Poco a poco, la división eléctrico/deportiva de Volvo termina de afinar su modelo 1. Recordamos que Polestar nació como un equipo de competición en el campeonato escandinavo de turismos llamado Flash Engineering y cambió a su actual denominación en 2005.

Desde el 2009 se dividió en dos partes: Polestar Racing para competición y Polestar Performance para la preparación de modelos Volvo de serie, con el color azul como distintivo. Esta última fue adquirida en 2015 por la propia Volvo.

En 2017 se anunció que esta marca iba a producir automóviles deportivos 100% eléctricos, que iban a ser competencia directa de Tesla. Su primer modelo no va a ser 100% eléctrico, pues es un híbrido enchufable, eso sí, promete tener la máxima autonomía del mercado: 150 km en modo eléctrico. Este motor y el 2.0 de gasolina sobrealimentado erogan 600 CV, lo que ya nos dice de qué estamos hablando cuando decimos que esta marca es eléctrico/deportiva (y perdón por el palabro).

Primer uso de fibra de carbono en Volvo

Son muchas las novedades de este modelo dentro del grupo Volvo, empezando por su planteamiento, pues hasta ahora Volvo no ha tenido ningún modelo que haya nacido con tanta deportividad. Otra novedad importante es el grupo propulsor híbrido.

Hoy nos centraremos en otro aspecto que también es novedoso. Para que un vehículo sea deportivo no sólo se necesita potencia, si no que también debe tener un peso contenido. Para reducir el peso del Polestar 1 se ha empleado fibra de carbono en la construcción de su chasis.

En Volvo nunca se había utilizado este material y su mayor preocupación era su comportamiento en caso de colisión. Cuando hablamos de Volvo hablamos de una marca pionera en seguridad que realiza más pruebas de las obligatorias, digamos que no estudia para aprobar el examen, si no que su objetivo es pasarlo con nota, de ahí su preocupación.

Diseño del chasis

Hemos visto que se utiliza fibra de carbono en el chasis, pero no que está enteramente construido con él. También sabemos que no hay un material que sirva para todo y el Polestar 1 es otro modelo que lo confirma. Los elementos del Polestar 1 compuestos de fibra de carbono son los capós delantero y trasero, los laterales, puertas, la estructura del techo y una subestructura del chasis llamado libélula. Esta pieza con nombre de insecto corre a lo largo del coche sobre el túnel de transmisión y tiene dos brazos que se unen a los laterales por debajo de los asientos.

La banqueta trasera del maletero, que es fija, y su tapa también son de carbono. Esta estructura vista desde arriba aparenta grosso modo al insecto citado. La utilización del compuesto de fibra de carbono ha hecho reducir el peso total en 230 kg y ha incrementado su dureza a la torsión en un 45 % sobre un chasis de acero equivalente. Analizándolo de otra manera, sólo el fondo es de acero, lo que a su vez ayuda a que el centro de gravedad sea más bajo.

La estructura del techo también sorprende, pues se puede resumir en dos travesaños mínimos de carbono, que hacen que el techo pueda ser muy fino. De esta manera puede mantener el mismo perfil elegante y dinámico del prototipo. Además, ese grosor mínimo se utiliza para que el cristal panorámico del techo quede perfectamente integrado.

Prueba de choque real

Finalmente, una de las 34 unidades realizadas del Polestar 1 como prototipo de pruebas fue empleada para para chocarla de manera controlada. Se estrelló contra una barrera estacionaria a 56 km/h en las instalaciones de Volvo Cars Safety Centre en Goteburgo, Suecia, simulando una colisión frontal. Los resultados prácticos coinciden con los esperados.

El responsable de fibra de carbono en Polestar, Zef van der Putten, comenta que la mayor parte de la energía fue absorbida por el chasis del vehículo, con la energía restante mitigada por los paneles de compuesto de fibra de carbono. Después de la colisión se comprobó que no había signos de desalineación ni de plegados, por lo que aprueba con nota este examen.

Estilo

Si algo cambió en Volvo estos últimos años es su clásico aspecto boxy. Años atrás esa línea tan cuadrada daba la impresión de que participaba en la seguridad en caso de colisión, cuando no tiene nada que ver. Ahora ya tenemos claro que la seguridad está en la estructura, no en su aspecto.

Además, para colisiones con los peatones es todo lo contrario: si queremos evitar al máximo los daños, la forma del vehículo debe ser lo más redondeada posible. Si un vehículo tiene formas angulosas tendrá puntos o líneas donde se concentrará la fuerza sobre el cuerpo del peatón en caso de accidente creando una presión muy alta. En los modelos recientes de Volvo vemos se desechó este estilo y se ha apostó por otro más ligero y dinámico aunque mantiene las proporciones básicas.

El aspecto del Polestar 1 es el de una clásica línea de coupé 2+2 de tres volúmenes de formas muy equilibradas con una solución de cuerpo rectangular y habitáculo esférico similar a la del C70. Unos nervios recorren el vehículo a lo largo aportando tensión y dinamismo. Los pasos de las ruedas también tienen un nervio que los recorre concéntricamente, asemejándolos a un elemento superpuesto.

La parte delantera está resuelta con una gran parrilla, pero equilibrada, y dos profundas entradas de aire en la parte inferior de los laterales, que le da volumen al conjunto y nos quiere decir que estamos ante un coche deportivo. La trasera es más elaborada y menos clásica con pilotos de gran tamaño. Al final de los laterales traseros, podemos ver otro nervio, esta vez vertical, que es quizás su punto más agresivo. Estos recursos de estilo también se han utilizado en el nuevo Volvo S60 (2019).

En las imágenes por separado quizás no se aprecia una gran diferencia con el Polestar 1, exceptuando el “tirante” del radiador y el número de puertas. Ahora bien, el coupé hará girar muchas más cabezas a su paso. El perfil más bajo y su suave línea trasera descendente hacen más ligero y dinámico el aspecto del Polestar 1 con respecto al S60, cosa que además es cierta.

Aerodinámica

Destacamos dos recursos de los utilizados para mejorar su comportamiento aerodinámico. Por un lado, tiene un alerón retráctil sobre el maletero. Este alerón emerge de manera automática al superar los 100 km/h y se recoge al bajar de 70. Volvo nos informa que así se consigue mayor carga aerodinámica, necesario para un vehículo de estas prestaciones.

Por otro lado, las dos entradas de aire inferiores del frontal del coche sirven para refrigerar el equipo eléctrico. Estas entradas se abrirán o cerrarán dependiendo de las necesidades de refrigeración y así sólo estropea su coeficiente aerodinámico cuando es necesario.

Últimos ajustes

En estos momentos se están haciendo los últimos ajustes de chasis y suspensión, además de la calibración de la dirección y el vectorizado de par. Según el probador jefe de Polestar, la idea es que envíe la sensación de que el vehículo responderá correctamente a cualquier petición del conductor, sea cual sea; por otro lado debe ser sencillo de manejar en la conducción diaria.

La siguiente fase de los prototipos empezará el próximo año, con los primeros modelos de serie para comprobar todas las especificaciones y que las calidades son las correctas. El precio oficial de este modelo es de 155.000 dólares en EEUU y de 155.000 euros en Europa, habrá que aplicarle los impuestos del país de destino.

De momento el Polestar 1 sólo se ha dejado ver en público en el Festival of Speed de Goodwood. Nosotros tendremos que esperar, al menos, a mediados del año próximo, cuando se entreguen las primeras unidades de esta serie limitada de 7.000 unidades. Si eres uno de los afortunados que ha hecho una reserva para este modelo, esperamos verte lucirlo por el centro de cualquier ciudad, pues su modo eléctrico da para mucho.