El Chevrolet Trailblazer SS de primera generación era un SUV digno de contemplar, robusto y con líneas evocadoras. Por supuesto, podría haber sido el tipo de automóvil del que todos podrían pensar que era 4×4 resistente, pero seamos realistas, no era más que un SUV de los que acabaría sirviendo de ejemplo al mercado europeo. Cuando llegó al mercado, estaba sumergido en un mar de SUV Honda, Toyota y Ford que eran más fiables que él, pero pocos podían presumir de que, con la preparación adecuada, podrían alcanzar a este Trailblazer SS, que hace el cuarto de milla en 8 segundos.
Este coche es obra de RPM Motorsports, una empresa que se involucra únicamente en proyectos orientados a General Motors, habiéndose convertido en expertos en los motores V8 de las series LS y LT tras 25 años trabajando en ellos. De ahí a coger un SUV familiar promedio estadounidense y convertirlo en un brutal proyecto de drag hay un paso muy corto. El objetivo era potenciar su LSX V8 de 436 pulgadas cúbicas (7,1 litros al cambio) y mejorarlo con un turbocompresor y un sistema de óxido nitroso.
El motor está completamente revisado y mejorado para hacer frente a todas las modificaciones, y ha sido acompañado de una transmisión TH400, la transmisión de Rossler Transmissions de Girard, Ohio, y un diferencial M9 de Moser fabricado en nueve pulgadas, de ahí el nombre. Su caja de cambios de tres velocidades puede parecer incluso anticuada, pero ellos han apostado por la opción más sólida. Por último, pero no menos importante, los amortiguadores de carreras ARCO de dos vías hacen que este Trailblazer SS tenga todo lo que necesita y más para alcanzar los ocho segundos en el cuarto de milla.
Esto se podría describir como una sensación de empuje constante en el que no podría darte tiempo a saber muy bien la velocidad a la que vas en ese momento. De hecho, si no fuese por los brutales neumáticos traseros y la ridícula anchura de los delanteros, sería difícil que alguien fuese capaz de percatarse ante lo que está. Ya en el interior, si no eres muy observador, no podrías distinguir este modelo de uno de serie si no fuese por los cuatro asientos de competición y la jaula que protege a los posibles pasajeros. Botellas de óxido nitroso y una pantalla ante el piloto a modo de cuadro de mandos completan un interior que se ha mantenido muy cerca de su apariencia de serie.
Está claro que, ya en 2006, mientras el mercado europeo tenía en sus calles gran cantidad de monovolúmenes, los estadounidenses fueron pioneros en este segmento con gran cantidad de variedad de SUV de mediano y gran tamaño. Estos les permitían moverse por sus anchas carreteras y en sus largas distancias de forma más confortable, pero, ¿todo esto tiene algún sentido en Europa? Sea como fuere, si me regalasen este brutal Chevrolet Trailblazer SS lo disfrutaría un poco antes de revenderlo para algo más acorde a mi forma de ver los vehículos deportivos.
Francisco Javier Rodriguez
En la época en la que pasaba el día dibujando coches, alguien me preguntó: ¿pero a ti te gusta más la mecánica o la carrocería de los coches? Esa misma semana leí el Manual del Automóvil de Arias Paz. Tenía 14 años, esa simple pregunta es la razón por la que estoy aquí, desde entonces no he parado de aprender sobre lo que se convirtió en mi pasión.COMENTARIOS