Poco a poco los de Sant’Agata Bolognese van desvelando secretos del primer híbrido de su historia, el Lamborghini Sián, que fue presentado hace casi un año. En esta ocasión nos cuentan cómo han empleado los “materiales inteligentes” que lleva este superdeportivo, para simplificar el diseño y maximizar la eficiencia.
La innovación radica en cuatro aletas que se abren o cierran en función de la temperatura del compartimento del motor, sin emplear elementos electrónicos o hidráulicos. Cuando la temperatura supera un umbral, se abren, evacuando el aire caliente del compartimento y ayudando a la refrigeración, a la par que no generan mucho arrastre aerodinámico. Si la temperatura baja, se cierran automáticamente, para mejorar la aerodinámica. Pero, ¿cómo han conseguido esto?
En realidad, no emplean ningún elemento electrónico o hidráulico para conseguirlo, sino dos muelles construidos con una aleación metálica, que se expande con el calor y se contrae cuando baja la temperatura, teniendo una especie de “efecto memoria”. Funcionalmente son muy parecidos al termostato de cualquier vehículo, pero esta vez no se recurre a la cera para que funcionen.
Ugo Riccio, Jefe de Aerodinámica del Sián Coupé y Roadster y Coordinador de desarrollo del Sistema nos lo explica: “Este mecanismo patentado utiliza una aleación de memoria de forma para activar cuatro aletas, mejorando el rendimiento térmico del automóvil cuando es necesario. La palabra ‘necesario’ no es accidental. Se utiliza porque este sistema es completamente autónomo sin el uso de electrónica, y es capaz de abrir y cerrar las aletas de acuerdo con el estado térmico del compartimento motor y las necesidades aerodinámicas. ¿Pero cómo hicimos esto? Usamos por primera vez en un superdeportivo aleaciones pasivas de memoria de forma, un metal con memoria térmica, que cambia su estructura química y su estado de acuerdo con la temperatura. Lo usamos para generar movimiento, lineal, no en rotación. Ayuda a ahorrar peso porque no necesita accionamiento hidráulico, eléctrico o mecánico”.
Recordemos que el Lamborghini Sián entrega 819 CV en total, gracias a su V12 que produce 785 CV y un motor eléctrico de 34 CV situado en la caja de cambios. No hay batería de litio para moverlo, sino un conjunto de supercondensadores que se cargan y descargan en segundos
“En este momento estamos usando este material para abrir y cerrar la salida de aire en la cubierta del motor, y nos permite controlar el calor generado en este área sin aumentar el peso del automóvil. En el futuro, estos materiales se integrarán aún más en modo pasivo y activo a otras funciones nuevas e impredecibles que se revelarán a su debido tiempo”, agrega Paolo Mazzelli, Líder de Proyecto para los proyectos a medida y el hombre que dirigió el desarrollo del Sesto Elemento, Veneno y Centenario.
Este tipo de materiales son caros y es por eso que aún no se emplean de forma generalizada. Lamborghini no nos cuenta de qué material se trata, pero podría ser algo similar al NiTiNOL, una aleación de níquel y titanio que posee memoria de forma y es sensible a la temperatura.
Pablo Mayo
Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches desde que era un chaval. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Ahora embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.COMENTARIOS