Tenemos que reducir las emisiones contaminantes, es algo de lo que nadie duda. El problema es como reducir esas emisiones y como se adaptará la gente a las necesidades, no todo vale, aunque aquellos que tienen el poder crean que sí. Y así ocurre a día de hoy, que la prohibición de vehículos contaminantes para 2035 es un tema candente y lo será durante todos los años que nos quedan para su puesta en activo. Incluso hay quien afirma que nunca llegará a ponerse en marcha, pues será imposible que los fabricantes tengan la tecnología suficientemente desarrollada, no habrá infraestructura suficiente para todos y además, la red eléctrica no será capaz de soportar la enorme cantidad de demanda que se generará.
Se consideró una victoria que la Comisión Europea admitiera en la normativa los combustibles sintéticos, una exigencia que encabezó Alemania y fue secundada por otros países y que, ahora, vuelve a ser noticia. La excepción de los carburantes sintéticos requería de la creación de una nueva categoría para coches con motor de combustión que funcionaran con este combustible y el borrador, como era de esperar, ha llegado con truco. Si alguien se pensaba que todo iba a ser tan fácil, es que no conoce como funcionan estas cosas, pues era de esperar que se pusiera algún tipo de traba que echara por tierra la posibilidad de mantener el motor de combustión.
El borrador de la normativa, al que ha tenido acceso Reuters, exige que los combustibles sintéticos sean absolutamente neutros en carbono durante todo el proceso de creación y posterior empleo, es decir, en toda la cadena de valor, lo que incluye obvención de materias primas, fabricación del producto, transporte, almacenaje, distribución… para el eFuell Alliance, el grupo de presión que promueve el uso de combustibles sintéticos, proponen una normativa tan restrictiva que no puede aplicarse en la vida real y, por lo tanto, hablamos de una prohibición del motor de combustión encubierta.
Por el momento es un borrador y aunque la versión definitiva del texto podría variar muchísimo, todos sabemos que no será así y que la Comisión Europa pretenderá llevar a buen puerto la normativa. Están empeñados en que los motores de combustión desaparezcan por todos los medios, sobre todo después de que Alemania y otros países vetarán la propuesta original en marzo de 2023 al no incluir, como se pidió, la inclusión de los llamados “eFuells”.
BMW, y también Stellantis, declararon en su momento que “los combustibles neutros para el clima pueden desempeñar un papel importante en la descarbonización del transporte, sobre todo cuando se trata de reducir las emisiones de CO2 del parque automovilístico actual, que ya cuenta con unos 250 millones de vehículos en Europa”.
El borrador es tan polémico, tan imposible de reproducir en la práctica, que ya tiene la primera reacción: Lühmann Gruppe, una empresa alemana especializada en combustibles sintéticos, ha interpuesto una demanda contra la normativa y contra la Unión Europea, pues consideran que la normativa se basa en ideología y no en hechos. Ralf Diemer, director general de eFuell Alliance, considera que las exigencias que se registran en el borraoor son casi imposibles de alcanzar y provoca que, en la práctica, solo se puedan vender coches eléctricos.
La demanda presentada por Lühmann Gruppe es la primera de este tipo, aunque Polonia ya anunció que haría lo mismo el pasado mes de junio, así que podríamos encontrarnos con una segunda demanda contra la normativa por ser puramente ideológica.
Para muchos, los combustibles sintéticos no tienen futuro porque son muy caros de producir, aunque las baterías de los coches eléctricos también son muy caras de fabricar y los coches eléctricos continúan su evolución y sus precios, gracias a esa evolución, bajarán poco a poco, lo mismo que ocurriría con los combustibles sintéticos en caso de seguir con el desarrollo. De hecho, hay algunos estudios que afirman que una gran mayoría de los coches actuales podrían emplear combustibles sintéticos sin problemas, lo que ayudaría a reducir todavía más las emisiones del parque móvil europeo.
La misma Dirección General de Tráfico, en su revista, afirma que los coches actuales son compatibles con los combustibles sintéticos, incluso los coches clásicos pueden funcionar con dichos combustibles, pues en términos de estructura química y propiedades fundamentales sigue siendo gasolina. Afirmaciones que también respaldan empresas como Repsol, mientras que Stellantis, junto con Aramco, ha realizado una investigación y afirman que un total de 24 familias de motores europeos, fabricados desde 2014, son compatibles con combustibles sintéticos.
Además, uno de los argumentos que se esgrimen para apoyar la popularización del combustible sintético, es que no necesita infraestructura nueva, pues la actual, la que se emplea para los combustibles fósiles, es completamente válida, desde el almacenaje, pasando por el transporte y el suministro a los usuarios.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS