El coste humano del brote de coronavirus en China es trágico, creciente y más que evidente, por mucho que las autoridades locales hayan escatimado en la aportación de información. El precio a pagar para las empresas de todo el mundo también podría ser grave durante las próximas semanas, dado que han llegado a depender en un elevado porcentaje de la República Popular para mantener sus propias cadenas de suministro en funcionamiento.
Si a lo largo de la esta semana se mantienen cerradas muchas de las plantas en el país más poblado del mundo, las compañías automotrices pueden ser (y están siendo) de las primeras en sentir el impacto. Esto se debe al gran tamaño de la industria china en lo referido a la fabricación de piezas y componentes. Varios ejemplos en el pasado como incendios o desastres naturales ya han demostrado que cerrar una sola fábrica proveedora puede afectar a nivel global.
Y podría ser mucho peor dependiendo de cuánto se generalice el cierre de las distintas plantas de producción debido al virus. China despachó casi 32 mil millones de euros en piezas para coches en 2018, según datos de la ONU. Y eso sin contar con otros elementos esenciales como tornillos o cableado. Si bien algunas de esas partes van a tiendas minoristas de componentes, un gran porcentaje de ellas van a líneas de ensamblaje y se utilizan para construir automóviles.
Muchas piezas fabricadas en China, desde chips hasta tornillos y pernos, no se clasifican como partes de automóviles de la misma manera que un parachoques o un pistón, pero siguen siendo igual de importantes en un coche
Si te dedicases a vender miles de coches a miles de personas, ¿cómo convences a los potenciales clientes de que un automóvil a medio hacer es lo que han pagado? Y aunque tengamos el 99 % de las piezas para construir un vehículo, no podemos ponerlo a la venta si aún falta ese 1 %. La mayoría de las entidades del mundo del motor dicen estar monitoreando de cerca la situación, pero que aún es demasiado pronto para confirmar el impacto en sus operaciones globales.
Los datos que se ofrecen a continuación pueden ser variables. De hecho, las fábricas de automóviles y piezas de estos de origen chino pueden permanecer cerradas por más tiempo de lo esperado. Eso aumenta las posibilidades de que más líneas de producción en Asia, Europa y Estados Unidos puedan detenerse debido a la escasez de componentes. Incluso si intentan reabrir, no está claro si podrán operar normalmente ante la posible escasez de mano de obra, o en el peor de los casos, una mayor propagación de la enfermedad.
BMW
Junto con su aliado en el país Brilliance (joint-venture), manifestaron el pasado 5 de febrero que pretendían reiniciar la producción en su planta de Shenyang el 17 de febrero.
Daimler
El 3 de febrero, Daimler informó que reanudaría la producción de automóviles de pasajeros en Pekín el 10 de febrero.
Fiat Chrysler Automobiles (FCA)
La semana pasada, Fiat Chrysler Automobiles (FCA) dijo que tiene una fábrica europea (probablemente la de Kragujevac, en Serbia) en riesgo potencial de cierre por la falta de componentes como suministros de sistemas de audio y otras piezas electrónicas procedentes de China. La suspensión se podría mantener en las próximas dos o tres semanas.
Ford
Al igual que Daimler, la firma del óvalo azul volvió a la “normalidad” el pasado día 10 de febrero, pero, por el momento, ha suspendido todos los viajes de negocios que impliquen ir a China, tanto para entrar como para salir.
General Motors
General Motors dijo que no reiniciaría sus plantas chinas hasta el 15 de febrero, en parte debido a problemas con la “preparación de la cadena de suministro”.
Honda
Honda reabrió las puertas de sus tres plantas en Wuhan, que opera de forma conjunta con Dongfeng Motor, el 14 de febrero sin problemas en la cadena de suministro por el momento. Según Seiji Kuraishi, vicepresidente ejecutivo, la marca japonesa no cree que el cierre de sus dos fábricas en China tenga un impacto inmediato en sus ganancias.
Hyundai-KIA
El viernes 7 de febrero, el conglomerado asiático y quinto fabricante de coches más grande del mundo suspendió las operaciones en su complejo de Ulsan. Consecuentemente, también tuvo que clausurar en las plantas de ensamblaje de Corea del Sur, donde sus operaciones representan alrededor del 40 % de su producción global.
Jaguar Land Rover
Jaguar Land Rover tiene cerrada la fábrica de Changshu debido, una vez más, a la interrupción de sus cadenas de suministro. De acuerdo con la casa británica, esta decisión afectará los resultados del cuarto trimestre, aunque destacan que aún es pronto para cuantificarlo.
Nissan
Fue el primero de los fabricantes japoneses en echar el cierra a sus instalaciones en China, el 10 de febrero. La planta en Kyushu, en Japón, tendría “ajustes de producción” debido a la escasez de piezas.
PSA (Peugeot-Citroën-DS-Opel)
PSA ha creado un grupo de trabajo para analizar la situación y, aunque reconoce que existen tensiones a nivel logístico, no consideran que haya riesgos significativos “a muy corto plazo” para sus plantas de ensamblaje en todo el mundo. Tras el parón de la pasada semana, el grupo francés ya ha abierto las tres plantas que posee en Wuhan.
Renault
La filiar surcoreana del fabricante del rombo, Samsung Motors, comunicó a Reuters que la producción en su planta de Busan, Corea del Sur, permanecería parada durante cuatro días a partir del 11 de febrero debido a las múltiples interrupciones en el suministro de piezas. La fábrica de Wuhan reabrió sus puertas el día 13.
Subaru
“Para ser sincero, es imposible fabricar automóviles sin China”, afirmó Toshiaki Okada, director financiero de Subaru el 4 de febrero. La firma con sede en Tokio no tiene bases de producción en China, pero sus proveedores de piezas sí. Okada no reveló números específicos, pero dijo que Subaru usa “bastantes” piezas del país vecino para montar sus coches en Japón y Estados Unidos.
Suzuki
El pasado 7 de febrero, Suzuki manifestó que podría comenzar a obtener piezas fuera de las fronteras chinas ante la preocupación de que el brote podría interrumpir la producción en India, su mayor mercado.
Tesla
La nueva Gigafactoría de Tesla en Shanghái no ha empezado con la mejor de las suertes, pues estuvo cerrada desde el 29 de enero hasta el 10 de febrero. Como consecuencia, las entregas de su Model 3 se han visto retrasadas una semana.
Toyota
Con 12 fábricas en China destinadas a la producción de coches y componentes cerradas desde el 9 de febrero, la producción no se pondría en marcha hasta el próximo día 17. Adicionalmente, Toyota ha cerrado temporalmente alguna de sus plantas japonesas en las que produce piezas para motores. De hecho, ha declarado la posibilidad de buscar una producción alternativa.
Volkswagen
La firma de Wolfsburgo dijo el 8 de febrero que pospuso el reinicio de la producción en la mayoría de las plantas en su empresa conjunta con SAIC Motor. Sin embargo, la planta de Tianjin, de su aliado FAW Group, no reabre sus puertas hasta el 17 de febrero. La mayor parte de la producción de vehículos FAW-Volkswagen Automotive se reinició el 10 de febrero.
Volvo
Las platas de producción que Volvo tiene en Chengdu (donde también cuenta con una planta aparte destinada a Polestar), Luqiao y Daqing han permanecido cerradas desde las vacaciones del Año Nuevo chino. Teniendo en cuenta esto, la firma sueca ya ha anunciado que perderá dos semanas de ventas, producción y entregas de suministros en China.
Las ventas continúan a la baja
Las ventas de automóviles en China cayeron en enero cuando el virus comenzó a manifestarse, una noticia que ha causado alarma entre muchos fabricantes que fijan sus esperanzas financieras en esas tierras. Las ventas minoristas disminuyeron un 22 % (a 1,71 millones de unidades), la mayor caída de enero, de acuerdo con la Asociación China de Automóviles de Pasajeros (PCA).
Otros pronostican una perspectiva peor, avecinando que las ventas de febrero podrían caer más del 30 %, dirigiéndose a una tercera disminución anual consecutiva sin precedentes, incluso antes de que el virus obligara a las autoridades a cerrar la ciudad de Wuhan. “Tuvimos el peor enero en términos de ventas minoristas”, dijo Cui Dongshu, secretario general de la PCA. “La presión sobre el comercio minorista nunca ha aumentado a tal nivel desde que comenzamos a rastrear los datos”.
Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.COMENTARIOS