En los últimos meses Tesla se ha vuelto más interesante informativamente hablando por sus rallys en bolsa -a lo Walter Röhrl en los años 80- que por sus lanzamientos de producto o lo estrictamente relacionado con coches. Puede que próximamente Red Bull patrocine a los inversores de Tesla por ser un deporte de riesgo.
Resumiendo mucho muchísimo lo previamente expuesto, Tesla se ha revalorizado en bolsa de forma espectacular desde que comenzó el año, llegando a multiplicar por cinco su valor en la apertura de mercados en enero. Sus acciones llegaron a ser tan caras que se hizo un “split”. Es decir, multiplicar el valor de las acciones por cinco, y reducir el precio de cada una por cinco. Más acciones, mismo valor, menos valor por acción. Así son más asequibles para pequeños inversores que no podían pagar más de 2.000 dólares por un solo título.
Consumado el “split”, y para que sea más fácil de comprender, ajustando precios TSLA cotizaba a 86,052 dólares en el NASDAQ el 2 de enero de 2020, y tocó techo el 31 de agosto a 498,32 dólares. En lo que llevamos de semana su cotización ha retrocedido al nivel del 25 de agosto, es decir, todo lo que se había ganado se ha perdido. ¿Y esto por qué ha pasado?
Enforced reduction in Baillie Gifford $TSLA stake reflects client guidelines that no one stock can be more than a certain % of clients’ portfolios, normally 10%. In flagship Scottish Mortgage Investment Trust managed by PM James Anderson, TSLA was 13.2% of fund at end of JULY. pic.twitter.com/iZLCsaheyH
— Gary Black (@garyblack00) September 2, 2020
Resulta que uno de los mayores inversores privados de Tesla, el Scottish Mortgage Investment Trust PLC, gestionado por Baillie Gifford, redujo su participación en Tesla del 7,67 % que tenía en febrero al 4,25 %, casi 40 millones de acciones (39.630.758 para mayor precisión). Resulta que Tesla había subido tanto en bolsa que TSLA ya formaba parte del 13,4 % de los activos de ese fondo de inversión al cerrar julio. Eso supone un riesgo en algo que debería ser estable.
Dado que Baillie Gifford tiene como norma que ningún valor sobre pase el 10 % de la composición de un fondo, y esto es una medida de seguridad, fue necesaria una reducción de posiciones -vamos, vender acciones- y reducir el peso de Tesla en dicho fondo. Con las acciones en máximos históricos, el citado fondo habrá hecho una caja estupenda.
Sabemos, a través de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) de Estados Unidos, que ese movimiento se produjo a finales de agosto, ya que había una obligación legal de avisar al regulador estadounidense de que iban a vender muchas acciones antes de llevar a cabo la operación. Hasta aquí, todo ha sido normal. Al hacerse público -porque es información pública-, ¡fiesta!
Hablamos de un fondo que tenía recientemente entre 11 y 12 millones de acciones de Tesla (que se multiplicaron en agosto por por cinco), la cantidad de capital que sale es mareante
En las últimas 48 horas la noticia del cambio en la cartera del fondo escocés, que ha aumentado la cantidad de acciones en circulación -y por ende, su precio se ha reducido-, ha alimentado una caída en los títulos de Tesla que lleva produciéndose desde el lunes. Parece ser que hay gente recogiendo los frutos de la cosecha.
Ahora mismo las 39.630.758 acciones de ese fondo están valoradas en 16.128 -y pico- millones de dólares -sí, dieciséis mil ciento ventiocho millones de dólares-
Al cierre de la sesión del 31 de agosto, 498,32 dólares. El martes 1 bajaron a 474,05 dólares. Anteayer, 447,37 dólares. Ayer, 407 dólares. En solo unos días es una caída enorme si hablamos de capitalización bursátil. ¿Moraleja? Tesla es un valor sumamente volátil -llevo dando el coñazo con esto meses- y debe servir como recordatorio.
La cotización de Tesla, que ha superado a Volkswagen o a Toyota en bolsa -y son los principales fabricantes mundiales de automóviles este 2020- no está ligada a cuántos coches vende, ni cuántos beneficios obtiene, ni a sus jugosos dividendos, ni a que hayan inventado una batería revolucionaria que se recargue solita echando un vasito de agua.
La cotización de Tesla se ha inflado como el presentador de un programa de tipo mukbang en base a expectativas sobre sus posibilidades como fabricante de vehículos con capacidad autónoma pura, de su dominio del software de automoción, o de que ponga patas arriba aún más el mercado de los coches eléctricos.
Y cuando un valor está soportado en base a eso, interpretaciones subjetivas, futuribles, probabilidades y corazonadas, y si se le suma un elevado componente especulativo, ya solo falta que haya un pequeño movimiento sísmico que provoque un terremoto de esos que hace millonarios y otros hacen el downgrade a pobres en una sola jornada de bolsa. Se llama pánico.
Como siempre, los buenos consejos de inversión son los habituales: diversificar riesgos, invertir un dinero que no se necesita para nada básico o elemental, usar el raciocinio, mirar muy bien en qué valores se mete el dinero, y por qué no decirlo, tener unos conocimientos técnicos para entender este casino global en el que se han convertido las bolsas.
Javier Costas
Me gustan los coches desde que tengo uso de razón (o antes). Tras haber conducido más de 400 coches aquí sigo, divulgando y aprendiendo a partes iguales sobre las cuatro ruedas. Vosotros habéis hecho que se convierta en mi pasión.COMENTARIOS