Hace solo unos días tuvo lugar la presentación de la sexta generación del Honda CR-V en Estados Unidos. Es habitual que, como en esta ocasión, conozcamos los nuevos productos de Honda a través de sus presentaciones en Norteamérica antes de que lleguen a nuestro continente. El mercado estadounidense es muy importante para todas las marcas que consiguen instalarse allí, y en el caso del Honda CR-V, esto es más cierto que nunca.
De hecho, el Honda CR-V es el SUV más vendido en ese país durante los últimos 25 años, si bien en tiempos recientes –desde al menos 2016– el Toyota RAV4 ha superado sus ventas anuales de forma continuada. Precisamente con la intención de subir las apuestas en este duelo con su compatriota, Honda ha decidido renovar un modelo cuya quinta generación databa de 2016.
Nueva imagen
Para esta sexta generación, el aspecto exterior del Honda CR-V se vuelve más agresivo y, si acaso, deportivo, en la medida en que los SUV pueden transmitir este tipo de sensaciones visualmente. Adopta rasgos propios de la línea de diseño vista recientemente en otros productos de la marca, como el Honda Civic o el Honda HR-V. La línea de cintura se encuentra en una posición relativamente baja, y está marcada por un pliegue que recorre todo el lateral de extremo a extremo, lo cual influye sobre la percepción de sus proporciones al resaltar su longitud.
En general, adquiere un diseño más limpio que su generación anterior, que estaba marcada por más o menos pronunciadas curvas. Es un cambio notorio en el capó delantero, que ahora es más recto y se ha alargado, lo que junto con la parrilla de gran tamaño y muy vertical, inspirada en los pick-up de la marca, da a esta nueva generación del crossover una apariencia más refinada sin perder en solidez.
Los grupos ópticos delanteros LED también se han afinado y se colocan en un punto inferior del frontal respecto de lo visto en ocasiones anteriores. En la parte trasera se mantienen sus características luces en situación vertical, aunque ahora se prolongan hacia el centro del vehículo bajo la luneta y adquieren así una forma en “L”.
Los dos acabados deportivos tienen detalles que le aportan más agresividad, como las llantas en negro –de 18 pulgadas en la Sport y de 19″ en la versión Sport Touring– o las salidas de escape de sección rectangular
De hecho, la propia Toyota destaca que, con el nuevo diseño, su apariencia es más robusta. A ello contribuye también el sensible incremento de tamaño. Gana 6,8 cm de longitud, de los cuales 4 cm se invierten en aumentar la distancia entre ejes, con el consiguiente beneficio para el espacio aprovechable en su interior. También crece un centímetro su anchura, con idénticas consecuencias en cuanto a la apariencia exterior y la habitabilidad interior.
Gasolina primero, híbridos después
La marca ha anunciado para el mercado norteamericano dos opciones de motorización. En primera instancia, estará a disposición de los clientes en versión exclusivamente de combustión, cuyo motor de cuatro cilindros en línea con turbocompresor tiene 1.5 litros de capacidad para rendir 194 CV de potencia y 242 Nm de par. Las versiones propulsadas por este bloque motor, que ha sido rediseñado para mejorar sus cifras de emisiones, recibirán los nombres de EX y EX-L, en función de su equipamiento.
Están asociadas a una caja de cambios CVT, que cuenta con un sistema que imita las sensaciones de las cajas de cambios tradicionales cuando el motor funciona a plena carga.
Meses más tarde se pondrá a la venta una opción electrificada mediante la inclusión de un sistema híbrido de cuarta generación, que añade al motor de gasolina dos motores eléctricos. En este caso, la cilindrada del motor de combustión asciende a los 2 litros, si bien se mantiene su estructura de cuatro cilindros en línea y el turbocompresor. La potencia declarada para las versiones electrificadas, denominadas Sport y Sport Touring en su catálogo, es de 204 CV, con 335 Nm de par motor. Estas cifras permiten al SUV de Honda mejorar su capacidad de arrastre, que se queda en los 453 kg.
Las versiones de gasolina permiten elegir entre opciones de dos y cuatro ruedas motrices. En el caso de las que cuentan con hibridación, tan solo se podrá optar por una versión de dos ruedas motrices en el caso del acabado Sport
La marca japonesa afirma que esta nueva generación de su crossover compacto transmite una sensación de conducción más satisfactoria que su predecesora, gracias a diversas modificaciones en su chasis y dirección.
En primer lugar, la rigidez torsional del Honda CR-V se ha incrementado en un 15 % para esta su sexta generación. En el eje delantero, la suspensión tipo MacPherson se integra en un subchasis más rígido. La dirección es de relación variable, y la estructura de su cremallera ha sido rediseñada para, en palabras de Honda, mejorar las sensaciones transmitidas al conductor y la precisión en su respuesta.
El subchasis trasero también aumenta su rigidez torsional. En este eje, la suspensión es multibrazo y ha recibido también mejoras orientadas a ofrecer un comportamiento más dinámico –y sí, deportivo–. Los muelles en este caso también son más firmes.
Más equipamiento, mejores calidades
En el interior también son palpables las influencias de los últimos modelos de la marca, como el Honda Civic. El cuadro de instrumentos, digital de 7” pulgadas, conserva sin embargo un velocímetro analógico. La pantalla táctil en el centro del salpicadero será también de 7” de serie, aunque aumentará en dos pulgadas su tamaño en las versiones EX-L y Sport Touring. Contará con conectividad Apple CarPlay y Android Auto en todos los casos. También con controles físicos para el volumen, un aspecto destacado por la propia Honda.
Los materiales en el interior han mejorado en cuanto a calidad percibida, según la marca, y algunos acabados brillantes han dado paso a otros de aspecto mate para reducir los brillos en el parabrisas y otras fuentes de distracción visual. Además, los aireadores están terminados con una malla en con diseño en forma de panal de abeja, con la que según la marca el habitáculo adquiere un aspecto más limpio y ordenado.
La ganancia en distancia entre ejes se traduce en unas plazas traseras más espaciosas. Los ocupantes de la parte posterior del vehículo disfrutarán de mayor amplitud para sus piernas a la vez que podrán reclinar sus asientos hasta en ocho diferentes posiciones
El equipamiento en cuanto a sistemas de seguridad y asistencia a la conducción, que recibe el nombre de Honda Sensing, también ha sido mejorado. Todas las versiones del Honda CR-V cuentan con reconocimiento de señales y asistente de frenada a baja velocidad. El sistema de control de crucero adaptativo, con sistema de seguimiento del tráfico a baja velocidad y de mantenimiento de carril, también ha sido mejorado para esta nueva generación.
Por primera vez cuenta de serie con asistente de descenso de pendientes, que podrá activarse a velocidades de hasta 20 km/h. Ofrece, además, la posibilidad de seleccionar entre tres modos de conducción: normal, económico y un modo nieve, que es novedad en este modelo. Las versiones híbridas añaden el modo Sport.
En busca del cetro perdido
El Honda CR-V llegará al mercado americano este verano en versión exclusivamente de combustión, aunque las versiones electrificadas tardarán algunos meses más. Es el segundo crossover compacto más vendido actualmente en Estados Unidos, donde solo el Toyota RAV4 mejora sus cifras, con 407.700 unidades vendidas en 2021 por 361.271 del Honda.
Honda espera que la mitad de las unidades de la sexta generación del Honda CR-V en norteamérica pertenezcan a su gama híbrida
Pese a que no contará con una versión a baterías, supone un avance en la estrategia de electrificación de la marca. En este sentido, su mayor rival en suelo estadounidense demuestra que existe demanda para este tipo de crossover electrificados, puesto que hasta el 43 % de los RAV4 vendidos actualmente en Estados Unidos corresponden a versiones híbridas. En el caso del Honda CR-V este porcentaje se ha quedado en un 22 % en los seis primeros meses de este año, pero la marca afirma que con la nueva generación hasta la mitad de las unidades vendidas serán versiones electrificadas.
No se han facilitado precios todavía para esta nueva generación del Honda CR-V en Norteamérica, que será fabricado en tres plantas diferentes, situadas en Ohio, Indiana y Ontario (Canadá). Tendremos que esperar hasta el año que viene para que esté a disposición de los compradores españoles. Habrá que ver con qué opciones mecánicas llega al mercado europeo, puesto que se presume que no esté disponible aquí sin ningún tipo de hibridación.
David García
No conozco sensación mejor que la de un volante en las manos. Disfruto también con ellas sobre el teclado, escribiendo ahora para vosotros algo parecido a aquello que yo buscaba en los quioscos cuando era un guaje.COMENTARIOS