Hay furgonetas que han pasado a la historia por su gran rendimiento, pero sobre todo, por ser uno de los mayores éxitos que hay en el mundo de la automoción. Esto es lo que ha sucedido con la Ford Supervan, un modelo que ha cosechado unos números extraordinarios desde su producción. Ahora, varias décadas más tarde, se han propuesto renovar por completo una versión original de este modelo, que en el fondo no es más que una Transit con un acabado más extremo.
Este es uno de los proyectos más especiales que se recuerdan y es que este modelo puede llegar a ofrecer unas prestaciones propias del mundo de la competición. Bien es cierto que originariamente este modelo no era más que un popurrí que era tan rocambolesca como bonita. Dicho de otra manera, no era más que una Ford Transit con varios plugins o actualizaciones que tenía un motor V8 de 7 litros y unos 440 CV. Lo que en un principio parecía que era una furgoneta más al uso, se convirtió en una furgoneta que era propia de un deportivo, como es el caso del Ford GT40 de quien recibe el motor, llegando a superar los 100 km/h en algo más de siete segundos.
Se trata de unas cifras bastante aceptables actualmente e incluso mediocres si se tiene en consideración como ha ido evolucionando el mercado, pero en la década de los años 70 no pasó desapercibida. La genial idea de Terry Drury Racing estuvo presente en eventos y circuitos antes de retirarse, aunque finalmente terminó en las manos de Andy Brown hasta terminar en el olvido y sin rastro de ella… o no.
Brown, un ex trabajador de Ford, recibió una llamada varios años más tarde, que se tradujo en una investigación muy especial: “Un día recibí una llamada y alguien me dijo que creía saber dónde estaban los restos de la Supervan. He perdido la cuenta, pero esta debe haber sido al menos la vigésima vez, fácilmente”, recordaba admitiendo que durante mucho tiempo le han dado llegado durante todo este tiempo varias llamadas que eran falsas esperanzas.
Este caso era distinto y es que en este caso los restos que se encontró fueron tan contundentes que no le hizo dudar en ningún momento sobre su originalidad: “Fui a ver los restos, pasé la mano por debajo de los umbrales y supe que era la furgoneta que había tenido. Ni siquiera era una furgoneta en absoluto -solo un panel del suelo, un poco del divisor de la zona de carga y algunas partes de un chasis que habían sido cortadas”.
Con el material que pudieron rescatar se pusieron a trabajar con la intención de recuperar la esencia original de este modelo propio de la competición. Para hacerlo posible también utilizaron un chasis Copper Monaco y partes del sistema de escape del GT40 original, todo ello con el clásico V8. Eso sí, para verlo en persona tendremos que esperar un poco y es que se espera que se exponga finalmente en junto a la segunda y tercera versión de este modelo en el centro Técnico e Dunton en Reino Unido. Lo que es seguro es que veremos un modelo realmente especial que ha sido tratado con mucho mimo para que se pueda llegar a poner en circulación de una manera u otra y es que esta furgoneta de competición fue un claro ejemplo a seguir en la industria.
Alejandro Delgado
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