La aceleración pura no genera diversión, o eso dicen desde Lamborghini

La aceleración pura no genera diversión, o eso dicen desde Lamborghini

Hace falta más que un "simple" 0 a 100 km/h para despertar emoción y diversión


Tiempo de lectura: 4 min.

Si por algo han destacado los coches eléctricos, sobre todo los más potentes, es por una aceleración bestial. No es la primera vez que un coche eléctrico presume de ser el más rápido del mundo, porque es capaz de acelerar como si fuera un auténtico dragster y sin usar los brutales neumáticos de tan peculiares automóviles, pero los que amamos la conducción, sabemos que la aceleración no lo es todo.

De nada sirve completar el 0 a 100 km/h en dos o tres segundos, si luego el empuje decae y la velocidad a la que se puede llegar a rodar es inferior a la de un coche que acelera menos. También está el momento de la frenada, la gestión de la curva, la hora de acelerar para salir del viraje lo más rápido posible, siempre manteniendo el equilibrio del coche… La aceleración puede emocionar en un primer momento, pero después, ya no genera diversión.

Así de claro lo tienen en Lamborghini, al menos así lo entiende Rouven Mohr, director técnico de la firma italiana, quien ha dejado claro que el futuro Lamborghini eléctrico será mucho más que aceleración. Según sus palabras, “Lamborghini es una marca que ofrece una experiencia. No ofrecemos movilidad de un punto A a un punto B. Nadie necesita realmente un Lamborghini. Necesitamos generar deseo con emoción en el coche. Algunos coches del mercado están tan sobrediseñados que no sientes una conexión. Nosotros buscamos la mayor emoción posible”.

Son declaraciones importantes, además, no se quedó ahí, pues también ha comentado que “es más difícil en los vehículos eléctricos (la diversión y la emoción) pero no imposible. Los fabricantes con mentalidad emocional deben centrarse en cosas diferentes en el mundo eléctrico. Imitar el carácter de los motores de combustión interna no es la forma correcta”.

Lamborghini eléctrico (2)

Los amantes de los coches de altas prestaciones, ven en la electricidad la muerte de las sensaciones. Son coches que no suenan, no vibran y no transmiten –al menos los actuales, en el futuro ya veremos–. Es un problema al que tendrán que enfrentarse marcas como Lamborghini y al parecer, el señor Rouven Mohr tiene una idea de porque donde se podría probar para encontrar esa emoción. “Las emociones de los futuros vehículos eléctricos no serán generadas por el tipo de motor o batería que utilicen; estos son solo los facilitadores que liberan los requisitos de rendimiento y autonomía. El carácter se define por otras cosas. Creo que tenemos algunas ideas interesantes. En el próximo año o dos, mostraremos nuestras ideas. Está muy lejos de lo que es un tiempo de aceleración de 0 a 100 km/h. Eso no es algo que genere diversión”, comentó.

Está claro que el coche eléctrico todavía dará mucho sobre lo que hablar, no será sencillo encontrar el camino y habrá mil formas de ofrecer emoción y diversión, y que nadie dude que se logrará. No debemos olvidar que cuando el diésel comenzó a llegar incluso a coches con cierto talante pasional y deportivo, todo el mundo dijo más o menos lo mismo: no son motores para un deportivo, pero al final, incluso aquellos que decían esas cosas tenían en el garaje un coche con motor turbodiésel –en ocasiones, montado en un coupé y con potencia–. Y el diésel es un ejemplo, con la inyección y los carburadores pasó lo mismo, al igual que con la dirección asistida, y no creo que nadie quiera volver a los carburadores ni quiera prescindir de su dirección asistida.

Según Mohr, “nuestra industria automovilística tiene que reinventar los atributos que definen el carácter de un coche. Paso a paso, las próximas generaciones desarrollarán una interpretación diferente de lo que es cool. Llegará un momento en que los jóvenes no entiendan el atractivo de un deportivo manual con motor de combustión interna”.

La deportividad tendrá que transformarse, adaptarse al futuro eléctrico que nos espera

Morh sigue dando pistas de por donde podrían ir las emociones de los Lamborghini eléctricos y apunta claramente al sistema Active Wheel Carrier, una especie de dirección a las cuatro ruedas que puede modificar convergencia e inclinación de las ruedas. “Puedes controlar mejor la posición del neumático y luego, con precisión de bisturí, definir la cantidad de correcta de par. El motor tiene que introducir el aire, luego el combustible y luego la combustión. No puedes controlar la entrega de potencia en milisegundos como puedes hacer con los motores eléctricos. Con un vehículo eléctrico puedes asegurarte de que el motor patine constantemente la rueda, como una especie de control de tracción inverso. Esto no es posible con un motor de combustión interna. Si a esto le sumamos el posicionamiento activo del volante, ¡vaya!, podemos realizar maniobras que antes no eran posibles”.

COMPARTE
Sobre mí

Javi Martín

Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".

COMENTARIOS

avatar
2000
 
smilegrinwinkmrgreenneutraltwistedarrowshockunamusedcooleviloopsrazzrollcryeeklolmadsadexclamationquestionideahmmbegwhewchucklesillyenvyshutmouth
Foto
 
 
 
  Suscribir  
Notificar de


NUESTRO EQUIPO

Pablo Mayo

Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches desde que era un chaval. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Ahora embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

Javi Martín

Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".

Miguel Sánchez

Todo vehículo tiene al menos dos vidas. Así, normalmente pensamos en aquella donde disfrutamos de sus cualidades. Aquella en la que nos hace felices o nos sirve fielmente para un simple propósito práctico. Sin embargo, antes ha habido toda una fase de diseño en la que la ingeniería y la planificación financiera se han conjugado para hacerlo posible. Como redactor, es ésta la fase que analizo. Porque sólo podemos disfrutar completamente de algo comprendiendo de dónde proviene.

Francisco Javier Rodriguez

En la época en la que pasaba el día dibujando coches, alguien me preguntó: ¿pero a ti te gusta más la mecánica o la carrocería de los coches? Esa misma semana leí el Manual del Automóvil de Arias Paz. Tenía 14 años, esa simple pregunta es la razón por la que estoy aquí, desde entonces no he parado de aprender sobre lo que se convirtió en mi pasión.

Ángel Arias

La historia del automóvil está llena de grandes emprendedores, de ideas arriesgadas, curiosas casualidades, irreconciliables enemistades y muchos fracasos. Es un mundo intenso y fascinante del que muchos hemos quedado cautivados. Cualquier vehículo con un motor me parece interesante, ya sean motocicletas, automóviles, camiones, aviones o barcos; es estupendo sentir la brisa del viento en la cara sobre uno de ellos. Si estáis aquí es porque compartimos afición.

Alejandro Delgado

Jesus Alonso

Javier Gutierrez