¿No os habría gustado tener un Mustang 350 GT como el que aparece en la película “60 segundos”? Pues a un tal Hugo Sánchez también, para ello se puso en contacto con su amigo Ralph García Jr., gerente de un desguace en México. En su desguace había un Mustang blanco que se estuvo oxidando durante decenas de años, pese a todo lo compró para modificarlo como un “Eleanor” -coche unicornio para el personaje interpretado por Nicolas Cage-. Realmente el coche estaba de pena, según vemos en unas fotos de Fede Garza, además de eso, tenía unas extrañas modificaciones: tenía refuerzos en el chasis, el eje trasero también estaba reforzado, tenía taladros sin sentido y estaba pintado de blanco sobre un color verde. Quizás todo eso podría significar algo.
Antes de seguir con la restauración, consultaron con Kevin Marti, experto en Mustang y propietario de Marti Auto Works, que dispone de la base de datos de todos los modelos fabricado por Ford desde 1967 hasta 2012. Lo siguiente que hicieron fue consultar el VIN, esto es, su número de identificación de vehículo o de bastidor. Esta referencia es el número de serie que todos los vehículos llevan grabados en el chasis, este vehículo la tenía algo oxidada, pero se vio que era auténtica.
Entonces llegó la sorpresa a ritmo de Lalo Schiffrin: según el archivo de números de serie de Marti, ese modelo fue uno de los dos vehículos utilizado en el rodaje de la Bullit, película en la que Steve McQueen hace de detective duro, que debe dar caza a un Dodge Charger ocupado por “los malos”. A uno de los dos Mustang se del rodaje se le seguía la pista, a otro de ellos -el que nos ocupa- después de cambiar varias veces de dueño, se le dio por perdido hasta ese momento.
Al comprender su origen, las modificaciones encontradas tomaron sentido. Los refuerzos del tren trasero y chasis fueron hechas para poder aguantar los saltos en la persecución por las calles de San Francisco, los misteriosos taladros en el maletero eran para sujetar la cámara subjetiva y por supuesto, el color original era verde escocés. La persecución fue una grabación de tres semanas se concentra en una emocionante persecución de unos seis minutos.
Pese a muchos fallos de producción -las abolladuras van y vienen, saltan más tapacubos que ruedas y múltiples adelantamientos al mismo escarabajo verde- en los primeros planos es Steve McQueen quien conduce, la velocidad es real y no hay ni una gota de ordenador, eso era imposible a finales de los 60. Todo esto hace que la persecución sea tan atrayente como en el momento del estreno de la película. La misma creó escuela para las siguientes películas, por otro lado incrementó las ventas del modelo, más en su mismo color y suele conocerse como el Mustang Bullitt.
El Mustang reencontrado está prácticamente restaurado y ya tiene compradores en potencia, aunque no está puesto en venta, tal vez es porque la película cumplirá 50 años en 2018 y su precio pueda ser todavía mayor.
Es paradójico que este modelo, siendo un protagonista real de una película, casi se convierte en una copia de otra. En este caso el rasca-rasca -del número de serie del chasis- dio premio gracias a una llamada telefónica.
Esta obra, cuyo autor soy yo mismo, se publicó el 31 de marzo de 2017 bajo una licencia de Reconocimiento 4.0 Internacional de Creative Commons.
J.J. López
Portador del contagioso virus de los coches desde los once años. Ingeniero en informática, programador de robots y visión artificial que lo piensa todo en coches. Amante del arte, técnica y tecnología en movimiento, esto es, apasionado incondicional del automóvil.COMENTARIOS