McLaren se encuentra en un momento decisivo. Pronto tendrá que afrontar una electrificación obligada –solo representada por el Artura–, mientras aparecen rumores sobre un posible SUV para competir con lo más granado del segmento, es decir, con el Ferrari Purosangue, con el Aston Martin DBX, con el Lamborghini Urus y con el Porsche Cayenne. No nos olvidamos del Maserati Levante, aunque este, tiene un menor peso en el mercado y, por lo general, suele quedarse un poco descolgado. Pero el SUV, en el fondo, es una nimiedad, pues la marca británica pasará a ser propiedad del fondo soberano de Baréin.

Hasta el momento, Mumtalakat –así se denomina el fondo soberano de Baréin–, controlaba el 60% de McLaren, pero al parecer, antes de que finalice 2023, se hará con el 100% de la compañía y así, poder gestionar directamente y sin limitaciones el futuro del fabricante británico. Bueno, para ser más concisos, Mumtalakat controlará McLaren Group, propietaria al 100% de McLaren Automotive, y del 67% del equipo de Fórmula 1, que legalmente pertenece a una sociedad llamada McLaren Racing y que cuenta con otra serie de accionistas externos.

Se trata de una maniobra que viene a terminar con años de problemas económicos, que les han impedido despegar como se espera de una compañía con el potencial de McLaren. De hecho, los nuevos proyectos que se han puesto en marcha, se han nutrido de inyecciones de capital desde Baréin, cuyo objetivo era, obviamente, sacar adelante la compañía. De hecho, antes de esto, hubo acercamientos de Audi y Volkswagen a McLaren, que cerca estuvo de integrarse en VAG.

Todo esto ha eclipsado, en parte, el lanzamiento del nuevo McLaren GTS, el reemplazo del McLaren GT aunque, como salta a simple vista, no se trate de un coche completamente nuevo. Al igual que el reciente McLaren 750S, el nuevo GTS es una evolución, un restyling del McLaren GT que ofrece, además, una serie de mejoras relativamente limitadas. Destaca, entre otras cosas, un aumento de la potencia y una reducción de peso, cuya combinación resulta bastante interesante –más potencia y menos peso siempre es bueno–.

Si empezamos por la reducción de peso, de solo 22 libras –9,97 kilos–, nos encontramos que han instalado un nuevo techo fabricado con fibra de carbono y una estructura superior trasera también fabricada con fibra de carbono. En cuanto al motor, pasa de los 614 a 626 CV, una ligera mejora que solo se nota cuando se rueda muy rápido. Según la marca, el 0 a 96 km/h –0 a 60 millas/hora– se completa en el mismo tiempo que antes, pero el 0 a 200 km/h se completa una décima más rápido.

Como siempre ocurre con las renovaciones a mitad de vida comercial, el habitáculo también se ve envuelto en nuevos detalles, que básicamente se centran en nuevos colores y materiales.

Por el momento, el McLaren Artura se mantendrá como la única opción electrificada del catálogo de la marca. Un coche que se ha visto sumido en varios retrasos en las entregas estadounidenses, que solo han servido para rodear al coche de dudas. Veremos qué ocurre tras los cambios que se avecinan…