La octava generación del Porsche 911 (992) ya está aquí, con una leve antelación respecto al Salón de Los Ángeles. El legado de siete generaciones y 55 años pesa mucho, pero aún más saber que más de las tres cuartas partes de todos los 911 fabricados desde los 60 aún están en condiciones de circular. Ante semejante mito hay que hacer las evoluciones con mucho cariño. La nueva generación 992 viene inicialmente solo como Carrera S (propulsión trasera) y Carrera 4S (tracción total).
Eso implica 450 CV de potencia, una ganancia de 30 CV respecto al modelo previo y una reducción de 0,4 segundos en aceleración de 0 a 100 km/h respecto a sus predecesores: 3,7 segundos para el S y 3,6 segundos para el 4S. Con el paquete Sport Chrono bajan 0,2 segundos sendas marcas. Todo esto a cambio de 8,9-9 l/100 km de gasolina (NEDC correlado), que sigue estando realmente bien. Las puntas son de 308 km/h para el S y 306 km/h para el 4S.
Todos los Carrera S/4S son automáticos con doble embrague de ocho velocidades
Einstein dijo que había dos cosas infinitas: la estupidez humana y el universo, pero dudaba de una de ellas. Ahora dudaría de si la tercera es la potencia que se puede sacar a un motor Porsche evolución tras evolución, esta vez se debe a una mejora del bóxer 3.0 de seis pucheros en la inyección, los turbos y el intercooler. Tardaremos en ver versiones híbridas, pero el Carrera básico estará listo más adelante, sin la “S”. Porsche ya acepta pedidos, en España habrá que aflojar 138.105 euros por el S y 147.065 euros por el 4S, llegarán en primavera. El siguiente modelo en ser presentado será el 911 Cabrio.
El diseño no depara ninguna sorpresa, como cabía esperar. Ahora todos los 911 tendrán el culo de la misma talla, ensancha por delante 45 mm, por lo que aloja llantas de 20″ en el eje delantero y de 21″ en el posterior. Destacan como señas distintivas del 992 la rebaja central del capó, los faros de matriz de LED, los tiradores de puertas ocultos y la franja de luces trasera con las letras en relieve. El 80 % de la plataforma es nueva, aunque muchos lo puedan ver “igual”.
Tras años resistiéndose al uso del aluminio para facilitar la reparabilidad del coche, esta vez Porsche ha caído, todo el exterior está hecho con ese material. El alerón trasero, común a todas las versiones, es ajustable en función de la velocidad y la conducción. Para los conductores menos experimentados será de ayuda el modo “Wet”, que detecta la lluvia y modifica algunos parámetros de la conducción, a la par que avisa al conductor. Es lo malo de ir por la vida con ruedas tan anchas, que hay que ir con cuidado si llueve.
La mejora en Nürburgring sobre el modelo previo es de 5 segundos por vuelta, ahí es nada
En el interior tampoco hay muchas sorpresas, el diseño es conservador y evoluciona sobre todo en lo referente a las pantallas digitales sin marco. Ahora la pantalla central del PCM llega a 10,9 pulgadas, bajo la cual hay interruptores de aspecto clásico para el acceso directo a las funciones más importantes. Según Porsche, el manejo de los nuevos cachivaches electrónicos es seguro y sin necesidad de distracciones adicionales.
Porsche no vende únicamente un coupé deportivo intemporal, vende una experiencia de uso, que cada vez está más digitalizada. Por eso el 911 viene más conectado que nunca y tiene funciones adicionales. En primer lugar, la aplicación “Road Trip”, que ayuda a la planificación de rutas donde se conduzca, se coma bien y haya buenos hoteles.
En segundo lugar, “360+”, un asistente de estilo de vida para cuando no se está conduciendo incluso. Por último, “Impact”, un recordatorio de las consecuencias medioambientales de disfrutar el coche, y que ayuda a aliviar la conciencia participando en proyectos de sostenibilidad. Todo eso irá apoyado con una inteligencia artificial, como los móviles más modernos.
También dispone, en buena lógica, de control de crucero adaptativo con radar (opcional), control de distancia de seguridad con parada total y arranque del motor, asistente de emergencia ante la probabilidad de colisionar, asistente de visión nocturna con cámara térmica (opcional), etc. En otras palabras, la principal mejora que se va a percibir del coche será a efectos tecnológicos, además de la mencionada potencia extra del motor si se compara con los Carrera S y 4S de la generación 991.
La saga Porsche 911 es un ejemplo digno de estudio. Partiendo de una idea muy mala (todo atrás, con el motor colgando tras el eje), Porsche continúa montando a lomos de la excelencia automovilística. Ningún 911 es económico, da igual que sea viejo, sigue siendo un 911. Cada generación tiene sus adeptos. Hasta un completo ignorante en coches sabe que es un Porsche. Gracias a la venta masiva de Cayennes y Macanes podemos seguir disfrutando del 911, a pesar de los nubarrones que se acercan en lo relativo a los motores tradicionales.
Será uno de los últimos mohicanos… Bienaventurados los que puedan permitírselo, y los que se queden cerca tendrán que esperarse al Carrera.
Javier Costas
Me gustan los coches desde que tengo uso de razón (o antes). Tras haber conducido más de 400 coches aquí sigo, divulgando y aprendiendo a partes iguales sobre las cuatro ruedas. Vosotros habéis hecho que se convierta en mi pasión.COMENTARIOS