El Chevrolet Corvette C6 es un coche respetable. Su diseño impone, su motor V8 con genes puramente yankees, no solo suena a gloria bendita, también tiene poderío suficiente para poner a más de un piloto en apuros, pero no tiene suficiente caché como para costar 330.000 dólares. No lo valía nuevo, y no lo vale ahora. Sin embargo, un tipo a pagado esa cantidad por un ejemplar.
Las subastas de coches pueden dar muchas sorpresas. Hemos sido testigos de, por ejemplo, la venta de un Ford Escort RS Cosworth por más de 200.000 euros, o los 2,1 millones que se pagaron en 2019 por la primera unidad del Toyota GR Supra. En ocasiones, aparece alguien dispuesto a pagar un disparate por algo que quiere sí o sí y revienta todas las previsiones, justo lo que parece que ha ocurrido con un ejemplar del Corvette C6.
Resulta llamativo que, Barret and Jackson, quienes vendieron la primera unidad del GR Supra por un precio de locos, hayan sido quienes han subastado el Corvette que nos atañe, una unidad de color rojo y con solo 65 millas en su odómetro –unos 105 kilómetros–, que, además, no se trata de ninguna versión especial o ultraprestacional, sino de un Corvette C6 “normal y corriente”, equipado con el V8 de 6,2 litros y 442 CV. Un coche que en Estados Unidos se pueden encontrar por 30.000 dólares –unos 28.750 euros– y que en Europa puedes encontrar, curiosamente, por precios muy similares.
Por si fuera poco, la configuración del coche es de lo más común, con una carrocería de color rojo y un habitáculo de color negro, equipado con las llantas cromadas opcionales, el techo de vidrio y el cambio automático.
CarsCoops se ha hecho eco de esta noticia y no ha tenido reparos en comparar este ejemplar con otras opciones. Al parecer, el Corvette C6 de 330.000 dólares pertenece a la colección de David M.Ressler, de donde salieron otros Corvette que se subastaron el mismo día. Por ejemplo, un Corvette ZR1 de la generación C4 –fabricado en 1993–, mucho más especial y con un kilometraje todavía más bajo –13 kilómetros–, se vendió por 115.000 dólares. También se subastó un Corvette ZR1 de 1995 con 118 kilómetros por 82.500 euros.¿Qué puede haber llevado al comprador a pagar 330.000 dólares? La respuesta, al menos para nosotros y solo en parte, está clara: inversión. Si sueles estar al día de todo lo que pasa en el mundillo de los coches, seguro que has visto en alguna ocasión que aparece un coche con un kilometraje bajísimo, que ha estado guardado y, supuestamente, olvidado, en un almacén. Coche que, por supuesto, se vende a un precio superelevado. Pues bien, estamos seguros que ese es el objetivo, guardar un ejemplar de Corvette C6 con un kilometraje muy, muy bajo, para venderlo más adelante por una buena suma de dinero.
De todas formas, no deja de ser un suceso raro y difícilmente repetible. La idea de guardar la unidad como una inversión se coge con pinzas, hará falta mucho tiempo para que un Corvette C6 con una configuración de lo más común pueda multiplicar su valor por 100, aunque el hecho de haber pagado una cantidad tan alta puede servir de precedente y podría suponer un aumento de la cotización de los Corvette C6.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS