Actualmente el tope de la evolución de la gama Fiesta se llama Fiesta ST 1.5 EcoBoost, 200 CV sacados de tres cilindros con marcha. En la generación anterior hubo algo más picante, el Fiesta ST200, que era un tuneo firmado por Montune basado en el Fiesta ST 1.6 EcoBoost y que venía con garantía de fábrica.
Aunque el Ford Fiesta ha pasado a ser un producto que ya no se va a seguir vendiendo en los Estados Unidos y Canadá, sigue vendiéndose en un volumen suficiente como para que tengan sentido versiones deportivas. Puede que en Ford hayan encontrado sentido incluso al Fiesta RS. De momento la combinación “Fiesta” + “RS” solo se ha dado en un prototipo que data del 2004.
La rumorología en el sector está en boga después de que Leo Roeks, el responsable europeo de Ford Performance, respondiese a los colegas de Motoring “no os lo puedo decir, estoy muy ocupado”. Los periodistas australianos añadieron un aspecto no verbal interesante en la respuesta, una sonrisita. Muchos interpretan que sí, Ford está trabajando en una versión RS del nuevo Fiesta.
Técnicamente es posible hasta meterle tracción total, ya que su primo de plataforma, el EcoSport, ya se comercializa con esa solución para quienes lo necesiten. Obviamente el propósito es muy distinto, en un Fiesta RS que supere los 200 CV sería para poner esa potencia en la carretera de forma controlada (o descontrolada en modo Drift), en vez de circular mejor por carretera o camino con mala adherencia.
Desde 2004 Ford ha tenido idas y venidas con lo de sacar una versión RS; este tipo de coches no reciben la luz verde si no se vislumbra un mercado suficiente para comercializarlo. Si no, los costes afectarían mucho al precio, y teniendo cerca el Focus ST, el RS, o incluso el Mustang 2.3, no tiene mucho sentido un coche pequeño caro, por mucho que corra. En marcas Premium eso funciona, en las generalistas no tanto.
Ford podría recurrir a un apriete más severo del 1.5 de tres cilindros o recuperar el 1.6 de cuatro cilindros y lograr que pase la Euro 6D-temp, el filtro de partículas será necesario con casi total seguridad. Al menos, hablaríamos de un cuatro cilindros. Pensando más a lo bestia, podría tener un 2.0 EcoBoost con algo menos de potencia que en el Focus RS. No sobran en el segmento B ofertas con más de 200 CV.
Aunque Ford está abandonando en buena parte de Norteamérica los turismos, a excepción del Mustang y el Focus Active, en Europa siguen ofreciendo cosas interesantes. Ford no se puede permitir el lujo de renunciar a su imagen deportiva en Europa, es algo que cuesta mucho tiempo conseguir, pero que se puede perder rápido. Hasta las marcas orientales se han acomodado en ese tipo de producto.
Está muy bien que Ford se hinche a vender SUVebordillos, si ese es el peaje que hay que pagar por un Fiesta RS, tendremos que transigir temporalmente.
Javier Costas
Me gustan los coches desde que tengo uso de razón (o antes). Tras haber conducido más de 400 coches aquí sigo, divulgando y aprendiendo a partes iguales sobre las cuatro ruedas. Vosotros habéis hecho que se convierta en mi pasión.Tienen que hacerlo, si o si.
El año pasado por fin otro piloto ganó el mundial de rallys conduciendo un Ford y encima la “marca” también se llevó el título de fabricantes. Hay que honrar esa gesta con un coche a la altura.