Renault mostró por primera vez el prototipo del Arkana en el Salón de Moscú, en agosto del año pasado, y las formas han resultado ser prácticamente definitivas. Pocas diferencias vamos a encontrar con el modelo definitivo del Renault Arkana que acaba de ser presentado. Es un producto fabricado en Rusia para su mercado doméstico, pero puede que lo acabemos viendo por Europa Occidental en algún momento. Sabemos que llegará a Corea del Sur como Samsung XM3 y que se fabricará allí en la primera mitad de 2020.

En un mercado donde las carrocerías de tres volúmenes aún son relevantes, Renault levanta el coche y lo convierte en un crossover para un país en el que la altura de suspensión no es simple postureo, es que la red viaria es la que es, y cuando nieva en serio -lo normal en Rusia- un turismo normal las pasa canutas. El Arkana mide 4,54 metros de largo y las llantas de 17″ mantienen a la carrocería suspendida a 208 mm del suelo; más que algunos todocaminos.

¿Qué cambia respecto al prototipo? La diferencia más obvia está en los retrovisores, que ahora tiene antinieblas en vez de falsas tomas de aire, en las aletas delanteras pasa lo mismo con otra tapa pequeña, la parrilla inferior tiene menos “ajedrezado”, los faros tienen un diseño diferente y la línea cromada lateral solo abarca la parte inferior.

Vayamos a la parte trasera. Las dos salidas de escape falsas desaparecen y queda un colín funcional de escape en la parte izquierda. Las insignias “Renault” y “TCe 4WD” son visibles en la parte interior del portón, así como una vistosa antena para la radio. Los catadriópticos reflectantes son un poco más grandes y el diseño de los grupos ópticos superiores también cambia un poco. Sigue sin tener un limpialuneta, como si fuese un sedán.

Resumiendo, que más del 90 % del Alaskan Concept se ha materializado en un coche de producción

En el interior encontramos un diseño bastante convencional, pero coherente con los tiempos que corren. Del Alaskan Concept no tenemos imágenes para comparar. Las pantallas tienen algo menos de protagonismo, en el tablero de instrumentos hay una central multifunción y en el centro del salpicadero hay otra que está en una posición un poco más baja que en la de los últimos diseños. En Rusia tampoco están tan acostumbrados a una enorme sofisticación en los interiores.

Sí tiene algunas modernidades como el MULTI-SENSE, que no solo permite alternar el modo de conducción (Eco, Sport o My sense), también la elección del color de ambiente entre ocho tonos. La pantalla central es de 8″, tiene el sistema EASY LINK. Esto implica que tiene Android Auto, Apple CarPlay y Yandex Auto. Opcionalmente podrá tener un sistema de altavoces Bose, que nunca defrauda.

Tanto el volante como el asiento del conductor están calefactados, algo muy a valorar en un país donde puede hacer tantísimo frío. Renault no ha proporcionado muchos más detalles sobre el interior, salvo mencionar que ha cuidado la insonorización y la reducción de vibraciones (lo que los anglófonos llaman NVH). El maletero tiene una capacidad de 508 litros sin abatir los asientos, y 1.333 litros abatiendo. Cuando está abierto el portón el frío puede entrar en el habitáculo, lo cual no ocurriría en un sedán convencional.

Renault ha probado este coche durante 300.000 kilómetros. Promete confort en cualquier situación climatológica. Su ángulo de ataque de 18 grados y de salida de 25 grados le dotan de cierta habilidad fuera de carretera. Los neumáticos son Bridgestone Dueler, para uso principalmente en superficies asfaltadas.

Tiene un motor gasolina TCe 150 (150 CV y 250 Nm) acoplado a una caja automática X-Tronic (el CVT de Nissan) y un sistema de tracción total de eje trasero acoplable All Mode 4×4-i, que permite rodar en modo 4×2, 4×4 o 4×4 con una relación 50:50 entre ejes. El consumo es de 7 l/100 km de gasolina, muy razonable también para el mercado ruso.

A nivel tecnológico el Renault Arkana se va a beneficiar de adelantos ya habituales en los coches actuales de la Alianza, como las cámaras de visión perimetral (360 grados) con sensores de aparcamiento, climatizador monozona, doble toma USB delantera, alerta de vehículos en ángulo muerto, control de velocidad (limitador/regulador), faros LED, etc. Puede que los modelos básicos vayan un poco menos equipados.

Los precios para el mercado ruso no se han anunciado. Si llega alguna vez a Europa Occidental lo hará previsiblemente con un precio similar o superior al Mégane Sport Tourer, o similar al del Kadjar. Sería muy razonable fabricarlo en España, y concretamente en Palencia, donde se hacen los Mégane y Kadjar, pero los sindicatos no han sido informados de una nueva adjudicación. Antes de verlo aquí, lo veremos en Asia y Sudamérica, así que a esperar sentados.

Galería de fotos