Con el cierre de la planta de Nissan en la Zona Franca de Barcelona y la información que llegaba días antes del anuncio sobre las nuevas medidas en la producción del fabricante, todo apuntaba a que Nissan iba a olvidarse de Europa y continuaría invirtiendo y dando prioridad a los mercados de Estados Unidos, China y Japón. La empresa nipona ha emitido un comunicado del consejero Marco Toro, con el que ha querido diferenciar algunos aspectos de esta afirmación.
La diferencia se encuentra en el aspecto comercial de Nissan y el de producción, este último referente a las plantas que hay en el país y en todo el continente. En cuanto al aspecto comercial, Nissan ha subrayado que ha tenido la cuota de mercado número 1 de España en volumen de ventas por concesión a particulares, de satisfacción en ventas y posventa. España, por su parte, es el segundo país de la Unión Europea en cuota de mercado si se consideran los canales de empresa y alquiler (mercado total).
Esto decía Toro sobre los nuevos horizontes de Nissan: “Tenemos plena confianza en la fortaleza de la marca y en la sólida profesionalidad de nuestra red de concesionarios en España, para acompañarnos en el desarrollo de nuestro plan de negocio futuro para 2023. Nuestro compromiso con nuestros empleados y con nuestros clientes en España, permanece inquebrantable.”
En los últimos años, Nissan ha sido una de las marcas en encabezar el segmento de los crossover y la movilidad electrificada en España, y parece que la nueva estrategia en Europa pasará por seguir apostando por esas familias. La línea de eléctricos la empezó el Leaf en 2010 (a finales de año), mientras que el último crossover en aparecer fue a finales de 2019, la segunda generación del Nissan Juke, eso sí, con motores térmicos. El próximo que se espera es el Nissan Ariya (lanzamiento previsto, el 15 de julio), de carrocería tipo coupé, junto con modelos que se renovarán (Qashqai y X-Trail).
España fue uno de los últimos países en recibir el Nissan Leaf cuando salió. En su primer año se recibieron 1.000 unidades, y la mayoría se destinaron a flotas de empresas
El mismo día 15 de julio también hay programada una concentración más de los trabajadores de Nissan Barcelona en Madrid. Será a partir de las 11:00, irá desde la plaza de Carlos V hasta el Congreso de los Diputados, y está organizado por el sindicato UGT-Fica. El objetivo es exponer el descontento hacia una serie de actuaciones “premeditadas” por parte de la multinacional durante los últimos años para deslocalizar la fabricación de vehículos en las plantas de Barcelona.
También se critica las promesas incumplidas de Nissan, como la planta de pintura (en la que se invirtió más de 70 millones de euros) que nunca se llegó a realizar, y se pedirá al Gobierno que se paralice el ERE y que se elimine la fecha de cierre de la planta, en diciembre de 2020. El recorte sacrificará 3.000 puestos de trabajo directos y 25.000 indirectos. La planta de componentes de Cantabria se mantendrá en marcha.
Con el paso del tiempo, Nissan ha invertido en el despliegue de los eléctricos, tales como infraestructuras de carga rápida en concesionarios sin coste para los usuarios. Además, el proyecto Easycharger, en el que han invertido 15 millones de euros en los últimos tres años, incluye centros de carga en aparcamientos, en la propia vivienda o en centros comerciales.
Ahora Nissan se propone llegar a un 50 % de ventas en Europa de vehículos electrificados para 2023, un porcentaje que tienen calculado a partir de los 12 nuevos modelos que saldrán a la luz en los siguientes 18 meses. Estos modelos contarán con el nuevo sistema híbrido en serie que es exclusivo de Nissan: el e-Power, para el que se estima un millón de vehículos vendidos con esta tecnología.
En total, serán unos 2.400 millones de euros los que se reducirán en costes fijos dentro de la compañía, mientras que la gestión será mucho más fluida en el consorcio de fabricantes (Renault, Nissan y Mitsubishi). Renault quedará como marca de referencia en la producción europea, mientras que Nissan permanecerá en Europa para el desarrollo del segmento C en SUV, eléctricos y deportivos Premium, sin tocar apenas la inversión en plantas de producción. Por lo tanto, a la marca no se la esperará para contribuir en la riqueza del país o en el mercado laboral más que con fabricación de componentes, pero sí que estarán para traer sus productos.
Cuando cierre Barcelona, la única planta de producción de vehículos europea (geográficamente hablando) de Nissan será la de Sunderland, en el Reino Unido, que va camino de quedarse fuera del mercado único. El premier británico, Boris Johnson, sigue en su pretensión de consumar el “Brexit” aunque no haya acuerdo comercial con la Unión Europea, lo que compromete el futuro de la planta cuando toque renovar los modelos asignados (Juke, Leaf y Qashqai). Los Nissan Micra se fabrican en Francia por parte de Renault.
En definitiva, Nissan se mantendrá como una marca que vende vehículos en nuestro país, pero que no los fabrica, la misma situación que había a principios de los años 80. El contexto no tiene nada que ver con entonces. España se abría a la competencia, y Nissan se quedó con una factoría de Ebro, que a su vez era la heredera de la primera Motor Ibérica, puesta en marcha hace 100 años.
Enrique Delgado
Terminando la carrera de audiovisuales y empezando en el mundo del periodismo con el espíritu de aprender sobre motor. Siempre tengo un ojo para lo que ocurre en el mundo y otro en absorber todo el conocimiento que pueda sobre él para escribir literatura, mi hobby personal.COMENTARIOS