El Goodwood Festival of Speed es un gran escaparate para que empresas, tanto conocidas como desconocidas, presenten sus proyectos. Viritech es una de esas empresas, colocada en el lado de las desconocidas, pues, ¿alguien ha escuchado hablar de ellos? Si estás al tanto de todo lo que ocurre en el mundo del automóvil y tienes una memoria privilegiada, seguramente te suenen, ya que presentaron un deportivo equipado con pila de combustible el año pasado, diseñado, además, por Pininfarina. El coche se llama Viritech Apricale y como viene siendo normal, promete muchas cosas que, quizá, nunca se cumplan. O sí…
Viritech es una empresa británica especializada en la fabricación de pilas de combustible, o pilas de hidrógeno, como también se conoce a esta tecnología. Dieron a conocer el Apricale en 2021 como un superdeportivo de armas tomar, con algo más de 1.000 CV y solo 1.000 kilos de peso gracias a nuevas soluciones para la tecnología de pila de combustible, que con motivo del Festival de la Velocidad de Goodwood, ha evolucionado y anuncia su llegada a producción para el año 2024. Destaca por su poca altura, solo 1.150 milímetros, que contrasta con la anchura de 1.900 milímetros y con una longitud de 4.550 milímetros.
Matt Faulks, CTO de Viritech: “Hasta ahora, las celdas de combustible de hidrógeno se han utilizado como extensores de rango para trenes motrices con baterías. Básicamente, le hemos dado la vuelta a ese enfoque, desarrollando un tren motriz en torno a un sistema de celda de combustible de varios cientos de kW respaldado por una batería liviana pero altamente eficiente. Esto ofrece un rendimiento de superdeportivo para el Apricale, pero con menos de la mitad del peso de los superdeportivos eléctricos típicos. Esta reducción de peso no solo transforma la dinámica de conducción de Apricale, sino que nuestra menor dependencia de las baterías significa una menor demanda de minerales de tierras raras”.
La evolución que se ha presentado durante el Festival de Goodwood luce un nuevo diseño, más afilado y agresivo, pero lo importante, lo que no se ve, apenas cambia y sigue siendo su principal baza. Así, el chasis, fabricado con fibra de carbono, integra los depósitos de hidrógeno, lo que según Viritech, logra un peso 20 veces menor que unos depósitos “tradicionales” (lo ponemos entre comillas porque los depósitos para hidrógeno son cualquier cosa menos tradicionales). Estos depósitos ofrecen 5,4 kilos de capacidad y almacenan hidrógeno a 700 bares de presión. La autonomía es de 560 kilómetros.
Tiene dos motores eléctricos, uno por cada eje, capaces de rendir 800 kW (1.088 CV) y un par máximo de 800 Nm. Anuncia una aceleración de 0 a 100 km/h en 2,5 segundos y una velocidad máxima de 322 km/h. No hay datos de la pila de combustible, más allá de ofrecer “varios cientos de kilovatios/hora”.
El equipo de suspensiones se compone de un esquema de doble horquilla en ambos ejes, con barras de torsión accionadas por barras tracción, mientras que los frenos son cerámicos suministrados por AP Racing.
Solo se van a fabricar 25 unidades del Viritech Apricale, cada uno de ellos a un precio de 1,75 millones de euros. Solo falta ver si realmente acaban por convertirse en realidad o es uno de esos prototipos que prometen muchas cosas, pero nunca llegan a ningún lado.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS