¿Caterham o Zenos? Vaya batalla entre dos fabricantes británicos referentes del mundo de los ultraligeros. Difícil elección. Los coches del primero siempre llevarán consigo el beneficio de la distinción. Por donde circulen, nunca dejan de ser rarezas sobre ruedas. Claro, el especial en regiones donde la marca es, precisamente, una rareza. Los coches del segundo son prueba de que las barchettas nunca mueren. Y cuando digo que nunca mueren no estoy destacando la noble decisión de apostar por un tipo de carrocería ancestral para dar vida a una flota de modernos deportivos.
Sí, se me presentaría un completo dilema si tuviera que elegir uno de estos dos estereotipos de deportivos ultraligeros para probarlo en ciudad o carretera. Una rareza es una rareza y entonces me entregaría a la intrínseca e inevitable exposición que genera la personalidad de un Caterham Seven, pero insisto, las barchettas nunca mueren y hay que echarle un vistazo a lo último de lo último, de manera tal que el nuevo Zenos E10, con todo lo que representa un regreso después de diez años, terminaría por inclinar la balanza.
A juzgar por los artículos publicados de los últimos meses a esta parte, notarán que, cuando un coche de estas características aparece en escena, acostumbro adoptar la fórmula Koenigsegg para determinar su habilidad de conducción. De arranque, el Zenos E10 RZ 2026 presume una relación potencia-peso ligeramente superior que el Zenos E10 S de una década atrás, pero con el criterio sueco, que da mayor relevancia al peso, la diferencia entre coeficientes es aún mayor. Eso sí, sus 380 caballos y su peso en vacío de 790 kilogramos no superarían en desempeño al E10 R del pasado.

De todas maneras, hablamos de una relación envidiable, que le permite promocionar la tanda de 30 unidades que la marca espera entregar durante el primer año haciendo alarde de unos 500 CV por tonelada. Un importante aumento de potencia y un incremento en la balanza que no lo retira de la mesa de los ultraligeros promete una experiencia de manejo sólida, pero una aceleración salvaje para empezar, porque el coche necesita poco más de tres segundos –3,2 si gustas anotar el dato exacto– para alcanzar de parado los 100 km/h.
La postura es el otro factor que aumenta las expectativas de su experiencia de conducción. Las vías son más anchas en el Zenos E10 RZ 2026 y, con un diferencial de deslizamiento limitado de serie, será interesante prestarle atención a su desempeño en estabilidad, adherencia y distribución de par en curvas. En la composición no hay evoluciones notables. La estructura central sobre la cual se montan los subchasis vuelve a ser de aluminio y la carrocería de fibra de carbono una vez más. Al respecto, me he puesto un poco ansioso por ver qué tal le queda el acabado con la fibra a la vista, porque, sí, ese exterior será una de las opciones entre una gama de pinturas.
Una vez en calle, entonces estaremos en condiciones de saber si Caterham Seven 310 Encore o Zenos E10 RZ 2026. Por lo pronto, aquí aguardaré, con la certeza, eso sí, de que se nos viene una cabina coherente con el lenguaje de alto rendimiento que se supone que profesará. Esos arcos antivuelco que sobresalen adelantan que no habrá allí dentro lugar para el aburrimiento.
Mauro Blanco
Veo arte en los coches y en sus diseños una potencia que va más allá de las cifras. Ex conductor de Renault 12 rojo modelo 1995 de épicos e imprevisibles episodios, al que recuerdo por la hostilidad de su volante, pero, sobre todo, por nunca haberme dejado en el camino.COMENTARIOS