Rolls-Royce ha anunciado finalmente sus planes para unirse al mundo de los coches eléctricos. El CEO de la marca, Torsten Müller-Ötvös, ha anunciado en una entrevista para Automotive News que la marca británica sacará al mercado un modelo completamente eléctrico antes del final de esta década, es decir, antes del año 2030. Esto cobra más sentido viendo lo que han anunciado otras empresas de la competencia, como Bentley, cuyos vehículos eléctricos están programados para no antes del 2025.
Gran parte de esta decisión tiene que ver con el hecho de que las ciudades más importantes de Europa tienen pensado cerrar sus centros urbanos a los motores de combustión a partir de esa fecha, lo que sin duda afectará a las ventas de estos coches, aunque la mayoría de Rolls se vendan en otros mercados. Según Müller-Ötvös, los clientes de Rolls-Royce no demandan este tipo de vehículos, pero la compañía debe estar preparada para ofrecer una alternativa a su público si se llega a prohibir la circulación de los coches con motor de combustión en las grandes ciudades.
Además, la marca británica ha confirmado que no habrá Rolls-Royce híbridos, sino que su plan es dar el salto de forma directa desde los motores de combustión a los eléctricos. Müller-Ötvös opina que los motores eléctricos encajan de forma perfecta con el estilo de Rolls-Royce. El motor eléctrico “es silencioso y con un elevado par motor, esa es la razón para pasar directamente de la combustión a la electrificación”, afirmó el CEO.
Ese primer eléctrico se encuentra ya en desarrollo, y utilizará como base la misma plataforma de aluminio que la actual gama de vehículos del fabricante británico. Este es uno de los elementos que seguirá en uso en los próximos años, junto al propio motor V12 tan característico de Rolls-Royce en los últimos tiempos, y al que Müller-Ötvös le asegura utilidad hasta finales de la década actual.
El único proyecto previo de electrificación que conocíamos hasta ahora era el concept 102EX, presentado por la marca en el Salón del Automóvil de Ginebra de 2011. Este prototipo estaba basado en el modelo Phantom anterior, y contaba con unas baterías NMC (níquel cobalto manganeso), con 71 kWh de capacidad, alimentando sendos motores eléctricos de 145 kW que le daban una potencia total de 290 kW/394 CV. Rolls-Royce estimó que la autonomía debía de ser de unos 200 km, y que lograría acelerar de 0 a 60 mph en menos de 8 segundos.
No obstante, esta línea de trabajo se ha visto frenada bruscamente debido a las limitaciones tecnológicas que ya había en 2011 (como una densidad energética de 230 Wh/kg, eran 640 kg en baterías), como la escasa autonomía que ofrecen los motores eléctricos cuando se requiere un alto rendimiento. Esto cada día es menos importante, entre lo que mejoran las baterías en capacidad, en entrega de potencia, y lo que van admitiendo los sistemas de recarga. Ya se anuncian coches generalistas que cargarán hasta a 125 kW, como el Volkswagen ID.4.
Otra razón esgrimida por el CEO del fabricante es que no consideran que la imagen de sacar los cables del maletero y enchufar el coche entre dentro de la esfera del alto lujo y exclusividad que vende Rolls-Royce. Por ello, se sabe que están trabajando con otra compañía que les pueda proporcionar un brazo robótico, que se encargue de cargar el vehículo de forma automática, sin que el conductor deba realizar ningún esfuerzo. Otra posibilidad es la recarga inalámbrica por inducción, que el Grupo BMW ya ha estado probando. Es más, en el 102EX ya se planteó esa opción.
Como ya comentamos anteriormente, hoy en día la única alternativa para hacernos con un Rolls-Royce eléctrico es recurrir a compañías que electrifican coches clásicos, como es el caso de Lunaz. Ofrecen dos modelos icónicos de la marca, el Phantom V y el Silver Cloud, con un precio de salida de 383.000 euros por el más asequible de ellos. Mientras tanto, los Rolls-Royce actuales son territorio exclusivo de los motores de combustión, y así parece que seguirá siendo hasta, como máximo, 2030.
Luis Martínez
Cuando era un niño, no podía pasar una semana sin el nuevo número de mi revista de coches favorita. De adolescente, descubrí que me apasionaba escribir, divulgar y comunicar ideas. Ahora me encuentro dando mis primeros pasos en la profesión que me apasiona de la mano de la afición que ocupó buena parte de mi infancia, toda una suerte que demuestra las vueltas que puede dar la vida.COMENTARIOS