Ya lo dijimos en una ocasión, la prohibición de los motores de combustión va a traer cola y más allá de lo que pidan algunos países como Italia, siempre en lo referente a su industria (cada uno mira por lo suyo) o la posible pérdida de puestos de trabajo anunciada por el señor Luca de Meo. La prohibición de los motores de combustión en la Unión Europea va a ser un problema serio, porque a todo esto tenemos que sumar algunos países que se rebelarán contra la normativa, como es el caso de la República Checa.
El primer ministro checo, Andrej Babis, ha dicho, en unas declaraciones recogidas por Autonews Europa, que antepondrá su industria automotriz a cualquier plan y no prohibirá los motores de combustión. También ha dicho que no financiará la expansión de la infraestructura de carga de coches eléctricos, aunque apoye su multiplicación en beneficio de todos.
No podemos imponer lo que los fanáticos verdes idearon en el Parlamento Europeo. No aceptaremos la prohibición de vender vehículos que funcionan con combustibles fósiles” – Andrej Babis, primer ministro de la República Checa
La Comisión Europea hizo público su paquete de medidas destinadas a alcanzar la neutralidad de carbono para 2025, el pasado mes de julio. En las medidas previstas, los fabricantes están obligados a reducir las emisiones de CO2 de sus coches nuevos y furgonetas en un 55 % para 2030 con respecto a los niveles de 2021 y tienen que ser equivalentes a cero en 2035.
Esto significa que solo podrán vender vehículos eléctricos a partir de dicha fecha, ya sean a baterías o por pila de combustible. Italia, como vimos hace poco, ha iniciado conversaciones para evitar que los fabricantes más característicos y famosos del país, tales como Ferrari o Lamborghini, se vean afectados negativamente por esta normativa, buscando una prórroga para darles tiempo a adaptar su tecnología y sus instalaciones a las nuevas exigencias.
Sin embargo, en la República Checa son menos diplomáticos y se han posicionado en contra de la medida, es más, han dicho que no van a prohibir nada. Habrá quien piense que son unos egoístas y que el bien común es más importante, que no está falto de razón, pero en estamos hablando de un país donde la industria del automóvil representa casi la tercera parte de la economía y la prohibición de los motores de combustión, podría afectar muy negativamente al sustento de muchísimas familias. Además, el primer ministro checo tomará la presidencia rotatoria de la Unión Europea a mediados de 2022, haciendo que sea un tema prioritario.
España, aunque pueda parecer diferente, no lo es. La industria del automóvil representa un gran porcentaje del PIB, nada menos que un 10 %. España es el segundo fabricante de vehículos de Europa y es el octavo a nivel mundial, con cerca de dos millones de puestos de trabajo ligados a la automoción, siendo directos 300.000 empleos. Además, el 82 % de la producción española de vehículos se destina a exportación a más de 100 países. La prohibición de los motores de combustión afectará y mucho, a los españoles que tengan alguna relación con la industria del automóvil.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS