayrton Senna en el famoso vídeo en el que lo prueba en el circuito de Suzuka. Pero se llevará mucho más.

El estado de conservación de este Acura NSX fabricado en 1992 es admirable, como puede apreciarse en las numerosas fotos que acompañan su anuncio, muchas de las cuales puedes contemplar en nuestra galería

Para empezar, podrá disfrutar del propulsor V6 de tres litros de cilindrada con tecnología VTEC, que en esta primera etapa del modelo entregaba, al salir de fábrica, 274 CV de potencia máxima y 285 Nm de par. La potencia se envía al eje trasero a través de una caja de cambios manual de cinco velocidades y cuenta con un diferencial de deslizamiento limitado en el tren posterior. Con un esquema de suspensiones de paralelogramo deformable en ambos ejes, además de barras estabilizadoras, el Acura NSX exhibía un comportamiento superlativo, gracias en parte a que el propio Ayrton Senna participó en la puesta a punto del modelo.

Como se puede observar en las imágenes, cuenta con el techo y los pilares pintados en negro, así como el clásico alerón trasero integrado, las entradas de aire en los laterales y los faros escamoteables. Los discos de freno son ventilados en las cuatro ruedas y las pinzas están marcadas con el emblema NSX, el cual puede verse a través de sus llantas, las cuales son de diferente diámetro en cada eje: 16 pulgadas las delanteras por 17” en el eje posterior.

Como hemos comentado, muestra un kilometraje relativamente contenido en su odómetro, teniendo en cuenta que cumple ahora 31 años, y pertenece a su propietario actual desde el año 2013, quien ha recorrido unos 11.000 kilómetros en este tiempo. Además, en 2021 llevó a cabo una importante intervención para remozar su estado. En este sentido, fueron reparados los paragolpes y el panel del techo, y en el aspecto mecánico se realizó la distribución, se sustituyeron las bujías y se incorporó una nueva bomba de agua, entre otras intervenciones. También se especifica que en octubre de ese año superó una inspección de emisiones.

Algunos considerarán toda una ganga poder hacerse con un Acura NSX en este estado de conservación por, tal y como está la puja a día de hoy, poco más de 60.000 dólares. Sobre todo, teniendo en cuenta la fiebre JDM que dilata en tiempos recientes notablemente el mercurio de las tarifas de estos automóviles

Asimismo, su interior también recibió los cuidados de su actual dueño, siempre preservando el aspecto original de la unidad, y está protagonizado por una tapicería en cuero negro que se extiende por la consola central, el salpicadero y los paneles de las puertas. Su radio fue sustituida, aunque se mantuvo el sistema de sonido BOSE con intercambiador de cedés. Otros elementos reseñables de su equipamiento original consisten en un climatizador automático, control de crucero y asientos provistos de regulación eléctrica, al igual que los retrovisores exteriores.

Así pues, se trata de una unidad bien equipada que ha sido tratada respetuosamente, al menos en estos años recientes. Y es que la empresa que organiza la subasta confiesa que en su informe Carfax figura su implicación en un accidente en 1994, tan solo dos años después de su fabricación, cuyo alcance desconocemos. Por otro lado, este Acura NSX ha sido registrado, a lo largo de estas ya más de tres décadas de vida, en Arizona, Texas, Colorado, California y Nueva York.

Cuando solo quedan cuatro días para que se dé por finalizado el plazo para pujar por este Acura NSX aparentemente impoluto, su precio supera por poco los 66.000 dólares estadounidenses —64.500 euros al cambio a día de hoy—. Teniendo en cuenta que su precio original, a principios de los años noventa del siglo pasado, fue de 65.600 dólares —132.500 euros con inflación corregida y tipo de cambio actual—, ¿está a salvo el precio de esta unidad de la fiebre JDM?

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