Este Belly Tank Lakester busca nuevo dueño

Este Belly Tank Lakester busca nuevo dueño

De ser parte de un avión, a ser un coche único


Tiempo de lectura: 3 min.

La web estadounidense Bring A Trailer tiene en su arsenal vehículos de lo más variopintos. Puedes encontrarte desde un Toyota Supra A80 que apenas ha sido utilizado, hasta una camioneta Peugeot o este peculiar Belly Tank Lakester. Este curioso vehículo nació a finales de los años cuarenta partiendo de un avión de combate de la Segunda Guerra Mundial y utilizando elementos de un Ford T para adaptarlo a la carretera.

Su creador, Bill Burke, de So-Cal Speed Shop (tienda especializada en piezas de alto rendimiento durante la década de los cuarenta), fue quien diseñó este peculiar coche con el objetivo de correr en el lago seco de El Mirage en California, Estados Unidos. El bastidor es el mismo que utilizaba Henry Ford en su primer coche de producción en masa, el Model T, pero colocado en posición invertida. Para su carrocería, Burke empleó el depósito de combustible de un Lockheed P-38 Lightning.

El Belly Tank Lakester fue concebido como caza récords de velocidad sobre el desierto de Mojave, California

Entre sus entrañas, un motor de ocho cilindros en V con 2.2 litros de cubicaje complementado con carburadores dobles Stromberg 81, un colector de admisión Eddie Meyers, un motor de arranque eléctrico y una caja de cambios manual de tres velocidades. Y para rodar sobre tierra firme, unos delgados y clásicos neumáticos Firestone con llantas de radios pintadas en rojo y tapacubos de un Ford V8. Para frenar se confía en una pareja de tambores hidráulicos de un Ford Model A en el eje posterior perforados controlados por un freno de mano en la cabina.

Belly Tank Lakester 3

El habitáculo es espartano, sencillo, con lo imprescindible. Un interior donde hombre y máquina están unidos, y el casco del piloto hace de parabrisas. La instrumentación de Stewart Warner consiste en un tacómetro tarado a 8.000 RPM y un medidor para controlar la temperatura del agua y otro para la presión de aceite. El conductor, por su parte, tenía que integrarse en un asiento de aluminio sujeto por un cinturón de cadera y manejar la escasa dirección del vehículo con un volante similar al del caza bombardero de la época.

Desafortunadamente, el Belly Tank Lakester desapareció tras unos años en activo. No fue hasta hace 15 años –aproximadamente– cuando fue encontrado cerca de Victorville, también en el estado de California, y siendo cinco años después adquirido por su actual dueño. Actualmente a la venta en Costa Mesa, el vendedor admite que existe cierta corrosión en algunas superficies de acero. También destaca que, con un depósito de combustible y de agua de 7,5 y 22,7 litros respectivamente, tan solo puede ser conducido de cinco a siete minutos de forma ininterrumpida.

Este mismo año, el curioso Lakester ha sido sometido a una sesión de mantenimiento en la que se ha reparado una fuga en la transmisión y se ha instalado una nueva batería. En unas horas acaba la puja, y en el momento actual de escribir estas líneas está ya en 49.000 dólares, casi 43.000 euros al cambio. Si no hay suerte de hacerse con él, en este maravilloso vídeo lo podemos contemplar en todo su esplendor.

COMPARTE
Sobre mí

Luis Blázquez

Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.

COMENTARIOS

avatar
2000
 
smilegrinwinkmrgreenneutraltwistedarrowshockunamusedcooleviloopsrazzrollcryeeklolmadsadexclamationquestionideahmmbegwhewchucklesillyenvyshutmouth
Foto
 
 
 
  Suscribir  
Notificar de


NUESTRO EQUIPO

Pablo Mayo

Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches desde que era un chaval. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Ahora embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

Javi Martín

Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".

Miguel Sánchez

Todo vehículo tiene al menos dos vidas. Así, normalmente pensamos en aquella donde disfrutamos de sus cualidades. Aquella en la que nos hace felices o nos sirve fielmente para un simple propósito práctico. Sin embargo, antes ha habido toda una fase de diseño en la que la ingeniería y la planificación financiera se han conjugado para hacerlo posible. Como redactor, es ésta la fase que analizo. Porque sólo podemos disfrutar completamente de algo comprendiendo de dónde proviene.

Francisco Javier Rodriguez

En la época en la que pasaba el día dibujando coches, alguien me preguntó: ¿pero a ti te gusta más la mecánica o la carrocería de los coches? Esa misma semana leí el Manual del Automóvil de Arias Paz. Tenía 14 años, esa simple pregunta es la razón por la que estoy aquí, desde entonces no he parado de aprender sobre lo que se convirtió en mi pasión.

Ángel Arias

La historia del automóvil está llena de grandes emprendedores, de ideas arriesgadas, curiosas casualidades, irreconciliables enemistades y muchos fracasos. Es un mundo intenso y fascinante del que muchos hemos quedado cautivados. Cualquier vehículo con un motor me parece interesante, ya sean motocicletas, automóviles, camiones, aviones o barcos; es estupendo sentir la brisa del viento en la cara sobre uno de ellos. Si estáis aquí es porque compartimos afición.