El Alfa Romeo Tonale ha recibido con alegría una puesta al día interesante que incluye un diseño más agresivo, mecánicas renovadas y cierta mejora en el carácter dinámico. Sin embargo, pese a las formas y los números, me cuesta quitarme de la cabeza que al final sigue pareciéndome un Dodge Dart caro. No porque el coche sea malo (ni mucho menos) sino porque la estrategia de marca bajo la era Carlos Tavares en Stellantis mezcló identidades de marca de un modo que diluye lo que hacía especial a Alfa Romeo.
En esta revisión entran varias novedades relevantes: el motor 1.5 L gasolina turbo ahora ofrece 173 CV gracias al sistema híbrido ligero; y las versiones enchufables «PHEV» de tracción total se ofrecen en 187 CV y 266 CV (aunque ésta última es un ligero recorte respecto a los 276 CV anteriores). También estrena suspensión con vía ensanchada para reducir el subviraje y el balanceo, y un frontal más musculado que incorpora parrilla revisada, nuevas tomas de aire inspiradas por el Alfa Romeo Giulia GTAm y una identidad visual más marcada.
Pero vayamos por partes.
Potencia, mecánicas y dinámica: ¿dónde están los avances reales?
El apartado técnico del Tonale actualizado apunta bien: el 1.5 L turbo de gasolina, con apoyo de sistema híbrido ligero (48 V), ahora sube hasta 173 CV. La versión PHEV de tracción total ofrece dos potencias, 187 CV y 266 CV; aunque lo extraño es que la cifra tope baja respecto a la generación anterior (276 CV), lo que deja la pregunta abierta: ¿es realmente una mejora o un ajuste camuflado para cumplir con la asfixiante normativa vonderleyesca? Sobre la autonomía eléctrica de la PHEV, no se ha comunicado todavía una mejora oficial respecto a los 61 km del modelo anterior.
En cuanto a la dinámica, Alfa asegura que la vía ensanchada, la suspensión revisada y la nueva calibración van dirigidas a reducir el subviraje y el balanceo de la carrocería. Bien, sobre el papel suena interesante: más firmeza, más estabilidad, y más deportividad. A nivel visual, el frontal ha sido remodelado con una boca inferior más amplia y arqueada, unas tomas de aire más agresivas y nuevos detalles que remiten a la estética Giulia GTAm. Por dentro hay nuevos tapizados en cuero rojo o Alcantara bicolor con costuras de contraste, selector giratorio de marchas y otras mejoras de detalle.
En el apartado de equipamiento y tecnología mantiene unas pantallas de buenas dimensiones, conectividad moderna, acabados de calidad… pero aquí surge mi crítica: todo esto está muy bien, pero ¿realmente es una «Alfa Romeo» con carácter o es un SUV más que cumple, un coche premium que quiere atraer volumen? Porque a la vista de los números de ventas (menos de 700 unidades registradas en Reino Unido en lo que va de año frente a miles de rivales, poco más de 1300 en España) algo no conecta.
Diseño, acabados y equipamiento: estilo con intenciones, pero ¿alma?
El Tonale revisado propone un diseño que busca recuperar algo de cuore sportivo: nuevos colores como Rosso Brera, Verde Monza y Giallo Ocra, llantas de 19 o 20 pulgadas, techo opcional negro, detalles interiores de Alcantara o cuero con costuras que quieren evocar tradición. En el exterior, el emblema Alfa tridimensional, el «Trilobo» reinterpretado y unas superficies más musculadas pretenden hacer justicia al legado de la marca.
Sin embargo, cuando comparo con lo que esperaba de Alfa Romeo (agresividad italiana, nervio, elegancia) siento que falta un escalón. Las mejoras estéticas son acertadas, sí, pero tampoco radicales y siguen apuntando a una clientela que busca “premium generalista” más que al purista que valoraba no ya el Giulia Veloce o el 4C sino el 75 o el Nuova 33. Ahí es donde entra mi crítica de que el Tonale actualizado comparte demasiado con el “SUV caro” estándar y demasiado poco con esa diferenciación genuina de marca que Alfa necesita.
El interior mejora sin duda: asientos deportivos, piel y Alcantara, volante calefactado, etc. Pero al fin y al cabo todo esto está disponible hoy en muchos rivales. La sensación es que la marca ha puesto buen esfuerzo, pero quizá no ha salido aún de la lógica de volumen que el grupo Stellantis le impone. Y ahí vuelve la idea del Dart caro: elegante, competente… pero con marca premium que no termina de surgir.
Identidad diluida bajo la era Tavares
Aquí es donde me mojo: creo que bajo la era Carlos Tavares en Stellantis se produjo un error grave en muchas de sus marcas que incluyó a las legendarias, como Alfa Romeo. Se intentó electrificar, estandarizar y adaptarse al volumen antes de proteger aquello que hacía especial a la marca: su carácter, su sonido, su estética radical. En el caso del Tonale, aunque actualizado, veo que Alfa sigue atrapada entre dos mundos: quiere ser premium deportivo, pero también “muy vendible”, aunque, siendo justo, veo en este facelift a una marca que trata de recuperar el sendero mientras termina de amortizar al modelo.
Para mí, eso se traduce en que el resultado sigue siendo un Dodge Dart caro con emblema Alfa Romeo. No es que el coche sea malo, insisto, tiene cualidades: buen dinamismo, estética mejorada, tecnologías actualizadas. Pero como he dicho ya, no siento esa chispa que hacía que decir “tengo un Alfa” fuera algo distinto. Cuando pagas por un Alfa, deberías sentir que estás comprando algo distinto al resto. En este caso, la mezcla de mecánicas múltiples, identidad sobria y estrategia de volumen me transmite lo contrario.
La marca necesita diferenciarse, no integrarse en la marea general de los SUV premium. Alfa quiso ser una más y perdió su alma italiana, y cuando una marca pierde alma, los descuentos, las rebajas y las caídas en ventas solo son síntomas de un problema mayor.
¿Y ahora qué? ¿Salvación o continuación de la mediocridad?
El Tonale es lo que es, y se ha mejorado como se ha podido. Está bien, va por el buen camino. Ahora Alfa Romeo debe reforzar lo que le hace única: sonido, emoción, dinámica, identidad. Este coche es un buen producto; y sin embargo, en el mercado premium de hoy eso no basta. Si Alfa no añade el “algo extra” que generaba fervor, seguirá siendo uno más.
Hay esperanza sin Tavares. Si el grupo da margen a Alfa para apostar por fórmulas más puras, menos comprometidas con el volumen de ventas y más centradas en la marca, entonces este Tonale será el escalón hacia la coherencia.
En resumen: este Tonale actualizado es bonito, funciona bien y es un producto excelente y recomendable para el que busca un coche con clase, pero para mí sigue siendo un coche al que le falta identidad de marca. Alfa Romeo debe decidir entre ser simplemente premium o volver a ser especial.




Jose Manuel Miana
Ando loco con los coches desde que era pequeño, y desde entonces acumulo datos en la cabeza. ¿Sabías que el naufragio del Andrea Doria guarda dentro el único prototipo del Chrysler Norseman? Ese tipo de cosas me pasan por la cabeza. Aparte de eso, lo típico: Estudié mecánica y trabajé unos años en talleres especializados en deportivos prémium.COMENTARIOS