Uno de los protagonistas de Kia en el Salón de Nueva York es un prototipo que anticipa las intenciones de cómo serán los coches en unos años. Probablemente el típico coche de 2030 tenga mucho que ver con lo anticipado por el Kia HabaNiro Concept, creación del estudio de diseño de la marca en California.

Es un prototipo funcional, ya que puede rodar. Kia lo define como un “coche para todo” o “ECEV-urbano, crossover, de estilo deportivo, tecnológico y con espíritu aventurero”. Vamos, que sigue siendo un crossover con nula capacidad para ir de aventuras sobre superficies no asfaltadas. Hasta aquí, nada nuevo, pero hay que mencionar unas cuantas cosas que trae.

Mide 4,43 metros de largo, 1,95 m de ancho y 1,6 m de alto, por lo que tiene dimensiones similares al Sportage, pero más compacto. La batalla es de 2,83 metros, muy larga para un coche de ese tamaño, pero es lo que tienen las plataformas 100 % eléctricas: los motores van en los extremos, los voladizos son muy cortos y se aprovecha la batalla para llenarla de baterías.

El Kia HabaNiro Concept puede recorrer unos 500 kilómetros con la carga de sus baterías, lleva un motor eléctrico delante y otro detrás, por lo que tiene tracción total (e-AWD). Además, tiene capacidad de conducción autónoma -obviamente el prototipo no la tiene funcional- de nivel 5, es decir, está pensado para desconectar completamente de la conducción si se desea.

Los ocupantes del HabaNiro Concept pueden convertir el coche en una prolongación del salón con tele de mazo de pulgadas. El parabrisas entero puede convertirse en una pantalla, y los retrovisores solo se muestran cuando el sistema READ (acrónimo de “conducción adaptada a las emociones en tiempo real”) detecta que se desea mirar donde tradicionalmente estarían los espejos. Lo demandará la generación “Z” cuando sea más mayor.

Una inteligencia artificial intenta anticiparse a los deseos del conductor e incluso a su estado de ánimo. Kia afirma que ante los escépticos de la conducción autónoma, el placer de conducción se puede mejorar si se mejora la experiencia, y para eso el coche trata de amoldarse a la persona. El sistema puede que, algún día, sepa identificar que hay pasajeros hambrientos, encargar la comida en un lugar más adelante y llegar con el pedido listo.

El interior está decorado en un tono rojo (Lava Red) para sugerir “pasión y vitalidad”, se les ha olvidado decir que sugiere que es monstruosamente caro. Los asientos parecen que flotan en la cabina y las líneas son muy limpias. Casi todo parece diseñado con trazos muy básicos. Los instrumentos convencionales han sido reemplazados por movimientos de manos e interactividad con un sistema HUD.

La ventilación oculta se encarga de que el habitáculo esté bien climatizado, “de forma silenciosa y uniforme”. También se han tenido en cuenta efectos de iluminación interior para aumentar el grado de acogida. Para salir del coche un ingenioso sistema de apertura de puertas de tijera, delante y detrás, facilita todo. La visibilidad ha sido especialmente cuidada en todos los ángulos. En el vídeo se aprecia mejor todo.

Por fuera, el HabaNiro Concept tiene un diseño con personalidad, en el que el plástico negro típico de los crossover deja paso a unos paneles gris metálico (Satin Metallic Granite Grey) en la parte delantera y un pilar C resaltado en el mismo rojo del interior. Es un diseño que busca dinamismo incluso cuando está parado. Mucha filosofía, vaya. El color exterior básico es Snowdrift Pearl White tri-coat, es decir, blanco perlado tricapa.

El HabaNiro Concept no anticipa ningún modelo de producción a corto plazo.